Fue hace pocos días, concretamente en el Ateneo de la ciudad de Binéfar (Huesca), donde asistí a una conferencia del ex teniente del ejército español, Luis Gonzalo Segura. En activo estuvo destacado en transmisiones del arma de ingenieros.
Había leído escritos suyos en varias revistas y periódicos. También visioné en su día entrevistas que le realizaron en la TV catalana. Por ellas supe de su expulsión del ejército al atreverse a denunciar varios casos de corrupción en la institución militar. Fue sancionado con tres faltas y según el régimen disciplinario a la tercera, causó baja. Como es normal en este país, que se dice un estado de derecho pero no lo es ( sólo basta ver las numerosas sentencias del Tribunal de Justicia de la UE y del también Tribunal Europeo de Derechos Humanos- TEDH- que enmiendan constantemente a nuestro Tribunal Supremo) algunas de estas faltas se encuentran recurridas en el TEDH pendientes de sentencia.
Servidor sabia de comportamientos graves en la institución, pero la verdad después de escuchar a Luis, sencillo, claro y valiente, quedé a mis años sorprendido e indignado.
No sólo es la corrupción de algunos mandos, que se deja pasar o se sanciona de forma leve, casi nunca con la pérdida o baja definitiva en el servicio, es que lo que sucede con las mujeres militares de todos los grados, que son objeto de acoso y vejaciones por parte de algunos de sus jefes o compañeros, es en muchos casos un escándalo mayúsculo.
Todo lo que expongo lo tiene publicado en uno de sus libros titulado “ En la Guarida de la Bestia”. Se trata de relatos perfectamente documentados sobre trastornados, acosadores, desviados, hasta exhibicionistas, que se contienen o describen en sus páginas, con todo lujo de detalles. La conclusión sobre estos casos es palmaria : cuando hay delito en muchas ocasiones la justicia militar actúa tarde y mal, y eso cuando actúa a pesar de lo reiterado de algunas conductas. Por otro lado, las sanciones disciplinarias derivadas de otras conductas son escasas y de lo más liviano, y sólo en muy contadas ocasiones, se produce la baja en el servicio.
Al lado por supuesto de más que numerosos soldados, oficiales y jefes de conducta intachable, que se reconocen, lo que el autor hace, manejando la estadística, es sacar el promedio de casos denunciados en orden a estas conductas en la institución militar en comparación a los de la vida civil, y así llega a la conclusión que aquéllos son superiores a éstos en sus porcentajes.
Objeto por supuesto de constante persecución por parte del ministerio de defensa el ex teniente ya fue requerido por la Fiscalía del Estado hace un año para que entregara un ejemplar del citado libro. No habrán visto nada delictivo a esta fecha, aseguró en la conferencia - aunque seguro lo habrán buscado con fruición- pues a día de hoy no se ha dirigido querella criminal contra él. Lo que si le ha sucedido, como a todos los enemigos del régimen del 78 ( digo enemigos, no marionetas, supuestos enemigos. que juegan al circo electoral y partidario) es que ha sido varias veces denunciado ( cinco concretamente) por mandos militares como consecuencia de artículos y viñetas que Luis ha publicado en diversos medios. Una de estas denuncias, fue personalmente formulada por la inefable ministra de defensa, Margarita Robles, reaccionaria donde las haya. Ya saben, esa que dijo un día aquello de “ nosotros la clase media “, cuando era magistrada del Tribunal Supremo y debía ganar más de 10.000 euros al mes. Hasta ahora, ninguna de estas denuncias ha prosperado ; pero ya saben, a un hombre como él, señalado como está, pocos les dan empleo, otros han prescindido de sus servicios, y esta litigiosidad mengua todavía más sus escasos ingresos. Éste es sin duda el objetivo de los denunciantes o demandantes: desgastarlo, llevarlo a la ruina civil, anularlo. Los litigios son caros. Las cloacas del estado existen, no les quepa la más mínima duda.
Por cierto, todas las ministras feministas de este gobierno progresista asombro del mundo, vienen guardando un escandaloso silencio sobre las situaciones acoso denunciadas por Luis contra algunas mujeres en la institución militar. Sin ir más lejos, la propia ministra de defensa.
Otro de los libros que comentó en la conferencia fue “ el ejército de Vox”. La conclusión de la publicación es muy clara y prueba lo que muchos ya sabíamos. El porcentaje de simpatizantes de la extrema derecha en los ejércitos alcanza niveles preocupantes. Para ello Luis se ha valido de un examen detallado del voto en cada una de las circunscripciones o distritos electorales donde se ubican los principales acuartelamientos y viviendas militares. Los datos que contiene el libro son científicos y no dejan lugar a ninguna duda de cual es la composición ideológica mayoritaria de nuestros militares profesionales.
Acabo.
Con toda valentía Luis nos hizo saber que la mayoría del ejército es golpista y no le faltan ganas para ello, sobre todo a muchos generales como pudimos ver en los grupos de wasap recientemente denunciados ( fusilando españoles, ¿ recuerdan? ) o en los apoyos con más de mil firmas al mismo Franco. Para una mayoría más que importante de nuestros jefes militares, los que nos gobiernan son los social comunistas, aunque haya que echarle imaginación para llegar a estas conclusiones.
Según Luis, y lo dijo con toda su crudeza, solo nuestra pertenencia a la UE les impide por ahora intentar la aventura, pues ganas no les faltan. La preocupación viene, según él, de un cambio de escenario, de que en un momento determinado la extrema derecha pudiera hacerse con algunas países en Europa : El Frente nacional en Francia, la Alianza por Alemania, en el país teutón ; son sólo ejemplos.
En ese caso, el peligro sería real y no imaginario.
Es la consecuencia, añado yo, de no haber depurado a la salida de la dictadura varias instituciones : la policía donde el problema es similar ( ni siquiera se depuró a la criminal Brigada político social), la judicatura ( ni siquiera se depuró al Tribunal de Orden Publico ) y el mismo ejército y sus academias militares.
Una conferencia en suma muy ilustrativa, pero en cierta forma preocupante.
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