viernes, 21 de septiembre de 2018

La imparcialidad y la calidad de nuestra justicia en las instancias superiores

Lo que ya sabíamos se ha confirmado en las últimas horas. En un foro de jueces ( al parecer de altas instancias) de la propiedad nada más y nada menos que de el Consejo General del Poder Judicial, han salido a la luz sus opiniones sobre el proceso catalán. Si tengo que resumirles sus contenidos, diré que éstos no son más que una reproducción del " a por ellos", con el que los policías y guardias civiles eran despedidos desde sus bases hacia Cataluña para reprimir la consulta del 1 de octubre.

Ya no basta saber, como sabemos algunos, que la gran mayoría de la carrera judicial es conservadora, muy conservadora en su extracción social. Ya no basta saber, que a través de ese chiringuito llamado Consejo General del Poder Judicial ( en manos de  los partidos políticos mayoritarios del país) en las designaciones  claves de Audiencia Provincial para arriba y hasta el Tribunal Supremo, incluida por supuesto la Audiencia Nacional, son promovidos los magistrados de" confianza". Ya no basta saber, que el Presidente del Tribunal Supremo ( sr. Lesmes) en la inauguración del año judicial lanzó todo alegato contra los comportamientos del proceso catalán ( imagínense el juicio que les espera a los presos preventivos). Ya no basta saber que nuestro Tribunal Supremo ( Sala de lo penal) ha sido desautorizado en sus peticiones de eurorden o extradición contra los exiliados catalanes por la justicia alemana y Belga. 

Por lo que respecta a Inglaterra y Finlandia se ha visto el magistrado español  de dicha sala, el sr. Llarena, obligado a retirar dichas peticiones ;   en cuanto a  Suiza, ante las declaraciones de su gobierno, ya ni lo intentó.

Pero eso no ha bastado al sr. Lesmes, para que en esa mencionada apertura del año judicial, haya criticado a todos sus colegas europeos. Nuevamente la conspiración, al parecer judeo-masónica- marxista contra España, que servidor en sus años jóvenes ya escuchara varias veces de boca del General Franco.

Nuestra justicia está cada vez más desprestigiada, en España y fuera de ella ; y por otra parte, ya es habitual, haciendo excepción de los  los jueces de instrucción y 1 instancia ( carentes muchas veces de medios adecuados), escuchar a muchos letrados ejercientes- hablando por lo bajo y con cierto temor- criticar la calidad jurídica de las instancias superiores y la politización de esas  mismas esferas.

La sentencia en el caso de los presos catalanes, está dictada de antemano y el juicio será un teatro y una farsa. Y será de nuevo el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos- otra vez- el que desautorice a la justicia española.

Se lleva bastante tiempo promoviendo para las altas instancias, y en la Audiencia Nacional, a los más obedientes con el poder político y sus intereses, que muchas veces no son, precisamente, los mejores.

A esto hemos llegado.A una justicia en nada independiente, de mala calidad, y desprestigiada en España y en el exterior. La separación de poderes que enuncia pomposamente nuestra constitución, no pasa de ser una mera declaración de intenciones.

Hoy por hoy en España, cualquier litigio en manos de los jueces de primera instancia, o la investigación de una causa penal en manos  de un juez de instrucción, con todos los errores y fallos lógicos en manos de cualquier profesional, puede decirse que será en la mayor parte de los casos debidamente atendida y muy probablemente fallada con justicia.

Si el asunto deviene importante, encierra un peligro económico o político para el sistema, y llega a manos de las instancias superiores de la judicatura, lo más probable es que la sentencia de facto, ya esté dictada ante del juicio.

De la actuación del Ministerio Fiscal en estos mismos procesos, ya ni les cuento. Evidentemente,  siempre cabrá alguna excepción a lo comentado. Pero será eso, una excepción, y habrán tenido suerte. 

La regla general ya se la pueden figurar. 

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