Les enseignants que « Le Monde » a interrogés observent les violences urbaines avec d’autant plus d’affliction qu’une large partie des émeutiers sont en âge d’être leurs élèves. Ils décrivent l’amertume et l’humiliation de ceux à qui ils tentent de transmettre les valeurs républicaines. (Titular de Le Monde, hoy mismo, dos de julio de 2023).
Podríamos traducir el texto de la siguiente forma : " los enseñantes franceses interrogados por Le Monde observan las violencias urbanas con enorme pena pues una extensa parte de los amotinados están en edad de ser sus alumnos. Estos mismos enseñantes comentan la amargura y la humillación de aquellos a los que les intentan transmitir los valores republicanos."
Hace tiempo que Francia da señales de descomposición y arrastra, como luego veremos, mal Karma. Son expresiones recientes ( la fiebre) de una infección mucho más grave: los "chalecos amarillos", las violentas protestas por la pensiones y las diversas bombas de relojería, a punto de estallar del todo, que anidan en las " banlieue" de muchas de sus grandes ciudades. No sería extraño, como muchos de los militares galos han venido anunciando, que nuestro país vecino pudiera llegar al extremo de una guerra civil o a un conflicto social de un tamaño tan grave que la rozara.
A lo largo del siglo XIX y no si cierta dificultad, Francia pudo consolidar los valores de la Revolución de 1789 ( libertad, igualdad y fraternidad), pero es lo cierto que nunca logró eliminar del todo la Francia reaccionaria de la Vendée y su alta burguesía, aristocrática e imperial, que pretendiera disputar la hegemonía mundial a Inglaterra en los siglos XVIII y XIX.
Sí, es verdad, los valores republicanos se introdujeron en la escuela pero fuera de ella Francia fue haciendo en el mundo todo lo contrario. El país galo, que ya se había anexionado Argelia, fue uno de los impulsores en 1889 de la Conferencia de Berlín. En ella las potencias europeas, y como principales beneficiarias Inglaterra y Francia, se repartieron con todo descaro África en su provecho colonial. De las explotación de las colonias nació una casta de funcionarios con enormes privilegios y toda una suerte de empresas asociadas a capitales negreros y explotadores que favorecieron la industrialización del país galo ( recomiendo la lectura de Ebano, de Ryszard Kapuscinski ). Poco después, estalló la primera guerra mundial, un conflicto entre las potencias coloniales europeas, las menos favorecidas en el reparto de África ( Alemania) contra las más favorecidas ( Francia e Inglaterra). Había estallado en 1914 la Primera Guerra Mundial. Ya en esta guerra imperialista, por primera vez fueron llevadas a territorio francés tropas reclutadas en los países coloniales, digámoslo así, los primeros inmigrantes. De la mentalidad de la Francia de la época, el clasismo reaccionario sus generales y su burguesía reinante, basta leer antes de la guerra de 1914 a Emile Zola ( caso Deyfrus) y ver posteriormente la magnífica película " Senderos de Gloria". Ya por entonces, los valores republicanos digámoslo suavemente- comenzaban a escasear.
Por eso no es de extrañar, como después de los felices años veinte y antes de comenzar la II guerra mundial, el gobierno francés mirara hacia otro lado ante el ascenso de Hitler en Alemania y traicionara a la II República española en nuestra guerra civil. El indigno trato que dio posteriormente a los republicanos españoles que huían de las tropas de Franco, fue otras de las vergüenzas donde los valores republicanos estuvieron nuevamente ausentes. Pero lo sucedido sólo fue la antesala del triste papel de Francia en la II guerra mundial. Nadie ha levantado mucho la voz pero el país estaba lleno de gente como Petain, colaboracionista del régimen nazi, reaccionaria hasta las cachas y hombres de mentalidad colonial que hasta entonces habían vivido muy bien de la explotación de todas las colonias. Hasta fundaron el régimen títere de Vichy, colaboracionista del régimen nazi y enviaron al frente varias divisiones de soldados a luchar al lado de los alemanes.
De este negro episodio sólo la Francia libre, o una parte de ella, se salvó gracias a patriotas y antifascistas auténticos como los generales De Gaulle y Leclerc que dieron la batalla al nazismo, justo en decirlo con muchos otros franceses de la resistencia. Por cierto y ya que hemos citado el cine varias veces, recomiendo la película "Indigenes", que narra el trato desigual y semiracista recibido por parte de numerosos soldados de origen argelino que lucharon en el conflicto al lado de tropas francesas.
