Tenía que ocurrir porque ya
se sabe que la peor decisión es la que no se toma. Y es lo que
suele hacer siempre España y su sociedad, no digamos su corrupto y
pútrido cáncer, que algunos denominan nuestra élite, gran parte
de cual suele habitar en el barrio de Salamanca de la capital.
Tuvimos
oportunidad de descolonizar con dignidad el Sahara. No lo hicimos. En
su lugar declaramos al territorio una provincia más de nuestra
nación y a sus habitantes les dimos la nacionalidad española y
carné de identidad- como si fueran de Albacete por ejemplo- y
puestos representativos en la Cortes españolas franquistas como
procuradores. Pero aún hubo mas : muchos de ellos prestaron sus
servicios en las tropas nómadas del ejercito español en el
territorio, algunos hasta con rango de suboficiales.
Yo
soy de esa generación y creánme que resultaba exótico verlos
llegar con las chilabas en la televisión o en el NODO a la sede
parlamentaria de la carrera de San Gerónimo en Madrid.
Cuando
allá a primeros de los años setenta del siglo pasado, unos cuantos
salieron a la calle a protestar en el Aiun para pedir un proceso de
autodeterminación y en lugar de hablar y negociar con ellos, les
sacamos para “ dialogar” como policía antidisturbios a la
Legión. Y claro, el resultado fueron varios muertos y la
consecuencia, un año o dos después, el nacimiento del Frente
Polisario.
Hasta
aquí como siempre, la visión de nuestro servicio diplomático ( y
bien que cobran estos señoritos) fue una vez más una porquería.
Pero aún podíamos llegar a estropearlo con más ahínco. Era
cuestión de perseverar en la estupidez.
Tomó
partido la ONU e hizo las oportunas recomendaciones para descolonizar
el territorio mediante un referéndum de autodeterminación. Con
Franco ya enfermo, el Polisario con alguna acción guerrillera
insistiendo y el gobierno aislado internacionalmente, España se
dispuso a comenzar el proceso. Pero mira por donde aquí apareció en
escena el amigo de los norteamericanos- que no de nosotros- y los
franceses, es decir el criminal rey de Marruecos Hassan II,
reclamando el territorio como suyo. Y fue entonces cuando ambas
naciones, deteniendo el proceso, pactaron llevar el litigio al
Tribunal de La Haya.
Una
vez más se perdió un tiempo precioso y aún así, el Tribunal falló
a favor de España y rechazó las pretensiones históricas marroquíes
que aspiraban a demostrar que los pueblo saharauis habían sido
dependientes del sultanato de Marruecos.
Porque
para que lo sepan- y vuelvo un poco hacia atrás- el criminal Hassan
, el íntimo de los yanquis, ya había asomado la patita en 1957 en
Sidi Ifni ( una guerra de la que nuestro asombroso sistema educativo
envidia del mundo no enseña nada) y lo quería todo para su gran
Marruecos : el Sahara, y hasta parte de Mauritania, Argelia y Mali.
Y respecto de Canarias tampoco le desagradaba el bocado, ni le
desagrada ahora.
Pero
claro, aquí nadie había previsto nada a pesar de que en la guerra
Ifni, nuestros “amigos” no nos vendieron repuestos militares y
sí en cambio nueva tecnología a los agresores marroquíes.
Con
la sentencia del Tribunal de la La Haya y Franco a punto de morir,
se traspasaron los poderes a ese gran patriota de las cuentas en
Suiza y todos los paraísos fiscales posibles, que todos ustedes
conocen. Fue ese el momento en el que el tirano Hassan organizó en
complicidad con sus amigos los yanquis la famosa “ Marcha verde”
sobre el territorio del Sahara. La multitudes se pusieron en marcha (
mas de 350.000 personas) y algunas de ellas blandían la bandera de
las barras y estrellas. Ni se entretuvieron en disimular.
Lo
que sucedió entonces ya todos ustedes lo saben. La CIA en los
momentos difíciles de la Transición española, a cambio de entregar
el Sahara a Marruecos, garantizó su apoyo al buen Rey para ocupar el
trono. Y ni corto ni perezoso el monarca entregó la provincia y a
los españoles que la habitaban a los designios del tirano marroquí
( su hermano, le llamaba)-.
