jueves, 11 de agosto de 2022

La cuestión catalana en medio de una UE, que puede perfectamente desaparecer

He querido dedicar este artículo a mis vecinos catalanes. Soy aragonés, como muchos de ustedes saben, y aunque respetuoso con el derecho de autodeterminación de los pueblos, incluido el catalán por supuesto, durante mucho tiempo albergué la esperanza de que España tuviera remedio como un ente plurinacional, moderno, justo y soberano.

Hoy viendo al patán de rey que nos gobierna, me he vuelto a ratificar  : no hay nada, pero nada que hacer.

El sujeto no se ha levantado, al contrario que el resto de los dignatarios de Latinoámerica, ante  paso de la espada de Simón Bolívar. Con independencia del examen  histórico de la figura de Bolivar, pues hasta él mismo reconoció a su muerte haber cometido  varios y graves errores, es innegable el respeto que genera  en los pueblos de la América Latina.

Un agravio más de Felipe VI, junto al  " porqué no te callas" del sinvergüenza profesional de su padre y las actitudes de nuestras multinacionales ( Telefónica, Endesa, etec) aliadas en el continente con lo peor y más corrupto de las elites locales, autoras de graves destrozos en el medio ambiente o impositoras de  precios abusivos en régimen de monopolio a sus respectivas poblaciones.

Hoy en día, gracias a todas estas actitudes, la natural simpatía  entre los pueblos hispanos y la que fue su metrópoli se encuentra un tanto deteriorada. Lo mismo ocurre con los países árabes,  después de nuestra entrega a los intereses de Israel, que para mayor agravio se ha constituido en uno de los protectores de Marruecos, país este que tarde o temprano nos acabará dando un disgusto.

Y es que el proyecto de España, si es que le quedaba alguna viabilidad después del desastre de 1898 y la guerra civil en el siglo XX, más la dictadura que le siguió, pasaba desde su propia soberanía por ser un eje y puente con los países hispanos y el mundo árabe, sin perjuicio de su relación con Europa.

Así mismo, el proyecto de nación pasaba igualmente por reconocer  a España como un ente plurinacional, respetando la diferenciación  real de sus respectivos territorios.

Nada de eso sucedió ( ahora se ve con mayor claridad) y la salida de la dictadura fue una patada hacia adelante en forma de constitución tramposa, que apenas alteró el régimen anterior y sus instituciones, entregándonos a Europa y a un más que dudoso proyecto institucional en el continente. 

En lo externo, ya veremos qué es lo que  nos sucede cuando esta UE acabe de suicidarse tal como está haciendo al dictado de los intereses de EEUU, pues es muy probable que  en breve el ejemplo inglés sea seguido por otros muchos países, más todavía gracias a  la mediocridad y altanería que se guisa en la burocrática Bruselas.

Con la ruina de Europa, España se quedará sin su principal cordón umbilical después de fiarlo todo a una sola carta  y haber desatendido al mundo árabe y Latinoamérica

En lo interno, por otra parte, Madrid, ha impedido la federalización de España, y  como una aspiradora, ha vaciado la España interior y perjudicado a la periférica, levantándose de nuevo como el obstáculo principal  para la construcción de un país moderno y serio.

Madrid hoy en día, reforzando su papel, mucho más que con la dictadura, es  la corte de los conseguidores,  de  los lobbys empresariales viviendo del presupuesto público, de los  funcionarios del alto rango, corruptelas diversas y periodistas vendidos. Este es el modelo de Madrid, el cual  impedirá, de hecho ya lo impide, ( les va la vida en ello) la construcción de una España moderna y justa con sus ciudadanos y sus pueblos.

Cualquier cosa puede pasar cuando Europa nos deje colgados con la brocha en la mano. Y pienso que entonces volverá ( nunca se fue) el conflicto de Catalunya. Hoy mismo,  por encima de una clase política catalana como la actual, tremendamente apegada al cargo político y  a la prebenda autonómica muy bien pagada, el sentimiento del pueblo sigue ahí intacto e igual sucede con el agravio comparativo.

En Catalunya vendrán otros líderes con las ideas mucho más claras y saldrán del pueblo. 

España sin afrontar en serio ninguno de sus males y problemas, dominada como sigue por una oligarquía a cuyo frente se encuentra una corrupta monarquía, con una megacapital freno y retardataria de España misma, seguirá sin ofrecer una alternativa justa e ilusionante para los pueblos de España.

Sin  la UE estaremos como al principio de la Transición, pero peor

Y entonces, como ahora, la inamovible estructura del estado español, incapaz de reformarse,  seguirá siendo un horizonte no deseado para los catalanes y otros pueblos de la península.

Lo que está a punto de suceder en nuestro entorno geográfico, en medio de un mundo multipolar que nace, a todos nos afectara.



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