Está siendo un verano caluroso y la verdad, no exento de noticias. La miseria moral sigue manifestándose en nuestro país. Leo que de los españoles que han tomado vacaciones ( la mayor parte no puede hacerlo) el 73% lo ha hecho gracias a un crédito bancario. Pones la televisión, la radio o lees la prensa y todo el mundo debate sobre el beso de un tal Rubiales a una jugadora de fútbol femenino, ganadora del mundial. Es tal el escandalo, al que se han sumado políticos, oportunistas y hasta fiscales y grandes empresas, que todo occidente está recogiendo en titulares la noticia. Remato porque los signos de decadencia son infinitos y solo basta fijarse en ellos : en mi pueblo ( 18.000 habitantes) para una plaza de policía local se han presentado 60 personas y dentro de poco, con llegada de otoño seguirá la subida de precios en los alimentos y el combustible ; los estudiantes desplazados a las universidades de las capitales de provincia apenas podrán encontrar no ya un piso en alquiler, siquiera una habitación a precios astronómicos. Y las garrapatas rentistas seguirán chupando la sangre de los productores, pues la vivienda sigue siendo un objeto de comercio y especulación.
Nos dejaran los calores y los desahucios seguirán, como el que hubo no hace mucho con una pobre abuela con dos nietos a su cargo. Los jóvenes con salarios de risa seguirán viviendo en casa de su padres y nadie construirá ni por asomo viviendas sociales, no sea que lo acusen de soviético. Pero eso sí, la creación de instituciones inútiles para colocar a los amigos, subvenciones a ONGs y ampliación de sueldos a la cada vez mas numerosa industria política que tenemos, de eso no faltara de nada. No les quepa la menor duda y mientras tanto nuestra deuda pública sólo hará que aumentar hasta que nos estrangule del todo.
¡ Qué pronto se va a acabar la fiesta ¡ A la misma velocidad que a Alemania ( hasta ahora era quien nos la financiaba ) se le está acabando el gas y el petróleo ruso a precios baratos. Y cuando ya estemos sin el alimento turístico, que está dando síntomas de colapso por saturación y destrozo del medio ambiente y de todo lo que se le ponga por delante, y la pobreza roce, que ya casi lo esta rozando, el 30% de la población, veremos qué pasa aquí, y si los besos son tan importantes, como los índices de paro que tenemos, que son los más altos de Europa, más los porcentajes en que aumentarán.
Cuando llegue la hora de la verdad y el barco europeo se hunda- Alemania en primer lugar-, y nosotros con él, pueden ocurrir dos cosas : que nos dividan en varios pedazos los mismas potencias que históricamente ya lo hicieron para colonizarnos mejor, o que quizá una vanguardia de audaces se levante para construir una nación en serio, o lo que es lo mismo para tener independencia y soberanía de verdad, y no ir haciendo el ridículo con la banderita en la muñeca, en el mundo multipolar que se avizora.
En ese mundo multipolar que se adivina, quizá no tan lejano, las civilizaciones tendrán una oportunidad. España, así como hoy es, y menos dentro de una Europa que se hunde, no tendrá ninguna. España exclusivamente podrán proyectarse en un mundo separándose en primer lugar de todo lo anglosajón y formando parte de una unión de pueblos hispanos, todo lo federal o confederal que se quiera. Es este espacio que hoy se conoce como Latinoamérica, donde España será una entidad más. Será al fin y al cabo la misma oportunidad que se le abre a la América de habla hispana, pues de otra forma las actuales naciones latinoamericanas, no pasarán de ser una republiquitas dominadas por el gigante del norte, como la gran mayoría de ellas son en la actualidad.
A España, y al País Vasco y Catalunya también, en esta nueva comunidad de intereses no sólo les unirá un idioma común, sino también un sentimiento y una forma de entender la vida. La nueva comunidad será fuerte y extensa en territorio, demografía y recursos de todo tipo en abundancia para jugar un papel destacado en el mundo multipolar que está a punto de hacerse presente.
Lo dicho, quedarse en un edificio en ruinas que es la UE y al pairo de los intereses anglosajones supondrá, tarde o temprano, el acabar siendo del todo una urbanización de vacaciones y turismo, un protectorado, dividido en varias taifas.
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