Aún
es el momento en que recordándolo siento profunda vergüenza como
español. Tan aficionados como somos con lo de Cataluña a invocar el
estado de derecho, la ley y la constitución ( a la sazón llamadas
Leyes fundamentales del Reino, que nada menos eran seis o siete, ya
no me acuerdo), entonces no nos importó saltárnoslas todas. Y de
paso, ya que estábamos en estas, también todo el derecho
internacional y las recomendaciones de la ONU.
La
guerra siguió a toda esta ignominia y duró hasta un alto el
fuego, auspiciado por la ONU, pronunciado a principios de los años
noventa del pasado siglo. El convenio fue en aquel entonces el
compromiso de celebrar el referéndum de autodeterminación en el
Sahara. Vano intento pensé entonces si Marruecos va a cumplir su
palabra. Nunca lo ha hecho, ni piensa hacerlo.
Las
armas callaron, después de haber construido Marruecos un muro de
nada mas y nada menos de 2.700 kilómetros que divide a todo el
Sahara, minado y artillado por todas partes.
Hace
aproximadamente seis o siete años como las negociaciones no
prosperaran- se llevaban mas de 20 de negociaciones- asistí en un
local de Lleida junto a un numeroso auditorio a una conferencia de
miembros del Polisario. Allí dijeron los conferenciantes que ellos
los saharauis como hombres del desierto, para ellos el tiempo
discurre de forma distinta a como lo medimos nosotros, lo que es
verdad. Pero añadieron que la paciencia- y ellos confesaron tener
mucha- no era infinita y que un buen día podían reabrirse los
frentes de nuevo.
¿
Qué hizo, qué ha hecho España mientras tanto todos estos años, a
pesar de que la ONU no reconoce la anexión marroquí y sigue
considerando a España la administradora del territorio ? Pues nada,
mirar hacia otro lado como siempre, perdiendo todo su honor, si es
que le quedaba algo de este principio, a la par que varias compañías
españolas de nuestro Ibex hacían negocios en Marruecos, pasando por
la caja del Rey y su Mazjen, es decir todos sus cortesanos corruptos.
Pero
cuando se hacen las cosas mal los fantasmas siempre vuelven. Y la
frase atribuida a varios autores se hace presente : “ los
muertos que vos matáis, gozan de buena salud.”
En estos días por mas que
escondamos la cabeza ha sucedido lo que tenía que pasar : la guerra
ha vuelto de nuevo al Sahara. El muro es atacado constantemente por
el Polisario y Marruecos lo defiende.
Llevamos
varios años sin enseñar Historia a nuestras generaciones, no
queriendo desenterrar a nuestros muertos de las cunetas y adoptando
todas las memeces que nos llegan del imperio, como el Hallowen,
mientras dos de sus bases, que contienen armas nucleares, se
levantan en nuestro suelo.
Todo
tiene un pase y mirar hacia otro lado, o esconder la cabeza debajo
de la almohada tiene un límite. Ya hemos tenido un susto por no
querer reconocer a tiempo la plurinacionalidad de nuestro país. Con
el Sahara puede acabar todo un poco peor.
Estados
Unidos está en declive, la nueva guerra fría con dos potencias
enfrente ( China y Rusia) es ya un hecho y el Sahara puede suponer
un próximo enfrentamiento indirecto a través de otros países.
Marruecos podrido económicamente está en crisis. Argelia apoya al
Frente Polisario y les permite bases en su territorio y detrás de
Argelia puede estar Rusia. Todo demasiado cerca de la península,
Ceuta, Melilla y Canarias.
Cuando
la bestia se sienta herida con el desarrollo de la guerra,
reaccionará como siempre ha hecho : con un nuevo golpe de anexión y
nacionalismo expansivo. Ya está enviando cayucos a Canarias, donde
la presión inmigratoria ya se hace difícil, sacará del baul de
nuevo a Ceuta y Melilla, y España se puede ver envuelta en un nuevo
conflicto muy cerca de sus fronteras. Nuestro gas viene de Argelia en
su mayoría.
Quien
piense que mirar hacia otro lado de nuevo es la solución, está muy
equivocado.
¿
Que alguien puede tomar el toro por los cuernos o hacer algo en favor
de los intereses nacionales ?
Lo
dudo con una clase política mediocre, cobarde y sin principios.
PD.-
Hablando de la Marca España, lo peor que nos pudo ocurrir y nos
puede ocurrir aún es es perder el honor y faltar a nuestra palabra.