Nunca se vio una campaña de prensa contra Rusia y en particular contra Vladimir Putin como la que estamos sufriendo desde que comenzara el conflicto de Ucrania. Sobre todo la TV1 en una conducta totalmente antijurídica, que no respeta su teórico estatuto de imparcialidad y objetividad, no es que lo haya incumplido, es que ha convertido el ente RTVE en una máquina de guerra, desinformando, falseando noticias, ocultando otras y lanzando soflamas histéricas contra el enemigo, a veces acompañadas de imágenes tétricas acompañadas de música estremecedora.
He llegado a ver en sus tertulias, como un tal Antonio Papell ( un habitual de la casa) ha reclamado nada más y nada menos que un ataque nuclear contra Rusia. Y en otro programa de otra televisión, más concretamente en el programa Horizonte, cómo un instructor de la Legión, después de exhibir un lanzagranadas y una ametralladora en el espacio televisivo, preguntado por el conflicto llegó a decir que lo que había que hacer era “ matar rusos”, “cuantos más mejor”.
La campaña está haciendo su mella en la sociedad, y nombrar la palabra Putin, activa automáticamente un resorte de insultos y rechazo violento. De hecho, la sociedad al completo, está alienada y predispuesta para cualquier cosa. La psicología de masas, ciencia esta que la izquierda dejó olvidada en un cajón hace años, ha sido perfeccionada hasta límites asombrosos en los laboratorios militares de la OTAN y los Estados Unidos.
Hoy en día, los medios de comunicación son herramientas criminales mucho mas peligrosas que las armas de cualquier clase, y los periodistas que sirven a este ejército ( me refiero a los diseñadores en la cúpula de la información), vulgares sicarios.
Ni en tiempos de Franco, la única televisión y los diarios de mayor tirada se atrevieron a tanto. Por otro lado, se están prohibiendo o cerrando medios sin orden judicial. Se calcula en todo occidente a más de 2.500 yuo tubers censurados junto a medios como RT o Spuknic. Otro tipo de noticias son censuradas en Face Book y Tuiter y otras publicaciones, se ponen la venda antes de la herida y niegan el acceso a sus páginas a según quienes.
La pregunta clave es por qué en este momento y ahora. Según mi criterio se viven días peligrosos. Los envíos de armas a Ucrania por parte de la OTAN son continuos y masivos desde el territorio polaco. Es esta nación la que juega con fuego proponiendo continuamente cerrar el espacio aéreo de Ucrania o enviar fuerzas de pacificación, ya se sabe para proteger aún más a los nazis de Kiev. Son las potencias anglosajonas, Inglaterra y Estados Unidos, las que no están dispuestas en su manifiesto declive a perder el cetro de la hegemonía mundial. Y para ello harán cualquier cosa.
En los centros de su élite y poder se aloja mucho psicópata que hará lo que sea para debilitar a la Federación rusa y después a China. No quieren un mundo multipolar y enfocado al comercio, la paz y la fraternidad de los pueblos de la tierra. Su modelo, el de siempre, es la dominación , el robo y el saqueo de los recursos de la mayoría de los pueblos de la tierra a través de la injerencia en sus asuntos internos y de guerras de devastación contra el que se les resista.
Basta leer la historia de Inglaterra y Estados Unidos en los últimos doscientos o doscientos cincuenta años para sacar estas conclusiones.
Quizá, no lo sé, nos estén preparando para lo peor en Europa occidental, para aceptar el sacrificio sin rechistar y de forma entusiástica, porque la verdad, fuera de nuestra Europa, este clima de histeria no se ha desencadenado todavía. Basta ver cualquier televisión de Asia, Latioamérica o el mundo árabe.
Si lo peor sucediera, el planeta entero, desde luego, resultaría afectado, pero la tragedia más directa se daría dentro de nuestras fronteras. Europa, como siempre, sería el escenario de un nuevo conflicto.
Y aquí en casa, ahí tienes al gobierno “más progresista de la historia de España, regalando armas a los nazis de Ucrania ( se calcula que en cada brigada de su ejército existe organizado un batallón de esta escoria) y renunciado a los derechos del pueblo saharaui en favor del sátrapa marroquí, incumpliendo así el mandato de la ONU y el derecho internacional.
Pero claro, como dice más de uno de estos caballeros, apegados al sillón y a su sueldo naturalmente, no hay que romper el gobierno, “porque sino gobernaría la derecha”.
Señores, ya no es cuestión de las derechas, es que el fascismo ya ha llegado. Y algunos, sino reaccionamos, nos quieren llevar al matadero.
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