Europa y España salen del letargo y comienzan a preocuparse ante la grave crisis que ya planea sobre nosotros : inflación desbocada, precios de la energía por la nubes, endeudamiento disparado, déficit crónico en las cuentas públicas, principios de escasez en algunos insumos, detención o más que leve crecimiento económico ( en algunos países recesión) y para colmo, una clase política inmoral y mediocre que a toque de corneta de los Estados Unidos nos va meter en una guerra, que dios quiera que se no sea nuclear.
Pero si ya el letargo anterior de la opinión pública resultaba preocupante, el despertar tiene todas las trazas de un enfermo todavía convaleciente. En efecto, veo un cartel anunciador de movilizaciones en Paris y dice : "contra la histeria sanitaria, financiera, energética, geopolítica. Stop a la histeria generalizada. Stop a la incompetencia política. Queremos vivir".
O sea, estos señores todavía piensan que las cosas suceden por casualidad y los males devienen de la competencia o incompetencia de unos cuantos políticos, que ahora mismo, les están impidiendo vivir relajados en su sociedad muelle y consumista.
Nadie osa decir todavía que la crisis actual no es más que la fase final de un capitalismo en su fase imperialista, que, tomando como metrópoli a Europa y el mundo anglo ( Estados unidos, Inglaterra, Australia y Canadá ), ha venido saqueando al tercer mundo y ahora necesita a la guerra para evitar que otras potencias emergentes le impidan seguir con el saqueo y explotación de lo pueblos.
Los manifestantes franceses deberían saber algo de eso. Lo digo por la colonial política francesa desarrollada en muchos países africanos ( Francofonía) y sus especiales relaciones con las tiránicas monarquías árabes.
Por aquí, en España, sucede algo similar aunque con más anestesia. En nuestro caso, ni siquiera se hace preguntas. Cada cual a lo suyo, como en la "España invertebrada" de Ortega.
Hasta ahora la única marcha contra todo lo que sucede ( aumento del presupuesto en gastos militares e inflación) ha sido una manifestación en Madrid exigiendo el sostén y disfrute de las pensiones públicas. Un tiempo antes hubo algo similar : una manifestación de funcionarios exigió el acomodo de sus salarios al coste de la vida.
No estoy en contra, ni muchísimo menos, de que las pensiones públicas sean revalorizadas por el IPC, y lo mismo digo de los empleos públicos. Pero me llena de desazón, que gran parte de estos sectores sociales ( me refiero a los tramos altos de la pensiones y los salarios públicos), que tan bien cultiva electoralmente el gobierno de turno, se estén olvidando absolutamente de que, salvo los sectores y empleos vinculados al IBEX 35 y la industria política, el resto de la sociedad lo está pasando muy mal, en especial la juventud, con salarios más que bajos, empleos precarios y sin poder acceder a la vivienda, ni en propiedad, ni en régimen de alquiler.
El aumento de los salarios para el sector privado, con una inflación del 10%, no va pasar del 3%, gracias a unos sindicatos comprados a base de subvenciones. De los autónomos, ya ni hablo. Hace tiempo que se ha extendido el " salvase quien pueda".
En síntesis, la protesta ( por llamarla de alguna forma) sigue sin enterarse de la que viene y no acierta en el diagnóstico.
El problema ( a ver si el personal quiere irse enterando) se llama neoliberalismo, la Unión europea y la OTAN, es decir, Estados Unidos y el mundo anglo, junto a sus lacayos europeos.
De los lacayos, europeos el mayordomo jefe se llama Pedro Sánchez
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