Después de la II guerra mundial llegó la de la independencia de Argelia en 1954, donde la Francia colonial reconvertida en democrática y antinazi por arte de magia, cometió todo tipo de crímenes , abusos y atrocidades contra el pueblo argelino. Finalmente, la mayoría de los colonos franceses, llamados Pied noirs debieron abandonar la colonia ( casi 2.000.000). Fue de nuevo el general De Gaulle el que, llamado de nuevo al gobierno, contra el criterio de toda esa clase social, tomó la decisión de descolonizar Argelia, no sin antes oponerse a todas estos Pied Noirs que intentaron un golpe de estado y fundaron la organización terrorista OAS, sembrando de bombas Francia y casi acabando en atentado con la vida del General Charles De Gaulle ( vean la película Chacal). Un dato : la España de Franco, tan antiterrorista ella, protegió y dio aliento a la mencionada OAS ( Organización del Ejército Secreto).
Finalizada la guerra y en una Francia pujante, que De Gaulle puso en marcha, dotándola de fuerza militar propia, industrializándola, liberándola de bases norteamericanas, y una política soberana y verdaderamente independiente, hubo de recibir numerosa inmigración de sus excolonias, Argelia y Marruecos, a la que también se hubo de dar la independencia por aquellas fechas. El desarrollo industrial lo requería y paralelamente de Gaulle sentó las bases de un estado fuerte y con amplios derechos sociales.
En 1968 De Gaulle sufrió en un episodio oscuro del que un día comentaremos, la conocida como " revolución de mayo 1968"( preludio de toda la falsa izquierda que nos gobierna), y tocado por ella, hubo de dejar el poder muy poco después, casi coincidiendo con su fallecimiento. El Mayo del 68, muy probablemente fuera una "revolución de colores " más, organizada por Inglaterra y los Estados Unidos. No en vano De Gaulle vetó la entrada en la UE de Inglaterra por dos veces consecutivas.
Desde entonces, con algún episodio transitorio como los gobiernos de Chirac ( confeso seguidor del general De Gaulle) , Francia ha ido de mal en peor : Miterrand, un bluf de la izquierda, Giscar de Estaigne un aristócrata muy cercano a esa clase colonial que hemos mencionado, y ya finalmente verdaderos payasos de circo como Sarkosy, Hollande y finalmente el actual Macrón, un pijo parisino, verdadero agente de la banca Rochild.
Ninguno de estos gobiernos ha sabido sacar a Francia de su actual dependencia colonial, que se le acaba por momentos ( ejemplo Mali, Chad, República Centroafricana, etc), y menos todavía de su servilismo lacayuno con la OTAN y los Estados Unidos. Con todos estos gobiernos, Francia ha ido perdiendo independencia y prestigio en el mundo. Recientemente ya en los mercados internacionales solo sabe recoger las migajas que le viene dejando el mundo anglosajón, cuando se las deja.
En este contexto en las principales ciudades de Francia, en estos últimos 30 o 35 años, se han ido formando en sus suburbios verdaderos guetos. El estado francés lo ha permitido con la ausencia de regulación de su política migratoria en los ordenes urbanísticos y sociales, y todo ello ha contribuido a que los habitantes de dichos guetos hayan experimentado, a pesar de haber nacido la mayoría de ellos en Francia y ser franceses de nacionalidad, la discriminación a la que una parte de la sociedad francesa los ha condenado, mucha de ella del ya comentado origen colonial. El ascensor social y las oportunidades en Francia no funcionan igual para un habitante de los suburbios que para el resto de los ciudadanos. Este es un hecho comprobado.
Toda esta población, joven la mayoría, desengañada y desarraigada, pues ya no se reconoce de su linaje de origen, pero tampoco francesa, en gran parte es la promotora de los violentos disturbios de estos días.
Un problemón al que se unen la carencia de líderes en el país galo, más una nación en decadencia que está perdiendo a marchas aceleradas su régimen neocolonial en África ( la francofonía) y por último, del prestigio y soberanía donde dejó De Gaulle a Francia, ya no queda nada. Hoy Francia es una palanganera más de los Estados Unidos, que se limita a recoger las limosnas que el imperio le deja.
Con este polvorín en casa, que no sería de extrañar que acabe tarde o temprano en una revuelta o semiguerra civil ( las bandas de la extrema derecha ya están saliendo a las calles), el estúpido Macrón, obedeciendo a las órdenes del amo, anda enviado todo el dinero y material bélico que puede a Ucrania.
Esos por lo visto son los intereses de Francia.
PD.- Para cerrar el ciclo cinematográfico, no estaría de más, volver a visionar la Batalla de Argel, que versa sobre la guerra de descolonización. Está en You Tube.
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