Cercanas las elecciones municipales y autonómicas en mi país, España, he visto a través de Facebook, la presentación de un político, representante de un partido mayoritario de ámbito nacional, para alcaldía de una ciudad vecina a la mía de unos 17.000 habitantes.
Su intervención ha durado apenas 3 minutos. La puesta en escena perfecta, el ayuntamiento de fondo, y el caballero bien vestido y sus gesticulaciones de lo más estudiadas. Andaba, pero se notaba que leía, casi seguro que el asesor le había escrito el mensaje. La forma perfecta, sólo que al final, analizando el contenido del mensaje, NO HABIA DICHO NADA. Todo eran frases ambiguas y abstractas, bonitas, pero carentes de esencia : que si había que hacer un gran debate en la ciudad para conocer sus problemas y que a esa misma ciudad, que identificaba como una marca, había que posicionarla de forma favorable en todo tipo de instituciones...
Maravilloso. A esto hemos llegado en España y en Europa. Se trata del modelo de político de nuestros días, presente en todos los partidos. Vacío por dentro, vacío por fuera. Todo marqueting y frases huecas. Pero en cuanto puede se pone un sueldo, o se lo mejora si ya lo disfruta, y nunca, nunca, se compromete a nada y menos aún corre el más mínimo riesgo por cualquier causa, por justa que sea.
Las elecciones son el 28 de mayo. Ese día con mi señora me iré a comer una paella a la playa. Un consejo : no participen del circo, al que llaman democracia, pero no lo es.
Ese día ganarán las elecciones, los que nunca se presentan a ellas : El Ibex 35 y los altos cuerpos de funcionarios del estado. Y por encima de ellos las multinacionales a través de la UE y los Estados Unidos de América. Somos una colonia, un país sin soberanía y sin ella, ni siquiera existimos, por mucha banderita que pongamos en cualquier lugar, en el vehículo y en nuestras pulseras.
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