miércoles, 7 de noviembre de 2018

¿ Lo quieren más claro ?

¿ Lo quieren más claro ? El que no quiera verlo a esta alturas, no es que sea tonto, es que es perfectamente conocedor de que esta falsa democracia le beneficia y los demás,  que son la mayoría, los perjudicados por tanta injusticia y desigualdad, le importan un comino. Ya lo dice el refranero  : " ande yo caliente ríase la gente".

Que en las alturas las togas ( tan serias y solemnes ellas) están al servicio de los poderosos, ya nadie lo discute. El espectáculo  que ha dado el Tribunal Supremo, con la sentencia de los gastos en la constitución de las hipotecas, ya no puede ser más bochornoso. Ya asomaron la " patita" con la sentencia sobre los cláusulas suelo- la que les tumbó el Tribunal de Justicia de la UE- y lo ha acabado de confirmar la sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos con el caso Otegui. Los que vimos en  su día en televisión la actuación de la Presidente de la Sala de la Audiencia Nacional, que lo juzgo, ya sabíamos lo que iba a pasar. Sus comentarios, sus muecas, sus actitudes, desde el primer momento ya denotaron que se estaba juzgado al enemigo. Y ya se sabe, a éste " ni agua".  

Digámoslo claro : este Tribunal Supremo sobra, y la Audiencia Nacional, heredera del Tribunal de Orden Público de la dictadura, también. Y ahora, imagínense, el juicio que les espera a los presos políticos catalanes. Los tribunales de Europa rechazando las euroórdenes ( Bélgica, Suiza, Alemania, Inglaterrera) y ellos erre que erre con con del delito inventado de rebelión.

Va siendo hora de poner en cuestión todo el edificio : los parches ya no sirven. Un día comentaremos con más detalle, pero sirva de avance que ni el sistema de acceso a la carrera judicial es el adecuado, ni la designación de los jueces en las altas instancias puede seguir como hasta ahora. Y por supuesto, el bodrio de la Audiencia Nacional debe desparecer, pero desaparecer cuanto antes mejor.

Me olvidaba : Y  ya vale de que los jueces tengan autorizada- como muchos otros funcionarios, por ejemplo de la AEAT- la actividad de la  enseñanza. Por esa puerta,  se prepararan a opositores a los mismos cuerpos del Estado, se participa mediante colaboraciones en la redacción de libros de afamadas editoriales jurídicas y no faltan seminarios, ponencias, conferencias o cursos, muy bien pagados todos ellos, que organizan las entidades financieras con la excusa de mejorar los conocimientos de muchos profesionales  del derecho, consultores y economistas.

Si tanta vocación tienen por la enseñanza. Que sea en la Universidad pública exclusivamente, y con el modesto sueldo de un profesor asociado.

Y otra cosa más : el que tanta vocación política tenga y  deje el puesto de juez para estas tareas, que lo haga, pero que no vuelva nunca más a la carrera judicial.  Lo mismo digo, si pasa a ocupar una alta responsabilidad en multinacionales o empresas del IBEX 35.

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