El núcleo duro de Europa, Francia y Alemania, impulsados por la nunca europea Inglaterra, han comenzado, de la mano de sus actuales líderes, la construcción de la bases y la estrategia para iniciar un nuevo conflicto contra Rusia. Calculan los psicópatas que sus naciones pueden estar armadas suficientemente para conseguir sus propósitos en el 2030. Los dirigentes de estos países son gentuza : Starmer, Macrón y Merz. El primero lleva la batuta y el diseño de la operación, auxiliado por el estado profundo en EEUU ( CIA, FBI, Pentágono, complejo militar industrial, Fondos de Inversión, Hollywood más prensa y televisión y WalStrett) que quiere la guerra y desobedece a Donald Trump, como poder autónomo e independiente que es; el segundo es un degenerado, agente de la banca judía Rochild, que preside un país que en los últimos 150 años ( con la excepción del periodo del general De Gaulle) no ha hecho otra cosa que ser la prostituta de Inglaterra en todas sus aventuras coloniales, recogiendo su parte del pastel, y el tercero, así, sin anestesia, no deja de ser un resentido de la victoria rusa contra el nazismo, no en vano su abuelito querido y elogiado por este sujeto se desempeñó en tiempos de Hitler, como un alto cargo del nazismo. Y si a eso le añadimos que en la actualidad es un agente del fondo de inversión BlackRock, todo ello da la ecuación perfecta, de la basura que es este hombre.
Este señor Merz, dentro de este terceto de indeseables, está siendo utilizado como punta de lanza para el hostigamiento y la escalada- siempre un pasito más- contra Rusia. A este efecto, ha prometido al régimen ucraniano la entrega de los misiles Tauros, lo cuales tienen un alcance de más de 500 kms y por ello pueden poner en peligro no solo Moscú si no también otros puntos sensibles del suelo ruso.
La aparición de sujetos de esta calaña a estas alturas del siglo XXI, ha sido posible en Alemania por varios factores : en primer lugar, por la nunca emprendida desnazificación en la que fuera la República Federal alemana antes de la reunificación. Tanto Estados Unidos como Inglaterra en la posguerra, se sirvieron de muchos de los cuadros militares y policiales de aquel régimen, así como de muchos de sus numerosos científicos. Y en segundo, lugar, porque Alemania, hace tiempo que dejó de ser Alemania. La patria de Goethe, Hegel, Beethoven, Fichte y otros dejó de existir hace tiempo. Ha sido reemplazada desde 1945 por una colonia de los Estados Unidos, plagada de bases militares y una sociedad que es una papilla amorfa de valores culturales americanizados y anglos. El idioma inglés lo preside todo en lo empresarial y ejecutivo, y en ciertos lugares, como los aeropuertos, casi hay que pedir que te hablen en alemán. Basta ver a la señora Von der Layen, que siendo alemana nunca habla en alemán en Europa. Por otro lado, dan ganas de llorar ver los movimientos Trans, LGTBI, y woke de todo tipo, con personajes como ciertos dirigentes de Die Linke, mientras exhibir una bandera palestina es casi delito en país . Por otro lado, el apoyo de toda la clase política alemana al mundo sionista y el genocidio que practica con el pueblo palestino, es más que incondicional. La sociedad alemana, se descompone y hasta han comenzado a aflorar en el país recientemente, determinados movimientos católicos, feministas, woke e inclusivos, que andan fabricando un cisma en la Iglesia católica.
Esta triste nación, hasta hace bien poco, a cambio de perder su alma, al menos gozaba de una reconocida prosperidad, con el fin de servir de barrera y ejemplo, contra la cercana influencia de la URSS. Pero caído el muro de Berlín ni eso resulta ya necesario. Los poderes anglos han volado el Nord Strem, de donde se suministraba Alemania el gas barato de Rusia. Consecuencia de todo ello, la locomotora se ha detenido y los expedientes de regulación de empleo están llegando. La emblemática Wolkswagen corre peligro, y ahora los poderes globalistas quieren usar a Alemana para ponerla a fabricar armamento y en su día utilizarla de ariete, como hicieron con Ucrania, contra el enemigo ruso.
Dio pena y asco hace unos días, ver al nieto del nazi en el despacho oval de la Casablanca, reírle las gracias al patán yanqui, cuando este reconoció que habían sido ellos los que habían habían volado el Nord Strem, construido con dinero alemán.
Lo dicho, un hombre sin dignidad que va a llevar a su pueblo al desastre.
Rusia, tiene muy buena memoria de las últimas aventuras nazis del pueblo alemán. 27.000.000 millones de muertos se lo recuerdan todos los días, de los cuales más de la mitad fueron civiles.
Un dato más, entre otros muchos. En más de 640 aldeas de la URSS, las tropas alamanas y sus aliados colaboracionistas, encerraron a toda su población en la iglesia, y le prendieron fuego por los cuatro costados.
El pueblo ruso no ha olvidado, y más vale que el admirador del nazi abuelito se vaya con cuidado. Si los Tauros son entregados y Rusia ve de nuevo la amenaza alemana, no se lo pensará dos veces: los misiles comenzarán a caer por toda Alemania.
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