sábado, 5 de agosto de 2023

El incierto futuro de Europa

Europa se cae y con ella la UE. La economía alemana  ya se encuentra en recesión técnica. No es de extrañar, el petróleo y gas ruso a buen precio está dejando de manar, algo esencial para la fabricación  de las manufacturas de este país, que por otra parte son la llave de su industria exportadora. Al mismo tiempo, la que fue locomotora alemana se ve obligada a comprar gas licuado de los Estados Unidos, a precios muy superiores al ruso o peor aún petróleo a China a altos precios, pues previamente se lo ha vendido Rusia a esa nación oriental. Las mentes incompetentes y xenófobas, que gobiernan el país teutón ya no lo pueden hacer peor, y fruto de todo ello AFD ( Alternativa por Alemania) sube como la espuma. En varios Länder son la segunda fuerza. Mi pronóstico es que dentro de poco pueden ser la primera, y la democrática Alemania ya está pensando en prohibir a esta formación política. Es lo que sucede en el bello jardín de Borrell :  la discrepancia que inquieta, se elimina. 

Ayer mismo visione un video de AFD. El mensaje era claro : unos hombres de negro llegaban a un hogar alemán medio, colocaban el retrato del presidente ucraniano Zelensky y se lo llevaban todo ( sofá, Tv, la vajilla etc), hasta los pendientes  de la pobre ama de casa. El anuncio está triunfando, pues no solamente Alemania compra el gas más caro  en su perjuicio y beneficio de EEUU, sino que además Alemania se pasa el día suministrando armamento y financiación, que nunca recuperará, a favor de Ucrania. En consecuencia, el crecimiento se detiene, los intereses suben y la inflación no se acaba de ir. 

El otro país, sustento y base de la UE es Francia. Contrariamente a lo que se cree, este país es todavía a la fecha tan imperialista y colonial como Inglaterra o los mismos Estados Unidos. Gran parte de la riqueza  francesa se apoyó  y apoya en la explotación de sus neocolonias en África, conocidas como la FranceAfrique o en términos de lenguaje como la Francofonía.

En ese extenso territorio Francia ha impuesto su propia moneda, el Franco CEFA, que controla su banco nacional, a la par que saquea los recursos de estas desgraciadas naciones, comprados a precio de ganga, gracias a las corruptas elites que los gobiernan, pero que a la postre no son más que los títeres de la metrópoli.

Alguno hubo que se levantó contra todo este atropello como Thomas Sankara en Burkina Faso, pero pronto fue asesinado en 1987, como también le sucediera al líder opositor Ben Barka en Marruecos también con colaboración o connivencia de  Francia.

Y allí seguía le metrópoli tan feliz, presumiendo de sus valores republicanos mientras explotaba a sus colonias. Pero hete aquí que el mundo está cambiando y han aflorado otras potencias, como Rusia y China, lo que ha supuesto el pistoletazo de salida para liberarse de las cadenas. Ya lo han hecho Burkina Faso, Malí, Guinea y recientemente Niger. Por su parte la vecina Argelia, que  trágicamente hubo de sufrir hasta los año sesenta del pasado siglo el colonialismo francés, se apresta a la apoyar a todas estas repúblicas  africanas de las amenazas que ya les lanza la misma Francia y sus ya escasos títeres en Africa.

No me cabe la menor duda que prácticamente toda la France Afrique se quitará de encima muy pronto el yugo colonizador francés y hará desaparecer las bases militares que aún conserva el país galo en varios de estos territorios, con la excusa de la lucha  en el Sahel contra Alqaeda y el Estado Islámico ;  como si todos no supiéramos  ya que estas organizaciones son llevadas de un lugar para otro  y utilizadas por Francia, Inglaterra y EEUU a su conveniencia, como ocurrió recientemente en Siria, para justificar sus intervenciones.

Mal panorama se le viene a Francia, pues además de sus conflictos internos ( Chalecos amarillos y revueltas en sus suburbios), se va a ver privada de muchas materias primas conseguidas a precio de saldo. Entre ellas de una parte importante de su uranio- alimentación de sus numerosas  centrales nucleares- que expoliaba en Niger.

Tanto Alemania, como Francia, son en realidad una sucursal de los estados unidos. Y sus poblaciones no sólo lo saben, sino que dentro de poco lo van a sufrir-  sino lo están sufriendo ya- en sus economías domesticas.

Por su parte, la Europa del este, con Polonia y las naciones bálticas ( estas últimas, verdaderas lavadoras de dinero y blanqueo de capitales) de europeas ya no tienen nada : son en realidad la punta de lanza agresiva contra Rusia, con la que cuentan los Estados Unidos e Inglaterra. En estos momentos, ya solo esperan la orden de intervenir contra la Federación Rusa ante el cercano  y total agotamiento ucraniano. Tendremos suerte si nos nos arrastran a todos a un conflicto armado de imprevisibles consecuencias.

Cuando estas tres patas caigan o se tambaleen, veremos lo que harán los países mediterráneos, hasta ahora enchufados a la manguera financiera del BCE, que depende de la locomotora alemana.

Probablemente se queden sin escalera y colgados de la brocha, al igual que la mayoría de la carísima y numerosa estructura  funcionarial de la UE, que entre todos sostenemos en Bruselas.




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