Se atribuye a Antonio Cánovas del Castillo la frase de que " se es español cuando no se puede ser otra cosa". Y visto lo que está sucediendo parece que los acontecimientos le van dando la razón. En pocos días han sucedido dos acontecimientos de lo más significativo, sin que al estercolero de nuestra prensa le hayan dado importancia, ni se haya relacionado el uno con el otro.
En el primero de ellos, se nos ha informado que a Alejandro Cao de Benos, el español delegado cultural para Europa de la Republica Popular de Corea del Norte a título honorífico, se la había detenido por orden del FBI, pasando a la Audiencia Nacional y finalmente puesto en libertad provisional con retención de su pasaporte.
Su detención, y se supone futura extradición por solicitarse, se fundamentó en haber colaborado y tener relación con otra persona, la cual evitó ciertas sanciones comerciales que los Estados Unidos había impuesto a Corea del Norte.
Pero vamos a ver ¿ Qué broma esta ésta? Alejandro es español, y la extradición no cabe contra los nacionales y menos por conductas que en el ordenamiento jurídico español no son delito. En este caso, por lo visto, conscientes la autoridades norteamericanas de tales circunstancias en la casilla de la orden tramitada a través de la Interpol pusieron la palabra ESTAFA. Una falsedad como un templo y todo un fraude procesal para ver si cuela.
Pues bien, en lugar de haber tirado a la papelera la solicitud de detención, como cualquier estado soberano hubiera hecho, se le dio cauce ante la Audiencia Nacional presentado ante la misma al detenido. Repito, ya está en libertad provisional y con informe favorable del Ministerio Fiscal. Pero la verdad, no sabemos a qué espera la Audiencia para sobreseer del todo las diligencias y enterrarlas 50 metros bajo tierra.
Apenas unos días después, no hemos enterado que dos miembros del CNI español, tan patriotas ellos, pasaban información y documentación a los Estados Unidos de América. Ya no basta a este país el espiarnos a todas horas con escuchas telefónicas y de buen grado nuestro lacayuno gobierno informarle y obedecerle del todo. Quiere más. Y para ello soborna a dos funcionarios del estado relacionados con nuestros servicios de inteligencia.
Se siguen diligencias en un juzgado de Madrid por tales hechos, por el delito revelación de secretos. ¡ Pero qué revelación de secretos ni qué niño muerto ¡ . Eso es un delito de traición del art. 592 del Código Penal.
Guante blanco para el que dice ser nuestro " aliado", que desde la voladura del Maine nunca lo ha sido.
El gobierno poniendo cataplasmas y los patriotas de pulserita y fanfarria callados del todo. El señor Abascal al frente de su partido Vox estaba muy ocupado viajando a Israel a ver el criminal Netanyahu, para rendir pleitesía a los Estados Unidos y a los sionistas.
Ni somos un estado, ni un país, carecemos de dignidad y soberanía. Como mucho somos una colonia y de tercera.
PD.- Leo hoy mismo que nuestros ministros de exteriores y defensa se han aprestado a declarar que el asunto de los espías, en absoluto afecta a nuestras relaciones con los Estados Unidos. No sería de extrañar que acabaran felicitando a tan admirable país y de paso echando la culpa a Putin.
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