jueves, 21 de febrero de 2019

En abril, yo voto nulo



Me he dicho, qué hacer en los próximos comicios electorales, qué votar. Para tomar mi decisión, he tomado unas pequeñas muestras de lo que viene sucediendo en los acontecimientos más recientes. Comencemos :

El nuevo partido de la Falange y de las Jons, es decir, Ciudadanos, se ha ido al pequeño pueblo de Amer ( Gerona), de donde es natural Puigdemont, y ha comenzado a arrancar lazos amarillos. Mira que el mundo es grande, pues no, han tenido que ir a una pequeña ciudad de menos de 2.000 habitantes, donde se supone que solamente entre familiares y amigos, el expresidente de la Generalitat debe contar con afectos más que significativos y numerosos. Eso se llama crear, al parecer de los nuevos bárbaros, un clima de convivencia y diálogo.

En otra ciudad de Extremadura ( Mérida por más señas), al advertir los parroquianos de un bar la presencia del ministro de fomento, el socialista señor Abálos, han comenzado a insultarle con expresiones como “rojo” e “hijo de puta”. De entre ellos se ha destacado un policía nacional, y para que no cupiera ninguna duda de que es un “ servidor público”, ha acompañado sus berridos con la exhibición de la placa del cuerpo.

Podría pensarse que alguien está reaccionado ante toda esta avalancha reaccionaria, sin complejos, como a ellos les gusta decir, y ante la nueva inquisición que se nos viene encima, que digo yo. Pero no, giro al otro lado del espectro ideológico, y solo encuentro silencio. Si acaso, siguiendo con estas pequeñas muestras, me encuentro con que el todavía presidente de España, como el primer limpiabotas del imperialismo yanqui, ha reconocido a un tal Guaidó como nuevo presidente de Venezuela. Y aunque leo y releo la constitución de aquel país, me encuentro con que no logro encajar la tal autoproclamación en ningún de sus supuestos por más que haga una interpretación extensiva y generosa de sus preceptos. También veo y compruebo como el secretario general de la ONU y la mayoría de las naciones ( componen la ONU 192 naciones) han rechazado la tal autoproclamación. Pero parece como si nada de esto importara y nadie quisiera darse cuenta de que EEUU otra vez más pretende legitimar una nueva guerra- que ya prepara- después de lo sucedido en Iraq, Libia y recientemente Siria.

Otro de los acontecimientos que observo, se refiere a la causa desencadenante de las próximas elecciones al perder el PSOE el apoyo parlamentario en presupuestos de los partidos catalanes. Quien había osado hablar- solo eso- de autodeterminación a través de una mesa con todos los partidos de Cataluña para dar una salida al conflicto, se ha echado atrás, después de que una enloquecida derecha le apodara de felón, traidor, y no se cuentas lindezas más. Y uno que pensaba que la palabra y el dialogo todavía no estaba prohibida en nuestra actual constitución....

No sé, pero esto pinta muy feo, sobre todo por la inanidad y cobardía de la izquierda parlamentaria. De toda ella, porque si pasamos del PSOE a IU – Podemos, la denuncia de la avalancha reaccionaria que se nos viene encima, se viene haciendo en esta formación con la boca pequeña, tan ocupados como andan con el lenguaje inclusivo y apoyar una próxima huelga, la del día 8 de marzo, que al parecer va a ser lo mas trasversal del mundo, como ahora está de moda decir. No me extrañaría que la citada huelga, pudiera ser apoyada por la presidenta del banco de Santander, toda la oligarquía española y los medios de comunicación al completo que la sirven. Algo que, me reconocerán, ya suena un tanto sospechoso.

Cuando estas líneas redacto, me siguen llegado noticias de clamorosas explotaciones, coacciones y vejaciones a mujeres- muchas de ellas inmigrantes- en la fresa de Huelva y en una conservera de Almería. Seguro que solo son la punta del iceberg de lo que viene sucediendo. Pero hasta el momento, no he escuchado, por parte de los que vienen escondiendo la lucha de clases en un cajón, reacciones contundentes ante estas canalladas.


Vuelvo al comienzo del artículo.

Una vez tomadas las muestras ( habría para reproducir cientos más de ellas, pero no es el caso), concluyo que con los instrumentos partidarios actuales, la izquierda no va a ninguna parte y su fracaso mas estrepitoso se adivina ya en el aire y en muchas encuestas. Se ve a sus diputados incapaces de una reflexión seria y valiente, tan apegados como andan en su temeraria prudencia al sillón, los cargos y las muníficas remuneraciones de las que disfrutan. Es como si, en su comodidad, sintieran aversión por el riesgo, sin que siquiera la tormenta que se anuncia le permita abrir los ojos.

Abril trae negros nubarrones, pero quiero pensar que de las grandes derrotas- la Historia enseña- nacen las necesarias regeneraciones. Y quiero ser optimista de cara a un futuro no muy lejano.

Quizá en un breve plazo pueda formarse un frente amplio, popular y con ideas claras, que inspirado en la tradición clásica, tanto tiempo abandonada por la fuerzas de la izquierda, pueda dar respuestas a los intereses de la mayoría del pueblo. Perseverar en el error de las derivas actuales no lleva a ninguna parte. Es hora por tanto, de rehacer el camino que nunca debió haber sido abandonado.

Yo pienso votar nulo. La abstención es un dato que puede servir a cualquiera para manipular el análisis del resultado electoral, que muchos tememos puede producirse en los comicios de abril. Los votos nulos, en cambio, pueden servir para hacer recuento del descontento contra un sistema desigual e injusto, plantear el debate y hacernos a todos reflexionar con el fin de escoger la estrategia adecuada.








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