Me
he dicho, qué hacer en los próximos comicios electorales, qué
votar. Para tomar mi decisión, he tomado unas pequeñas muestras de
lo que viene sucediendo en los acontecimientos más recientes.
Comencemos :
El
nuevo partido de la Falange y de las Jons, es decir, Ciudadanos, se
ha ido al pequeño pueblo de Amer ( Gerona), de donde es natural
Puigdemont, y ha comenzado a arrancar lazos amarillos. Mira que el
mundo es grande, pues no, han tenido que ir a una pequeña ciudad de
menos de 2.000 habitantes, donde se supone que solamente entre
familiares y amigos, el expresidente de la Generalitat debe contar
con afectos más que significativos y numerosos. Eso se llama crear,
al parecer de los nuevos bárbaros, un clima de convivencia y
diálogo.
En
otra ciudad de Extremadura ( Mérida por más señas), al advertir
los parroquianos de un bar la presencia del ministro de fomento, el
socialista señor Abálos, han comenzado a insultarle con expresiones
como “rojo” e “hijo de puta”. De entre ellos se ha destacado
un policía nacional, y para que no cupiera ninguna duda de que es
un “ servidor público”, ha acompañado sus berridos con la
exhibición de la placa del cuerpo.
Podría
pensarse que alguien está reaccionado ante toda esta avalancha
reaccionaria, sin complejos, como a ellos les gusta decir, y ante la
nueva inquisición que se nos viene encima, que digo yo. Pero no,
giro al otro lado del espectro ideológico, y solo encuentro
silencio. Si acaso, siguiendo con estas pequeñas muestras, me
encuentro con que el todavía presidente de España, como el primer
limpiabotas del imperialismo yanqui, ha reconocido a un tal Guaidó
como nuevo presidente de Venezuela. Y aunque leo y releo la
constitución de aquel país, me encuentro con que no logro encajar
la tal autoproclamación en ningún de sus supuestos por más que
haga una interpretación extensiva y generosa de sus preceptos.
También veo y compruebo como el secretario general de la ONU y la
mayoría de las naciones ( componen la ONU 192 naciones) han
rechazado la tal autoproclamación. Pero parece como si nada de esto
importara y nadie quisiera darse cuenta de que EEUU otra vez más
pretende legitimar una nueva guerra- que ya prepara- después de lo
sucedido en Iraq, Libia y recientemente Siria.
Otro
de los acontecimientos que observo, se refiere a la causa
desencadenante de las próximas elecciones al perder el PSOE el
apoyo parlamentario en presupuestos de los partidos catalanes. Quien
había osado hablar- solo eso- de autodeterminación a través de una
mesa con todos los partidos de Cataluña para dar una salida al
conflicto, se ha echado atrás, después de que una enloquecida
derecha le apodara de felón, traidor, y no se cuentas lindezas más.
Y uno que pensaba que la palabra y el dialogo todavía no estaba
prohibida en nuestra actual constitución....
No
sé, pero esto pinta muy feo, sobre todo por la inanidad y
cobardía de la izquierda parlamentaria. De toda ella, porque si
pasamos del PSOE a IU – Podemos, la denuncia de la avalancha
reaccionaria que se nos viene encima, se viene haciendo en esta
formación con la boca pequeña, tan ocupados como andan con el
lenguaje inclusivo y apoyar una próxima huelga, la del día 8 de
marzo, que al parecer va a ser lo mas trasversal del mundo, como
ahora está de moda decir. No me extrañaría que la citada huelga,
pudiera ser apoyada por la presidenta del banco de Santander, toda la
oligarquía española y los medios de comunicación al completo que
la sirven. Algo que, me reconocerán, ya suena un tanto sospechoso.
Cuando
estas líneas redacto, me siguen llegado noticias de clamorosas
explotaciones, coacciones y vejaciones a mujeres- muchas de ellas
inmigrantes- en la fresa de Huelva y en una conservera de Almería.
Seguro que solo son la punta del iceberg de lo que viene sucediendo.
Pero hasta el momento, no he escuchado, por parte de los que vienen
escondiendo la lucha de clases en un cajón, reacciones contundentes
ante estas canalladas.
Vuelvo
al comienzo del artículo.
Una
vez tomadas las muestras ( habría para reproducir cientos más de
ellas, pero no es el caso), concluyo que con los instrumentos
partidarios actuales, la izquierda no va a ninguna parte y su
fracaso mas estrepitoso se adivina ya en el aire y en muchas
encuestas. Se ve a sus diputados incapaces de una reflexión seria
y valiente, tan apegados como andan en su temeraria prudencia al
sillón, los cargos y las muníficas remuneraciones de las que
disfrutan. Es como si, en su comodidad, sintieran aversión por el
riesgo, sin que siquiera la tormenta que se anuncia le permita
abrir los ojos.
Abril
trae negros nubarrones, pero quiero pensar que de las grandes
derrotas- la Historia enseña- nacen las necesarias regeneraciones.
Y quiero ser optimista de cara a un futuro no muy lejano.
Quizá
en un breve plazo pueda formarse un frente amplio, popular y con
ideas claras, que inspirado en la tradición clásica, tanto tiempo
abandonada por la fuerzas de la izquierda, pueda dar respuestas a los
intereses de la mayoría del pueblo. Perseverar en el error de las
derivas actuales no lleva a ninguna parte. Es hora por tanto, de
rehacer el camino que nunca debió haber sido abandonado.
Yo
pienso votar nulo. La abstención es un dato que puede servir a
cualquiera para manipular el análisis del resultado electoral, que
muchos tememos puede producirse en los comicios de abril. Los votos
nulos, en cambio, pueden servir para hacer recuento del descontento
contra un sistema desigual e injusto, plantear el debate y hacernos a
todos reflexionar con el fin de escoger la estrategia adecuada.
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