viernes, 26 de enero de 2018

Todo vale contra Puigdemont

Otra vez el ridículo.  Ya lo hizo nuestra politizada justicia dejando en suspenso la euroorden para detener a Puigdemont. Temieron nuestros jueces que un país europeo moderno y democrático como es Bélgica, la denegara. Los jueces belgas  debían examinar si existía en su legislación el delito de rebelión del que se le acusaba y por otra parte, si se habían seguido hasta aquel momento las garantías debidas en el proceso que se le había incoado. Luego después ( y ya van dos) los perros de presa de la Fiscalía pidieron la nueva activación de la euroorden al Tribunal Supremo, con ocasión del viaje de Puigdemont a Dinamarca. El Tribunal la volvió a denegar, temeroso de  otro fallo en contra de la Justicia danesa.

El derecho a la carta, incumpliendo de paso la obligación de perseguir al " delincuente". A eso le llaman Estado de Derecho. Hay más : como un preso preventivo ( eso es lo que le ocurriría si pisara suelo español  el tal Puigdemont) que no ha sido  juzgado ni condenado, goza según la constitución española de todas sus derechos políticos- votar y ser elegido- más que nada porque le ampara hasta la sentencia firme la presunción de inocencia, se pone en marcha la maniobra para que no pueda ser votado por el Parlament catalá a la presidencia de la comunidad autónoma.

Dicho y hecho. El fraude de ley es más viejo que la tos, y está proscrito por nuestro ordenamiento jurídico ( art. 6.4 del nuestro Código Civil). Pero da igual. Se anuncia que la investidura debe ser presencial y no telemática, algo que la ley no prohíbe y los letrados de Parlament, que no bajarán de 100.000 euros año y se aprestan a conservar sus " puestetes", informan desfavorablemente la propuesta. Ya saben como se las gasta el gobierno y su Tribunal Supremo y  no quieren correr riesgos, con tanto preso político. Pero como su informe no es vinculante, el gobierno catalán se dispone a investir a su presidente y se pone en marcha entonces  la segunda medida. El gobierno, utilizará de nuevo al Tribunal Constitucional para sus propósitos. La mera interposición del recurso de constitucionalidad por parte del gobierno contra actos de las comunidades autónomas, si es admitido simplemente a trámite, prevé automáticamente según su ley orgánica ( artículos 76 y 77 de dicha ley) la suspensión provisional del acuerdo del Parlament y listo. Nada le importa al gobierno, y a la histérica Soraya de Santamaria, que el dictamen consultivo del Consejo de Estado, haya informado que tal recurso no es acorde a derecho y no debería prosperar. Ella a lo suyo. Eso se llama prevaricación, pero no importe, la cruzada anticatalana lo merece todo y se dispone a hacerlo, según ha manifestado.

Y en estas estamos. Todo el país, del Segre en adelante, contra Puidemont. Si este hombre, se diera un paseo por Huesca, Soria, o Sevilla y no digamos por Madrid, se le insultaría, escupiría y seria objeto de todo tipo de violencias. Hasta participarían en el linchamiento aquellos a los se ha rebajado el salario, los que están en el paro, los que han visto mermada su  derecho a la percepción de dependencia y hasta los desahuciados en su vivienda por los bancos ; mientras Gurteles, bancos y constructoras siguen robando sin ningún pudor.  La banderita lo tapa todo. De este climax  se han encargado los medios de comunicación, la derecha patria, y el silencio cómplice de los partidos que se dicen de izquierdas. Sí, esos, que antes de un año nos llenaran de promesas para que les votemos, con el "sano" objetivo de que nada cambie  y todo siga igual.

En Europa ya nos conocen. Hemos vuelto a gritar " vivan las caenas" como hicimos con Fernando VII, que lo primero que hizo fue abolir la primera de nuestras constituciones, la de Cádiz de 1812, cerrar la Universidad a la primera revuelta estudiantil y abrir una escuela de tauromaquia. Ya van dos países, donde hemos hecho el ridículo ( Bélgica y Dinamarca). Claro que allí hay jueces y no lacayos. Sólo que hasta Europa, liderada por Alemania, le interesa que sigamos así un tiempo, concediéndonos deuda infinita con la que hemos comenzado a pagar nuestras pensiones.

A la primera crisis financiera internacional, que ya se acerca, Alemania cortará el grifo del crédito y la juerga se acabará de repente. Ya veremos si entonces la histeria se llamará Piugdemont.


PD.- Sobre lo de la investidura telemática, solo diré que como abogado hace unos meses mi cliente resultó imputado en un juzgado catalán por un determinado delito. Como reside en Aragón, fue telemáticamente interrogado en un juzgado aragonés por el Juez catalán, y no solo por él, sino por el Fiscal y todas las partes del proceso, incluida su defensa. Duró el interrogatorio, con todas las garantías, más de una hora. Felizmente, el juez catalán decidió sobreseer la causa y ya no está imputado. Ya se ve, para unos sí, que es lo habitual, contra otros ( otro en este caso) ni agua.





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