Había dejado para otra y última entrega mi anterior artículo en este blog titulado “ la grave crisis de la Iglesia católica y sus causas”.
Ya expuse de forma muy genérica la causas de que los templos estén cada vez mas vacíos, y las vocaciones sacerdotales sean prácticamente inexistentes, donde ya no es extraño encontrar, al menos en España, al frente de cualquier parroquia a un latinoamericano o africano.
Habíamos comentado que el capitalismo, hoy en fase imperial- terminal, no sólo ha venido ocasionando numerosas guerras y producido injusticias ( sobre todo en el tercer mundo), sino que en las sociedades occidentales ( Estados Unidos y Europa) ha desarrollado todo un programa encaminado a destrozar a la familia, fomentando todo tipo de doctrinas de género y sobre las identidades. Hoy nuestras sociedades occidentales se encuentran con un hombre vacío, sin referencias, perdido , viajando de una parte hacia otra, sin rumbo, hedonista y menos todavía con algún ideal o sentido de la trascendencia.
El hombre que se pretende en Europa sobre todo y Estados Unidos, es un hombre autómata, sin arraigo, tradición ni cultura, y por encima de todo obediente y consumista.
¿Y qué ha hecho la iglesia en esta programación secular de la vida, mientras los jóvenes van de concierto en concierto, bastantes fuman marihuana u otras sustancias, carecen de vivienda y van en patinete ?
Pues la respuesta es sencilla : absolutamente nada. Permeada de subvenciones de todo tipo, no alza la voz, languidece y se va muriendo. Eso, la parte de la iglesia que calla ( que es la mayoría), e ignora lo que sucede y se deja llevar por los acontecimientos, por que la que, digámoslo así, toma la iniciativa, confundiendo la iglesia con una tienda, intenta organizar ceremonias musicales de dudoso gusto y espectáculos atractivos para ganar fieles, huecos y vacíos, y todos contentos. Hasta últimamente se traen a los templos coros de gospel de origen protestante pentecostal, cantando siempre en inglés, por supuesto. Y al lado de todo esto, las tradiciones cristiano-católicas se van orillando en la liturgia, y se deja que el fiel a su conveniencia se confeccione un doctrina propia, muy a la carta. Es decir, lo que resulta molesto, se aparta, o se interpreta la doctrina para hacerlo prescindible. Una copia de la metodología protestante.
Los nuevos teólogos, que son escasos, aconsejan en todo este desvarío, acercarse mucho más a una sociedad presidida “por un hombre que se ha hecho adulto”, sin darse cuenta que lo que ciertos poderes han hecho no es un hombre adulto, sino un hombre contaminado y cada vez menos libre, en un espacio donde la dignidad, lo valores y la justicia están desapareciendo por momentos.
Acercarse a esto y no combatirlo, es suicidarse.
Mala estrategia lleva el vicario de Cristo en la tierra y la organización vaticana. La iglesia está adoptando la peor de sus secularizaciones, renunciado cada vez mas a sus principios. De esta forma va a menos, no así la iglesia ortodoxa o el islam. Ambos credos se han mantenido fieles a sus originales principios y símbolos, y les traen sin cuidado las modas y doctrinas destructoras que los intereses del capital andan difundiendo en occidente, es más, los combaten. Resultado de todo ello es que no pierden fieles, si acaso los incrementan.
Cualquier doctrina, sin sus principios y símbolos no es nada.
A la iglesia católica le está pasando lo que le sucedió al comunismo ortodoxo, el autentico : edulcoró sus principios en forma de eurocomunismo y doctrinas acratoburguesas ; luego se apartó de la lucha de clases y el materialismo histórico, y un buen día devino en nada, aún mas, en un apéndice de los intereses de los imperios y los fondos de inversión, donde los oportunistas vendieron a los trabajadores, a cambio de cuatro puestos bien remunerados por el poder. Ya hacia tiempo que estaban sobrados de traidores en sus filas.
No soy católico, ni siquiera creyente, pero observo a la institución eclesial, que ha durado más de 2000 años. O toma la defensa de la dignidad del hombre en todos sus aspectos, aunque sus estructura pierda las subvenciones del poder, y recupera los valores tradicionales irrenunciables, de su credo, predicando la verdadera libertad del ser humano, o a la institución en occidente no les doy más de 25 años.
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