Ha muerto Ricardo E. Rodríguez Sifrés. Una pequeña reflexión

Se llamaba Ricardo E. Rodríguez Sifrés. No era apenas conocido, al igual que muchos hombres geniales y generosos que habitan entre nosotros, y nos  han pasado hasta ahora desapercibidos. Tuve ocasión de conocerlo cuando traté de invitarlo a dar una conferencia en mi pueblo sobre su último libro  escrito, titulado "Stalin Insólito" ( Editorial Templando el Acero). No pudo venir pues por diversas circunstancias debió abandonar Barcelona y regresar a su Chile natal ; pero desde entonces vinimos carteándonos habitualmente por wasap y creo que forjando el comienzo de una buena amistad, que su óbito repentino estos días ha frustado en toda plenitud.

Ricardo fue un bravo chileno ( aunque decir "bravo", en el país de los araucanos, única tribu indígena que los españoles no pudimos someter en Latinomerica,  es todo un pleonasmo),  un intelectual y un aventurero. Viajó por todo el mundo, recorrió EEUU y Canada vendiendo enciclopedias ; a pie hizo el trayecto desde Barranquilla en Colombia hasta Chile. Colaboró con el Gobierno de Salvador Allende y fue detenido con ocasión del golpe de estado de Pinochet. Internado en el Estadio de Santiago, salvó su vida gracias a fugarse de sus carceleros.  Antes, había viajado por todo el mundo, conoció la revolución cultural en la China de Mao, participó en las revueltas de 1968 en París. Después de la huida de Chile, aún tuvo tiempo de apoyar la revolución sandinista en Nicaragua y la del Frente Farabundo Marti en el Salvador.

Toda una vida dedicada a la revolución y al estudio de las ideas marxistas.  Sus últimos años discurrieron en Barcelona, dedicados al estudio y escribir. En esos tiempos dio a luz, para mi, al mejor libro que se ha editado sobre la biografía de Stalín, su tiempo y los logros soviéticos. No he leído todavía el publicado por el militar español Anselmo Santos ( dicen que excelente), pero sí los también muy acreditados " otra mirada sobre Stalin" del belga Ludo Martens o  el del italiano Dómenico Losurdo, titulado " Stalin, historia y crítica de una leyenda negra". Y repito, Ricardo consigue en los dos tomos de su obra superarlos, tanto en lo ameno de su relato, inéditas fuentes consultadas,  rigor histórico y crítica del marxismo.

Circunstancias personales le llevaron a residir de nuevo en Chile, desde hacía escasamente un año, quizá por que nuestra vida no sea otra cosa más que el eterno retorno ; pues él, que nació en Chile, después de recorrer el mundo, debía volver a él para morir.

Hace un mes escaso y cuando preparaba una segunda entrega sobre la biografía de Stalin, acompañado de su fiel perro de raza haskin, fue atacado por un pit bull de más de 60 kilos. Su fiel can, que en la lucha quedó muy lesionado, le salvo la vida defendienlo y entre ambos rechazaron el ataque de la fiera, que debió huir. Pero Ricardo debido al esfuerzo en repeler la agresión hubo de sufrir un infarto de miocardio. Cuando el equipo médico, le operó para restablecer sus venas coronarias, un mes después, hubo de fallecer.

He sentido su muerte. Era una gran persona y un hombre de convicciones, así como un erudito. Recuerdo, que ya en el hospital a punto de ser intervenido en la operación quirúrgica que le ha costado la vida, le pregunté por su fiel "haskin".  Me dijo que ya más reestablecido de las heridas de la pelea,  éste no se movía de la cabaña de troncos que en el campo- quizá al lado de un bosque de araucarias- era el hogar de Ricardo. El perro estaba esperándole a la puerta de la cabaña, me aseguró, y  de allí no movería hasta su regreso.

Como Ricado, no tengo duda de ello. Y estoy seguro, que hoy mismo el fiel haskin,  si alguien no lo adopta antes, allí seguirá esperando.

Que la tierra te sea leve en tu querido Chile, amigo Ricardo.

PD.- Les dejo un video de una de sus últimas entrevistas.