Berrean, berrean y no dejan de berrear

 

Seguimos con la inmunda prensa occidental.

Pregunta a más de un periodista : ¿ Qué se siente al llegar a tu casa y besar a tus hijos, después de haber estado intoxicando y mintiendo todo el día ?

Mensaje para las naciones terroristas de la OTAN: qué “bonito” fue mientras duró. Con el débil se atreve cualquiera : Libia, Yugoslavia, Siria, Iraq, Somalia, etc. Pero claro con Rusia ya es otra cosa: con Rusia se acabó el rollo. A ver quién tiene los bemoles.

Andan los sujetos de la OTAN con el subterfugio de cerrar el espacio aéreo en Ucrania y bla, bla, bla. Como si no supiéramos en qué consiste la trampa. Se cierra el espacio y a continuación la basura otanista comienza a bombardear, tal como hicieron en Libia. Estados Unidos dice que Polonia podría hacerlo y Polonia, que nada de nada, y se salió por la tangente.

Rusia lo ha dicho bien claro. Los aviones que salgan de un aeropuerto situado en un determinado país, esa nación será considerada como agresora y será atacada.

Se hizo el silencio entre los matones.

Pero lo peor de todo esto es la bazofia de la UE y el continente europeo en general. Un continente que en su supremacismo mira por encima del hombro a las otras naciones y culturas del mundo, menos a su adorado Estados Unidos.

Europa en 1884-85 tuvo la desfachatez en la Conferencia de Berlín de repartirse África. En una mano los conferenciantes sostenían un lápiz grueso para fijar fronteras sin ningún criterio, y en la otra un buen puro habano y una copa de coñac francés.

Rusia no participó en el saqueo.

Producto del reparto. Unos ( Inglaterra y Francia) se llevaron más que otros ( Italia y Alemania) y eso engendró envidias, resentimientos y odios. Entre gentuza ya se sabe. Consecuencia, Europa comenzó a suicidarse y desencadenó la Primera Guerra Mundial ( 1914- 1918).

Acabado el conflicto, del que salió ya muy maltrecha, los vencedores, tan canallas como los vencidos, impusieron a estos últimos unas contribuciones de guerra insoportables y fruto de todo ello, alumbró en Alemania y Austria el monstruo, es decir el nazismo.

Capitulo siguiente : Con el nazismo, llegó la II guerra mundial y dentro de ella, la invasión a Rusia de la Alemania nazi en 1941. Pero ello no es enteramente cierto, la agresión no la perpetró exclusivamente Alemania. Intervinieron en la agresión los siguientes países : Alemania, su anexada Austria, Croacia, Finlandia, la anexada Checoslovaquia, Bulgaria, Rumanía y Hungría. A todo ello habría que sumar numerosas divisiones reclutadas con entusiasmo en los siguientes países ocupados: Noruega, Bélgica, Holanda, Bosnia ( después de ser destruida Yugoslavia), Dinamarca y la Francia de Vichy. Súmese a todo esto, la División azul en España y los numerosas colaboracionistas que con la invasión se sumaron a la agresión. Me refiero a las divisiones letonas y ucranianas.

Todo vale contra Rusia (léase sus inmensas riquezas, con el deseo de saquearlas). Ya antes Napoleón hubo de invadirla en 1812 ( en su ejército contaba con numerosos alemanes y polacos), y en 1918 con ocasión de la guerra civil contra los rusos blancos, después de la revolución de octubre de 1917, numerosos países europeos la volvieron a invadir, con el añadido esta vez de Inglaterra.

En ninguna de las tres ocasiones anteriores pudieron con Rusia. Y ahora tampoco podrán y ya pueden berrear lo que quieran los corruptos medios de comunicación occidentales.

La fiesta de las sanciones ( que son de ida y vuelta, no se olvide) ya las estamos pagando. Ayer en un supermercado comprobé como una señora debió dejar un litro de aceite de girasol. El límite de compra está fijado en cinco libros y ella llevaba seis. Muchas empresas de mi entorno ( y créanme que son grandes) ya no pueden vender fruta en Rusia, ni triangulando, y la factura del gas y la electricidad sólo hace que subir y subir.

Rusia liberó a Europa del fascismo en la II guerra mundial, pues ella ganó la II la guerra mundial. Veremos lo que surge en Europa cuando todo esto acabe. Mas de uno como antaño se teme lo peor.

Europa está en descomposición política, económica y sobre todo moral. Y ya le queda poco.