domingo, 8 de octubre de 2023

Importando basura

Desde la II guerra mundial España  ya fue refugio de criminales.  Menuda reputación, pero la mayor parte del pueblo español no lo sabe. Tenía yo veintitantos años, e incluso después, y ciertos prohombres de mi localidad, en Aragón, presumían, incluso escribiendo en revistas locales, de haber recibido la visita de Otto Skorzeny en sus domicilios, un nazi de origen austriaco, famoso por haber liberado a Benito Mussolini, después de ser destituido por el gobierno italiano.

Skorzeny no fue el único. Numerosos nazis y criminales de las  SS murieron en paz en tierras españolas, acogidos por el régimen franquista. No es cuestión de irlos enumerando, pero hay un criminal que debe ser citado, verdugo y salvaje donde los haya, que también descansó en paz en tierras españolas. Me refiero al colaborador croata Ante Pavelic.

Ya es famoso el relato del periodista Cuzio Malaparte que hubo de entrevistarle, cuando el asesino Pavelic, que llegó a asustar a los propios nazis por su salvajismo, le señaló una bandeja  a su lado : un regalo que le habían hecho -dijo- sus seguidores Ustachas, tan criminales como él mismo.  Pensó Malaparte por el aspecto de la bandeja que se trataba de ostras sin su concha, pero cuando hubo de acercarse, con horror comprobó que se trataba de ojos humanos.

Pues sí, señores, esta sujeto, mejor dicho  esta cosa inmunda, murió plácidamente en Madrid.

Pero estos antecedentes ya se van a quedar en nuestra tradición. Se ha sabido recientemente  que la ínclita Ursula Von de Layen, la intima de Pedro Sánchez,  ha dirigido una carta a la Casa Real Española rogándole  todo tipo de privilegios de residencia a los hijos de presidente de Ucrania, el protector y sostén de los nazis de su país, el tal Volomir Zelensky. En la carta se incluyen otros sujetos, renombrados nazis de su ejército y oligarcas corruptos de su país.

No sé porqué digo oligarcas corruptos de Ucrania,  si el primer corrupto es Volodomir y todos sus amigotes que está llevando a Ucrania a una carnicería y a la ruina total.

Este sujeto, probablemente un cocainómano, y su mujer, una tal Olena, una " collares" como fue la esposa de Franco en su día, se gastó hace apenas dos días  sólo en la tienda de Cartier en Nueva York la suma de 1.100.000 dólares en joyas. Y el  hecho se ha sabido debido al rechazo y desprecio  que, esta vikinga de mierda, tuvo frente a la dependienta negra que quiso atenderla.

Hoy Ucrania es ya un país destruido y saqueado por las oligarquías que lo malgobiernan. La guerra ya la tiene perdida. Sólo en su última y fracasada ofensiva ha llevado la picadora de carne a más de 90.000 soldados, reclutados a la fuerza, muchos de ellos ya mayores y otros demasiado jóvenes.

Entre bajas, heridos, fallecidos y desaparecidos  se calcula una cifra de 400.000 ucranianos, mientras Volodomir acumula, él y sus oligarcas dinero en paraísos fiscales. Algunos le calculan su patrimonio en más de 400 millones de dólares. Fuera de su país, naturalmente.

No queda en Kiev un diario, radio o Televisión crítico. Todas los opositores han sido cerrados, los líderes de la oposición y  sus partidos, o están prohibidos o sus líderes en la cárcel. Volodomir se niega a hacer elecciones y el que levanta un poco  la voz , desaparece sin más.

Hoy ya se sabe que Ucrania es el país más corrupto del mundo. Todas sus riquezas han sido vendidas a fondos de inversión internacionales en beneficio de unos pocos, y únicamente se mantiene por el ingente chorro en armas, hombres ( ya hay tropas de la OTAN en el escenario bélico) y flujos financieros que le llegan de la UE y Estados Unidos. Se calculan casi doscientos mil millones de dólares los entregados a este desgraciado país. Sin estas ayudas, esta nación artificial y títere no aguantaría la guerra ni una semana. 

La ministra de Defensa holandesa, otra asquerosa más, lo ha dicho bien claro :  el coste de desgastar a Rusia, lo paga Ucrania y para nosotros resulta lo más barato. Es decir, unos pocos se están haciendo ricos y la guerra durará hasta el último ucraniano. Ucraniano pobre, naturalmente, pues todos los ricos ya se han ido patrióticamente al extranjero junto con sus familias y amigos, o sobornado a un funcionario para que los deje salir. Probablemente Ucrania ya haya perdido en estos momentos entre muertos, huidos y desplazados más de 15.000.000 de sus  nacionales.

El chiringuito ucraniano ya no se sostiene y claro, las evidencias nazis de su régimen, inspirado en el criminal colaborador nazi en la II guerra mundial Stepán Bandera ( proclamado héroe de ucrania por Zelensky) afloran por todas partes.

Como la cabra siempre tira al monte, hace unos días el tal Zelenski rindió en el parlamento canadiense un homenaje a un nazi, miembro de la SS, refugiado en ese país junto al primer ministro de  Canadá, Jean Trudeau.  El escandalo ha sido mayúsculo  y como el tal nazi, se había especializado en eliminar a miles de polacos en la II Guerra Mundial, la nación polaca ya ha solicitado su extradición.

Pues estas bazofias ( no incluyo por supuesto a los hijos de Zelenski, niños sin culpa alguna) son las que queremos importar como refugiados. Cuando al títere Zelensky se le acabe la financiación de la UE y Estados Unidos, lo habremos de ver pronto aquí y con ayudas. Y ya falta muy poco.

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