Leo
en una de las revistas locales de mi ciudad que los alcaldes de
Binéfar, Monzón y Barbastro se van a reunir con el fin de
articular de forma coordinada, junto a sus respectivos concejales de
festejos, diversas actuaciones lúdicas y culturales para los
próximos meses.
Está
bien, aunque sea para estos temas, que se coordinen acciones de las
principales cabezas de comarca de la zona oriental de la provincia.
Pero ya que han empezado a reunirse con foto incluida, como en la
reciente presentación de una revista en la zona oriental de la
provincia, no estaría de más que empezaran a darle más contenido y
calado a estos encuentros.
Ahí
van unas cuentas ideas enunciativas, en absoluto limitativas, de lo
más perentorio.
1.-
Después de los tiempos de Covid, supongo a nuestros munícipes una
preocupación sanitaria por todos sus vecinos, hasta ahora atendidos
en el Hospital comarcal de Barbastro. Y por sino lo saben- que lo
saben- habrá que recordarles que dicho hospital con el mismo número
de población asistencial a su cargo que el de San Jorge en Huesca,
carece de similar número de médicos y enfermeros/as. Si el
Barbastro cuenta con 133 médicos, en el de Huesca, son 202. Si
los/as enfermeros/as son el primer caso 194, en el de la capital de
la provincia ascienden a 279. En las especialidades sucede lo mismo,
en muchos casos dobla San Jorge al Hospital de Barbastro en número
de profesionales.
La
desproporción seguro que a esta fecha habrá aumentado, habida
cuenta en Huesca ciudad, por la naturaleza de su empleo, las
atenciones del hospital de San Jorge en relación a su teórica
población asistencial se suelen mermar, ya que la mayoría de los
funcionarios públicos cuentan con asistencia sanitaria privada, a
través de sus mutualidades ; y en cambio, en la zona oriental, la
instalación de un nuevo matadero, el Litera Meat, ha supuesto una
inyección de habitantes más que notable en la ciudad de Binéfar.
Hoy
mismo, cuando estas líneas redacto, el Hospital de Barbastro cuenta
con 7 ingresos por Covid, siendo el segundo de Aragón en esta
estadística.
Que
la burocracia sanitaria al comienzo de la pandemia, centralizara las
pruebas PCR en San Jorge, no sólo supuso una falta de respeto para
los profesionales del hospital de Barbastro, sino un agravio difícil
de tolerar y todo un desprecio.
Quedamos
a la espera de que los señores tan amigos de lo lúdico y cultural (
a veces a cualquier cosa se le llama cultura), tengan a bien en
próximas reuniones decir algo sobre estos particulares denunciados.
Más, todavía, cuando las listas de espera para intervenciones
quirúrgicas en el Hospital de Barbastro superan de largo a las del
Hospital de San Jorge en Huesca.
La
OMS no descarta para el otoño un virulento rebrote de la pandemia.
Por lo tanto señores munícipes, si ocupan sus puestos en nombre de los vecinos de sus
respectivas ciudades, ejerzan como tales representantes y alcen la
voz en nuestro nombre.
2.-
Les supongo enterados de que en una nueva medida recentralizadora,
los exámenes de carné de conducir que se celebran en los municipios
de la zona oriental, se han vuelto a llevar a Huesca ciudad con la
excusa del coronora virus. Ya verán como si ustedes dejan pasar la
cacicada, esta se consolidará para lo sucesivo.
3.-
Hubo un tiempo en que los juicios de competencia de los Juzgados de
lo Penal, cuyos delitos se hubieran instruido a cargos de los
Juzgados de Instrucción de Fraga, Monzón y Barbastro, se celebraban
en las instalaciones, más que amplias y bien dotadas, del Juzgado de
Instrucción de Barbastro. A tal efecto, el Juzgado de lo Penal con
sede en Huesca, con parte del personal a su cargo, se desplazaba una
vez a la semana a Barbastro.
No
tardó el poder capitalino en mover los hijos en su habitual y
frecuente conexión con Zaragoza y el TSJ de Aragón volvió a
recentralizar la totalidad de los jucios orales en Huesca ciudad.
4.-
Hubo un tiempo aún les parezca mentira que todos los actos de
conciliación en el orden laboral y previos a la celebración del
oportuno juicio oral ante la jurisdicción de lo social, sita en
Huesca a cargo de un solo juzgado, se vinieron celebrando en Monzón,
Binéfar y Barbastro respectivamente según el domicilio de los
demandantes.
Hace
tiempo que esta medida hubo de desparecer, y se centralizó de nuevo
a cargo de una oficina de la DGA en Huesca la celebración de dichas
conciliaciones. Pero no contentos con ello el poder capitalino,
cuando se creó una nueva oficina conciliatoria entre sindicatos de
trabajadores y empresarios, denominada SAMA, con reconocimiento de
sus funciones en los respectivos convenios colectivos de actividad
para conciliar acuerdos, otra vez se fijó su sede en Huesca.
Me
atrevo a decir que bastante mas de la mitad de los litigios laborales
a cargo del juzgado de lo social, sito en Huesca, provienen de la
zona oriental, lo mismo que las conciliaciones previas.
No
es que se solicite- que podría hacerse- que una vez a la semana el
juzgado de lo social se desplazara a las instalaciones de los
Juzgados de Monzón o Barbastro, para celebrar vistas, es que al
menos el SAMA podría hacerlo de la misma forma, en cualquier oficina
que cualquiera de los ayuntamientos de la zona oriental gustosos le
proporcionarían.
Como
he dicho al principio, son solo ejemplos ( hay muchos más) y ya van
siendo hora que nuestros alcaldes, ahora coordinados para menesteres
un tanto informales , atiendan a las demandas principales y más
necesarias, además de justas, de sus respectivas poblaciones.
La
zona oriental supone la mitad de la población de la provincia de
Huesca y en PIB superamos con creces a la zona occidental. Es hora de
empezar a moverse, porque no nos tratan bien y viene de antiguo. Pareciera como si los poderes autonómicos y provinciales hubieran
diseñado un escenario en el que todo el riesgo e industrias
potencialmente contaminantes fueran teledirigidas a la zona oriental
: un macromatedero, la autorización para perforar el suelo en busca
de hidrocarburos y una planta de biomasa, autorizada a instalarse a apenas 600 de
un casco urbano. Por contra los “cogollitos” tecnológicos se
destinan a la capital mediante parques y polígonos de lo mas costoso, pero ni aún así despegan
a pesar de ubicar en los mismos todo tipo de empresas e instituciones
públicas. Lógico, falta en la Huesca ciudad iniciativa y cultura
empresarial, y ni la hay ni se la espera. A más de uno en la capital, le nombras la palabra "industrialización" u "obrero", y desarrolla urticaria.
Del
aeropuerto Huesca Pirineos, ni hablamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario