Ya vieron el espectáculo por todas las televisiones. ¿ Verdad que un día antes nadie se hubiera creído lo que vieron casi en riguroso directo ? A más de uno se le estará desmotando el mundo, sí, ese mundo, del “ esto es lo que hay”, “nada cambia ni cambiará”, “todo será siempre más o menos igual”. Sobre el particular pienso y mucho me temo que a la velocidad que va esto, dentro de poco, la estática frase de “ de esto es lo que hay” va a tener que ser modificada en el mundo conformista por otra más dinámica que diga más o menos algo así como “ esto es lo que está siendo” porque el cambio ya será la norma en el día a día.
Ahora bien, en estos momentos una cosa está sucediendo- en realidad lleva tiempo sucediendo- y a todos nos afectará: occidente anda de baja y el polo de desarrollo- no sólo económico, sino también político y moral- que lo va a sustituir en la dirección del planeta, viene de oriente. El centro de occidente, su casa madre, son los Estados Unidos y este país, todavía potencia imperial, ya ha entrado en decadencia acelerada y cada día más hay más signos que lo evidencian : su ingente endeudamiento y déficit que se financia a base de imprimir dólares que nada valen pero que todavía le compran el resto de los países, hasta que dejen de hacerlo ; la pérdida de su capacidad industrial ; su economía especulativa y financiera de casino; la degradación moral de gran parte de su sociedad ( quizá la mayor consumidora de sustancias estupefacientes del planeta y ya son varios estados los que han legalizado el cannabis); la pérdida total de su lucha contra el Covid y la pobreza ( más de 45.000.000 de pobres y 22.0000.000 millones de infectados, amén de 400.000 muertos); su ejército repleto de mercenarios, como sucediera en las postrimerías del imperio romano antes de desaparecer ; su corrupto e ineficiente sistema electoral ; sus políticas donde el individualismo feroz por encima de todo está destruyendo la familia y exportando al mundo la relatividad moral como norma a seguir en clave posmoderna.
Los países ricos de occidente más Japón, nos dijeron que agrupados en el G7 ( Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia) representaban el mayor PIB de planeta. Pues bien, ya no es así, el G7 real, es decir, China, India, Corea del Sur, Rusia, Brasil, Indonesia y México supera ampliamente el PIB del G7 oficial. Según el propio FMI así es y lo certifica. Por su parte, el Centro de Investigación Económica y empresarial británico, ya confiesa que en 2.028 ( aquí al lado) China alcanzará a EEUU.
El imperio cae y lo hace a más velocidad de lo esperado, endeudado, corrupto y desecho interiormente. Sus últimos cantos de cisne los dio en las inacabables guerras del “ progresista” OBAMA: Libia, Yemen, Somalia, Afganistán y Siria, hasta que en esta última nación se le detuvo y su expansión fue frenada en seco. En este país el imperio ha debido replegar velas junto a sus aliados, la chusma de Alqaeda y el Estado Islámico, convenientemente utilizada para sus intereses, como ya hiciera en Libia. Con Irán y Venezuela tampoco ha podido el imperio y de Afganistán, derrotado, ya no sabe como irse.
Es lo que ha sucedido siempre. Cuando una nación ha vivido del saqueo y la constante expansión, por muy destrozada que esté por dentro, la llegada de nuevos recursos siempre tapa los vicios ocultos internos. Pero el caso es que esa expansión se ha detenido y el saqueo exterior garantizado con casi 800 bases militares en todo el planeta, ya resulta muy costoso de mantener, por no decir imposible.
Así las cosas el imperio ha comenzado a mirarse hacia adentro. Del movimiento centrifugador ha pasado al movimiento centípreta y lo que la propia sociedad yanqui ha encontrado dentro no le gustado : racismo no superado, intolerancia, violencia, una policía brutal, miedo, fanatismo religioso en forma de numerosas sectas, posmodernismo destructivo , desigualdad social cada vez más acentuada acompañada frecuentemente de desindustrialización. En cuanto al miedo, sólo hay que ver lo armada que está la población. Cualquiera puede tener y en muchos casos tiene armas de grueso calibre y este miedo está de lo más extendido en un amplio sector de la población, blanco de origen, anglosajón y protestante que ve perder su hegemonía frente a negros, latinos y otras razas.
A EEUU en parte le está sucediendo lo que le pasó al imperio español. Cuando dejó de expandirse como imperio en numerosas batallas y frentes imposibles de sostener y comenzó a perder sus colonias, se miró hacia dentro y los conflictos interiores tomaron forma. Es la historia de todos los imperios y este, me temo, va a encontrar el hogar interior mucho más desajustado que otros muchos imperios que lo fueron y hoy son un mero recuerdo.
Lo que está sucediendo cambiará la centralidad del mundo, y el nuevo ajuste hará chirriar los engranajes de la geopolítica. ¿ Y que hace mientras tanto Europa, el chico de los recados de EEUU ?
La respuesta es sencilla : no se entera desde hace tiempo de lo que pasa, tan ocupada como la UE anda en hacer de limpiabotas del imperio. Fíjense en un detalle : habiendo salido Gran Bretaña de la UE, la presidenta de la Comisión europea, Ursula Von der Leyen, alemana de origen, en todas sus comparecencias dirigidas a los socios comunitarios, se dirige a todos ellos en Inglés. Nunca usa el alemán ( en cuatro naciones es idioma oficial sin contar Suiza que no pertenece a la UE) o el francés por ejemplo igualmente oficial en tres naciones europeas, sin Suiza, que también lo tiene como idioma cooficial. Eso se llama hacer patria. Fuera de Malta o Irlanda, que tienen comunicado a la UE que sus lenguas de relación con las instituciones europeas, son el Maltés y el Gaélico, ningún otro país de los 27 tiene el inglés como lengua oficial.
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