Cuando las cosas han sucedido
es muy fácil explicar el pasado y son muchos los analistas que lo
hacen. Pero nadie de ellos supo verlo siquiera un poco antes, ni lo
vaticinó a más largo plazo, aunque a toro pasado son habituales los
eruditos que imparten doctrina urbi e orbe, una vez acaecidos los
acontecimientos. Porque vamos a ver : ¿ Quién
anunció la caída del muro de Berlín ? ¿ Quién en tiempos de
Yelsin y la caída de la URSS, supo ver el resurgimiento de Rusia
gracias a la figura de Putin ? ¿ Quién adivinó que la próxima
revolución latinomericana después de la cubana y nicacagüense
sería la venezolana ?
La
respuesta es sencilla : absolutamente nadie.
Sentadas
estas bases me voy a atrever a pronosticar el futuro de nuestra
nación para unos, estado para otros.
España
desde 1808 en que fue invadida por Napoléon, gracias a la entrega
que los venales borbones Carlos IV y su hijo Fernando VII hicieron al
francés a cambio unos castillos y cotos de caza en el sur de
Francia, comenzó una proceso de decadencia en plano inclinado,
lánguido y lento, pero siempre en progresión. Los datos están ahí
: nueva invasión francesa ( los cien mil hijos de San Luis) que
restauró la monarquía absoluta y abolió la constitución de Cádiz
; pérdida de todas nuestras colonias en Latinoamérica excepto Cuba
y Puerto Rico ; dos desarmotizaciones ( la de Mendizabal y Madoz )
que sólo consiguieron que aumentar los intereses de los
terratenientes y el latifundio, dejando en la pobreza a amplias capas
del campesinado ; tres sangrientas guerras carlistas y pérdida de
los restos del imperio ( Cuba, Filipinas, Puerto Rico y las islas
del Pacífico, Marianas, Palaos y las Carolinas) ; tardía e
incompleta industrialización de España y expansión de la economía
rentista ; la instauración de un régimen corrupto y caciquil hasta
las cachas como fue la Restauración ; ruinosas guerras en Marruecos
( Rif), el aborto de dos intentos de regeneración como fueron las
dos repúblicas ; dos dictaduras y una espantosa guerra civil que
desangró a España, a la que siguió un régimen totalitario y
fascista que duró nada mas y nada menos que 40 años. Y finalmente,
una salida en falso de aquel régimen a través de una nueva
restauración pseudodemocrática, que estos días da todo los signos
de agotamiento.
Lo
que le sucede a España a día de hoy es un problema sistémico (
quizá el final y último de todos los tristes acontecimientos
narrados en líneas anteriores), en absoluto coyuntural y el país-
no digamos su corrupta clase política- como enfermo grave que es,
carece de pulso para afrontarlo.
Los
signos del agotamiento e incapacidad para regenerarse son los
siguientes :
1.-
Al contrario que en 1898 y en la II República no existen movimientos
sociales ni intelectuales que denuncien la situación. Mientras el
país se hunde, todo es posmodernismo, superficialidad, cultura
basura y comunicadores que sólo saben vivir del pesebre de un
estado corrupto que los compra.
La oligarquía y caciquismo que denunciará Joaquín Costa a finales del siglo XIX, bajo otras formas sigue tan presente como entonces.
Una burbuja inmobiliaria de enormes proporciones, que casi desató el pánico financiero en el mundo occidental fue gestada en España. De forma histérica la población gritaba la nueva biblia que iba a salvar al mundo : " un piso nunca baja de precio".
Aquello, al explotar, hundió todavía mas a este triste país y lo dejó endeudado sin retorno.
2.-
España carece de soberanía en todos los órdenes. Es un país
atrapado por los Estados Unidos en lo militar y político y en lo
económico por la UE. Su margen de maniobra en este sentido es cero o
menos de cero. No sé de qué presumen los patriotas de la banderita.
¿ Acaso de ser colonia ? O peor ¿ de ser los portavoces de los
colonizadores?
3.-
La nación vive de la deuda. Su endeudamiento declarado roza el 120 %
de su PIB, pero en realidad después de las trampas contables, debe
situarse en el 150%. Tan grave es la situación que el estado después
de prohibir a los ayuntamientos numerosos gastos a través de medidas
de estabilidad presupuestaria, ha decido apropiarse de todos los
superavits muncipales obtenidos. Los ha tomado, requisado diríamos,
mediante un préstamo forzoso impuesto a la corporaciones locales,
que dice, irá devolviendo en cómodos plazos de unos 30 años.
4.-
Si el BEC no nos comprara todos los bonos de deuda que emitimos,
nadie nos la compraría. Y si nos la compraran sería a intereses
astronómicos y garantías de lo mas leonino. En estos momentos,
sólo los intereses de nuestra deuda se devuelven a través de
nuevos préstamos o bonos que emitimos.
La
casi totalidad de nuestra deuda está en manos extranjeras.
5.-
De suponer la industria a finales de los años setenta de pasado
siglo casi un 30% de nuestro PIB, hoy apenas llega al 12% y se
concentra en muy pocas zonas de nuestro territorio.
Nuestra
economía descansa en los servicios y el turismo de masas en más de
un 20% del PIB, un sector de lo más vulnerable y de muy bajo valor
añadido. Con la llegada del Covid, gran parte de él está tocado de
muerte y el agujero que deja y va a dejar acumulativamente en forma
de déficit año tras año pondrá en peligro las pensiones y los
sueldos públicos.
6..-
Se calcula la ayuda ( ojo, con condiciones, entre ayudas directas y
nuevos préstamos) que la UE nos va a prestar debido a la pandemia
del Covid 19 en unos 140.000 millones de euros. Pero el agujero
presupuestario alcanza casi a 300.000 mil millones. Es decir, con
esta ingente suma sólo podremos cubrir la mitad del boquete.
7.-
Un 30% de la población o está en la pobreza o muy cerca de ella. El
paro supera el 20% y sino fuera por los ERTES no quiero ni pensar en
qué cifras nos moveríamos.
8.-
Si los datos materiales son preocupantes, los espirituales y morales
son peor. Comenzamos la “ envidiable” Transición, cediendo a
Marruecos el Sahara junto con sus habitantes. Recuérdese que el
Sahara era una provincia española y sus habitantes, los saharauis,
españoles de pleno derecho con carné de identidad. Para acabarla de
arreglar, incumplimos y seguimos incumpliendo el mandato de la ONU
que nos obliga todavía a realizar un referéndum de
autodeterminación en el territorio.
Esta
es la fecha en que la mayoría de la clase política después de la
ignominia, sigue mirando hacia otro lado.
Nada
de extrañar, pues en otro capítulo- este más reciente como ha
sido la epidemia del COVID- nuestra magnífica sanidad, asombro del
mundo, dejó morir por falta de asistencia a más de 20.000 personas
ancianas o aquejadas de graves patologías en la Comunidad de Madrid
y alguna otra. Pero eso sí, quien disponía de mutua privada o se lo
podía pagar fue asistido en la sanidad privada.
Este
es el estado canalla en el que vivimos. Primero se vendió una parte
de España y a casi 100.000 españoles a un reino tiránico, como es
el Marroquí, y luego, dejó morir a mas de 20.000 por falta de
asistencia. El que no lo quiera ver que no lo vea.
9.-
Todo este desastre sistémico va a ser gestionado por una clase
política que, como en la restauración, sólo mira por sus intereses
y sueldos. Carece de ideales, conciencia nacional y decencia hundida
como está hasta el cuello en corrupciones a cada cual mayor. La
industria política que la sostiene a base de partidos financiados
por el Estado e instituciones inservibles , para dar cobijo a sus
protegidos, resulta por enorme, de lo mas oneroso e insostenible de
todo punto.
La
mediocridad de la clase política en general llama la atención de
cualquiera. La política es simplemente un circo de muy baja calidad
del que los españoles han desconectado. La abstención cada día gana
más terreno, y bastante tiene la mayoría con sobrevivir.
10.-
Somos quizá el primer país de la UE en consumo de cocaína y
derivados del cannabis.
11.-
La jefatura del estado, en forma de monarquía, está tocada de
muerte gracias a la corrupta gestión del anterior rey. En estos
momentos somos el hazmerreir de casi todo el planeta.
12.-
El problema catalán sigue sin resolverse y aunque latente sólo hace
que agravarse. Nadie hace nada por solucionar las tendencias
centrífugas de otros territorios periféricos.
Podría
seguir enumerando dolencias, como la de nuestro impresentable y nada
independiente poder judicial, desprestigiado en toda Europa, pero no
es el caso. El artículo sería interminable.
Las
condiciones objetivas se dan para que el enfermo fallezca y su
realidad política sea sustituida por cualquier otra, en cuyo diseño
tristemente tendrán mucho que ver nuestros acreedores
internacionales. Ellos serán los que, para garantizarse la
devolución de sus capitales e intereses, trocearán nuestros
activos mas rentables para ponerlos a producir y desmantelarán todo
lo demás para zafarse de un gasto inútil e improductivo.
¿
Cuando sucederá? Nadie lo sabe. Pero no falta mucho. Vivir de la
deuda y cada vez más deuda es imposible y ningún acreedor lo va a
tolerar. Aún puede que se aceleré el desenlace, si nuestros
acreedores ven interrumpida por cualquier circunstancia internacional
su hasta ahora bonanza económica y favorable balanza de pagos, que les ha permitido financiarnos.