martes, 2 de mayo de 2017

Gadafi era un tirano y debía morir.




Aterrizó la señora Clinton en Trípoli y una de sus escoltas le mostró en su teléfono móvil la horrible muerte de Gadafi. Por cierto, que sus asesinos hablaban español ( ver video al final del comentario), lengua vernácula de gran parte de los marines de origen puertoriqueño e hispano. Y fue entonces, cuando con sonrisa de hiena, la tal señora, emulando a  Cesar dijo : veni, vidi, vici.

Había muerto el tirano, al igual que sus asesinos calificaron a Julio Cesar. En la inmortal obra se Schakespeare del mismo título, se glosan las justificaciones de sus asesinos ante el pueblo de Roma por parte de Bruto, pero también las de su amigo Marco Antonio ( video de cabecera). Por eso mismo, siguiendo la dialéctica y oratoria de Marco Antonio podría decirse, remontándonos a su discurso, lo siguiente :

Gadafi, ubicó a Libia en las altas cotas de desarrollo de Africa, pero fue un tirano y debía morir.

Las parejas recién casadas, recibían del Estado, la suma de 50.000 dólares, para adquirir su primera vivienda. Un acceso a la propiedad que garantizó a todos menos a su padre, que murió sin disfrutar de este beneficio. Pero era un tirano y debía morir.

Los préstamos a los libios, en manos de la banca pública, no devengaban interés. Pero una nación no debe soportar a un tirano, y debe morir.

Todo ciudadano libio que quisiera dedicar su trabajo a la agricultura, recibía gratis del Estado tierras, equipos, animales y semillas. Pero Gafafi fue un tirano, y debía morir.

La adquisición de un vehículo se subvencionaba por el Estado en un 50%. Pero nadie duda que Gafafi era un tirano y debía morir.

Libia era un estado laico, y existía libertad religiosa. Pero Gadafi devino en un tirano, y debía morir.

Antes de la llegada de Gadafi al poder, sólo un 5% de los libios sabía leer y escribir. Al final de su tiranía el 83% no era analfabeto. La educación era gratuita para todos, así como la sanidad. Cada Libio tenía el derecho a que el Estado le costeara una beca en el extranjero o un tratamiento médico, si el Estado no podía proporcionárselo. Pero Gadafi fue un tirano y debía morir.

El régimen libio, al margen de los partidos políticos, era una democracia directa y participativa conforme a las tradiciones de su pueblo. Pero Gadafi era un tirano y debía morir.

Finalmente Gadafi cometió la osadía de intentar cobrar el petróleo que vendía en monedas diferentes al dólar. Fue un caso de tiranía y debió morir.

Hoy Libia es una estado fallido. El Estado Islámico controla gran parte del país, el botín del petroleo se ha repartido entre los países occidentales, las guerras tribales destruyen el país mismo y ya se adivina su división en varios estados, a la par que los mercados de esclavos han hecho su aparición. Fue necesario eliminar al tirano.









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