Lo que el viento se llevó

 

He escrito este artículo para una revista comarcal de mi domicilio en la provincia de Huesca. Trata sobre el PSOE en la mencionada provincia, pero muchos de sus argumentos sirven a nivel nacional para el mismo partido. A propósito, que la citada revista ya me ha censurado el artículo. Su director suele presumir de progresista.

El artículo dice así :

"Con independencia de lo sucedido a nivel nacional en estos últimos comicios del 28 de mayo y, contemplando los resultados de nuestra provincia, puede decirse respecto del PSOE que  ya nada será como antes.

A partir de los años ochenta del pasado  siglo, el PSOE  fue de forma acelerada perdiendo programa e ideología. En los años noventa las agrupaciones de la provincia ya sólo eran organizaciones prácticas y tácticas encaminadas a asaltar o conservar el poder, dependiendo del municipio. Con un breve paréntesis  del PP durante cuatro años, el PSOE a partir de entonces, y no digamos del comienzo de siglo en adelante,  vino ocupando la Diputación Provincial hasta 2023, casi diríamos como un feudo propio e indiscutible, pasara lo que pasara en el escenario autonómico  o nacional.

El partido, la empresa, como alguno de sus militantes la llamaban, fue creando poco a poco, ya finalmente de una forma descarada, una estructura provincial donde a la par que marginó y expulsó a los mejores, promocionó a los peores pero obedientes y más ambiciosos.

Hace ya muchos años  que las conversaciones de dos socialistas que coincidieran en cualquier evento, nunca versaban sobre  política general o propuestas a defender : simplemente, los temas a tratar eran los puestos, las listas y los cargos a repartirse. Los empujones de los unos frente a los otros.

Toda esta estructura provincial, vacía de pensamiento, propuestas e ideología, pudo- ha podido- sostenerse gracias a profundas redes clientelares administradas desde la Diputación Provincial, pues  desde allí, digámoslo, se controló y apacentaron los medios, se subvencionó a todo lo que hizo falta y se repartió juego entre la militancia.

Pero mientras  todo esto vino sucediendo, la militancia- militancia, que no  cualquier aprovechado a la espera de cargo y remuneración, acabó desapareciendo.  Cuando hablabas con un militante, la conversación nunca derivaba hacia propuestas o análisis políticos : todo se reducía a los cargos por ocupar, y las fuerzas con que contaban unos u otros para alcanzar el poder en cada una de las agrupaciones.

Había agrupaciones con magníficos locales, en las que pasabas por su lado y hasta podías distinguir las telarañas : apenas se abrían, salvo para las asambleas de designación de propuestas de candidatos, antes de cada elección nacional, local o autonómica. La vida social interna era inexistente, lo mismo que las compras de libros en sus bibliotecas, cuando las había.

La gente, mejor dicho una parte de importante de ella, de forma errónea tiende a pensar que históricamente todo siempre fue igual, que nada cambia y es más, que nada cambiará.  Pero no es verdad.  El PSOE provincial estaba muerto hace tiempo, hacía muchos años que había perdido el alma para ser exclusivamente un sindicato de intereses.

Lo sucedido sólo ha sido la crónica de una muerte anunciada. La vida es dialéctica, cambio y transformación.  Lo que ahora ha ocurrido ya venía sucediendo ( señales había), sólo que ahora se ha extendido la partida de defunción del cadáver.

Perdida la Diputación Provincial ¿ quién pondrá el alma, la ideología, las propuestas para ser en su día alternativa? Me temo que no habrá nadie. De la vieja guardia, en su día arrinconada, ya no queda nada.

¿ Regeneración ? ¿ Refundación ? Todo es posible, pero servidor  no las ve.".

PD.- Cuando estas líneas termino, me doy cuenta que la primera agrupación del PSOE nació en Monzón y fue sede provincial del partido en Huesca durante un tiempo.  Los peores resultados del PSOE, precisamente se han dado en esta debacle electoral en Monzón, donde el partido casi ha muerto.  ¿ Será todo esto algo premonitorio ?. ¿ o sólo una casualidad?.