martes, 19 de marzo de 2024

Pirómanos de por aquí cerca

Ya está el ambiente lo suficientemente tóxico en todas partes ( nacional e internacional) como para que llegué un nuevo pirómano, cerca de donde uno vive, y se proponga con sus prejuicios, fobias e intolerancia incendiar su región : la comunidad autónoma de Aragón.

Como sé que me leen casi tanto desde extranjero como de la propia España, les pongo en situación a los no españoles : soy de la comunidad autónoma de Aragón y vivo muy cerca de Cataluña. Conozco a mis vecinos. Estudié parte de  mi bachillerato superior  en un colegio de LLeida, me licencié en Derecho ( tiempo ha) en Barcelona y hasta trabajé como letrado más de dos años en esa misma ciudad.

Recientemente ha aparecido un vicepresidente de mi comunidad autónoma, un tal Alejandro Nolasco, que en entre él y su presidente, un tal  Jorge Azcón, se han propuesto crear todavía más problemas donde hasta ahora nos los había.

Primera barbaridad. Se han empeñado para complicar las cosas, todavía más con nuestros vecinos, en informarnos que  en la linde Este,  territorio limítrofe con Cataluña y conocido como la Franja, el catalán no es una lengua que muchos de sus habitantes hablen. Supongo que estos señores dirán que lo que allí se habla en una especie de aragonés oriental. Pues bien, han salido los departamentos de Filología de la Facultades de Letras de Barcelona y Zaragoza a desmentir a estos intelectuales. No se conoce tampoco universidad que siga la teoría de  estos caballeros.

Se pueden tener ideologías, opiniones y hasta gustos, pero hace falta ser muy fanático para ofender a todos los catalanoparlantes de la Franja, que deben de ser casi 40.000, para echarles en cara que desde hace cientos de años no hablan la lengua que hablan. Que lo hacen con sus modismos, como el catalán de Tortosa los tiene o el de Berga,  pues claro que sí. Porque si nos ponemos tan exquisitos va a resultar que en Perú hablan peruano y en Venezuela el venezolano. Y es ridículo lo que sucede al querer adaptar la realidad   a una determinada   idea preconcebida, tal  "cómo me gustarían a mi que fueran las cosas" imponiéndoselas a los demás. A eso se le denomina nacionalismo excluyente y de paso, un tanto ignorante.

Basta darse una vuelta por la Franja aragonesa, saber un poco de catalán, sin necesidad de ser licenciado en filología, y entender que lo que muchos de los vecinos de varios pueblos de ese territorio hablan es la lengua catalana, con  los modismos particulares de la zona.

La segunda, ya es mas grave. Entre nosotros producto de la inmigración de los últimos años, principalmente desde el Magreb,  convivimos con nuevos vecinos de origen marroquí o argelino, que trabajan y viven entre nosotros empleados en fabricas y sobre todo en labores en el campo. Otros provienen de Gambia, Senegal o Mali.

Le ha faltado tiempo   al vicepresidente de nuestra comunidad autónoma, para arremeter contra el Corán, consecuencia según él,  a través de la Yihab del terrorismo islámico, y hasta ha llegado a romper delante de los medios de comunicación unas hojas invitando al ayuno del Ramadán.

Fanático, lo que se dice fanático, es un rato largo, y probablemente un maleducado. Después, con toda tranquilidad, se proclamará sin despeinarse, un defensor de los valores constitucionales, entre los cuales se encuentra la libertad religiosa.

No es cuestión de hacer en este artículo una discusión sobre teología islámica, pero son muchos los que interpretan la Yihab como un esfuerzo personal para cumplir con los sagrados preceptos, al igual que muchos pasajes de la Biblia no pueden ser interpretados de forma literal.

 Lo que no oirán de este señor, patriota de banderita, son los nombres de varios de nuestros políticos y afamados comunicadores, que trabajan,  como buenos traidores a la patria, para los servicios de información británicos, ni tampoco condena alguna del criminal sionismo al que tan aficionado a dar abrazos es su amado líder, el señor Santiago Abascal. Por último, nunca oirán de estos caballeros la utilización que los servicios británicos y los de los Estados Unidos llevan haciendo de criaturas radicales islámicas, en su propio interés, cuando no han sido creadas por ellos mismos como el Estado Islámico o Alqaeda, como dijera en su día, entre otros, su admirado Donald Trump.

Comportamientos  como los de estos señores son todo un peligro contra nuestra propia y pacífica convivencia.

PD.- Ya me está resultando pesada nuestra ministra de defensa, la señora Margarita Robles, invitándonos un día sí y el otro también a participar en un conflicto contra Rusia. Nadie la va a seguir en su credo otanista, pero la invitamos a que se aliste voluntaria ella y su familia a participar en el frente, más que nada para dar ejemplo. Dudo que lo haga.


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