Ya lo escribí hace un tiempo en este mismos blog.
Se llamaba Zoya Kosmodemianskaya. Tenía 18 años y fue partisana rusa actuando contra los alemanes en su retaguardia durante la Segunda Guerra mundial. Descubierta y apresada en una aldea por las tropas nazis, fue violada varias veces, torturada y golpeada hasta el infinitivo, vejada, pero no confesó ni delató a sus compañeros de armas. Cuando una mañana fría fue llevada al patíbulo para ser ahorcada, tenia los pies descalzos y nevaba. Los vecinos de la aldea rusa fueron convocados para ver el espectáculo y las bestias de la unidad alemana que la detuvo y torturó, se aprestaron todo contentos con sus cámaras fotográficas entre risas para inmortalizar el espectáculo.
Zoya, antes de morir, se dirigió a sus vecinos de aldea y a sus verdugos, y les digo algo así como " no podréis con todos nosotros, mis compañeros me vengaran". Y así fue: Stalin en persona dio la orden de que que aquella unidad militar alemana, la que asesinó y torturó a Zoya, fuera considerada como maldita, y su exterminio orden prioritaria. No habría piedad, ni prisioneros con sus componentes.
La declaración y orden fue cumplida con exactitud. Al final de la guerra, de aquella unidad militar, mejor dicho de aquella inmundicia, no quedó ni uno solo de sus componentes vivos.
Hoy Zoya es una de las heroínas de la Gran Guerra Patria, su estatua se levanta en el metro de Moscú y otras ciudades rusas, así como en varias ex republicas de la URSS.
Pues bien, recientemente las nuevas inmundicias ucronazis representadas por el liberticida ( ha prohibido a todos los partidos políticos opositores y encarcelados a varios de sus dirigentes) y corrupto hasta las cachas Zelensky, derribaron varias de estas estatuas levantadas también en Ucrania. Y no contentos con ello, ha trascendido ( hasta en medios de la propaganda occidental, que son más del 98 % de los existentes) que otra unidad ucronazi en el actual conflicto, tomó nueve prisioneros rusos y a continuación, después de acostarlos en el suelo, uno a uno los fue asesinando por la espalda, incluidos los heridos.
Todo esto lo sabemos, porque las nuevas inmundicias que perpetraron el crimen subieron las imágenes a las redes en un video. En las imágenes se les vio a todos contentos y alegres, pues varios de ellos se dejaron ver con este talante. Antes, fueron las cámaras fotográficas de los asesinos que llevaron a Zoya a la horca, como si el acontecimiento fuera un souvenir turístico, ahora han sido los videos de los joviales asesinos de los prisioneros rusos en las redes. La historia se repite.
Pero la historia ha comenzado a repetirse del todo. El ministerio de Defensa ruso, ya tiene identificados en apenas 24 horas a todas las inmundicias participantes en el crimen, y cuando escribo estas líneas ya ha sido eliminada una de ellas. Por su parte, la inmundicia principal, el títere Zelansky, anda ocultando como puede a los asesinos y por supuesto las furcias mediáticas de occidente viene ocultando todo lo sucedido, relativo a su búsqueda y exterminio.
Pero no les valdrá a Zelenkski ni a los asesinos de los prisioneros. Al igual que sucedió con los asesinos de Zoya, tarde o temprano, serán localizados y exterminados.
Los asesinos de Zoya no pasaron de 1945. Con el criminal colaboracionista ucronazi Stepán Bandera( autor del asesinato de mas de 1.500.000 judíos, polacos y comunistas, y héroe declarado de la actual Ucrania) se tardó un poco más, pero fue eliminado en las calle calles de Munic ( la Alemania occidental le había dado cobijo) en el año 1959.
No tengo ninguna duda de que los asesinos de los prisioneros rusos, serán eliminados, más pronto que tarde, y no habrá hueco o lugar donde puedan esconderse.
Cuando esto suceda, seguro que se respirará mucho mejor.
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