jueves, 25 de julio de 2019

La votación de investidura


Cuando estas líneas escribo, no sé si Unidas Podemos votará la investidura del  PSOE, o no. Si vota favorablemente se habrá humillado del todo, y su desaparición será cuestión de tiempo, de poco tiempo. Si al contrario rechaza la investidura, aún cabrá algo de esperanza. Aún existirán grupos en la izquierda, que por encima del acomodo de los cargos,  están  por primar la dignidad y la ideología.

Ni simpatizo, ni voto a Podemos, que quede claro. Para mi es un proyecto descafeinado, que ha renunciado a todos sus postulados iniciales, pensando equivocadamente,  que aún cabe alguna alternativa transformadora en el Régimen del 78, cuando en realidad no la hay, y además es imposible.

Sostengo que aún cabe la esperanza si vota en contra, porque después de  ver  durante dos días a Pedro Sánchez y  los suyos en el congreso, uno, que militó en su día en el PSOE ( y lo dejó en 1990), sintió vergüenza de que aún pulule por la escena nacional este partido, que a la hora de la verdad es el que sostiene nuestro moribundo régimen del 78.

Porque da vergüenza ver como Pedrito, que es hombre hueco y sin ideología, no tuvo los arrestos ni la decencia de defender desde la tribuna al fundador del PSOE, D. Pablo Iglesias, cuando este fue tachado de criminal por Santiago Abascal. Pero bien mirado, qué podría haber dicho, partiendo del punto de que él, Pedrito, no pasa de ser un pijo madrileño posmoderno, y Don Pablo que nació pobre, lo fue durante toda su vida y murió pobre, fue siempre un ejemplo de dignidad, humildad y austeridad , así como de  convicciones.

Es difícil tragar con un sujeto así y la banda de palmeros que le siguen,  a la hora de la verdad todo un sindicato de trileros y cargos remunerados que hace tiempo que dejaron de creer en cualquier cosa, que no sea su propio medro personal y el poder por el poder. Y es difícil de tragar cuando a la vez que el PSOE “ negociaba” un gobierno con sus futuros aliados, Pedrito, lanzaba en sus discursos todo tipo o de tentaciones al PP y Ciudadanos, para que con su abstención le permitieran la investidura, prescindiendo de tan incómodos aliados.

Incómodos desde luego que lo son, porque el poder del Ibex 35, el Rey y los altos cuerpos de funcionarios de este estado, que representa el PSOE en su  cara amable ( ya se figuran cuales son las otras dos o tres caras) no está dispuesto a ceder a los podemitas ningún ministerio que no sea un florero y además sin presupuesto. En estas últimas horas ya lo ha dicho el propio PSOE : “ el Ministerio de trabajo no, porque no estáis bien vistos por la patronal”.  Por lo menos han sido sinceros, y ya sabemos quién nada aquí. A propósito la ex ministra de sanidad del PSOE, acaba de fichar por una de las empresas más significativas del lobie farmacéutico.

Esta comedia  del PSOE y aun cuando se encuentre en uno de sus mejores momentos ( más que nada por el miedo que dan los Casado, Rivera o Abascal), ya no se sostiene más.  Recibe únicamente los votos de muchos mayores por inercia, pero a la juventud urbana y trabajadora, y las capas más ilustradas de la sociedad las tiene perdidas. No tiene proyecto, salvo el de mantener el poder. Dentro de él no hay nada, y de la nada que se sepa por ahora en física, no se construye otra cosa que no sea la nada misma.












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