Vivimos donde vivimos y tenemos los dirigentes que tenemos. Y por eso lo vamos a pagar caro.
Cuando en China se detectó el coranovirus y el gobierno chino puso en marcha sus enérgicas medidas sanitarias, todo fueron criticas. Que si un régimen comunista, que si un estado autoritario que restringía la libertad de movimientos, etec. Pero ante una situación como la que vivimos es cuando nos damos cuenta que los derechos colectivos están y deben estar muchas veces por encima de los individuales. Y sino- ante la está cayendo,-que se lo pregunten a la sanidad privada ( Adeslas, Sanitas, etc). ¿ Acaso creen ustedes que estos señores ante la epidemia en la que estamos iban a resolver algo ? ¿ No habíamos quedado en este mundo de los mantras que predican los fundamentalistas del neoliberalismo , en que el mercado a través de la mano invisible de Adam Samitt por sí solo lo resolvía todo ?
Los chinos ( esos peligrosos comunistas) en muy pocos días le han dado nuevamente una lección a occidente : han levantado en apenas un mes dos marcro hospitales para miles de pacientes y con sus medidas están atajando la epidemia. Hoy ya es una evidencia que la pandemia retrocede en China, y los informes de la OMS ( Organización Mundial de la Salud) felicitan la estrategia seguida por el gobierno de ese país.
No así sucede en Europa, donde del virus avanza imparable y se comprueba que las medidas-cuando se han tomado- lo han sido tarde y mal. Ahí está Italia obligada a inmovilizar a más de 19.000.000 de personas por no actuar a tiempo. No quiero ni pensar lo que sucederá cuando el mal vírico llegue a EEUU, donde la sanidad pública está ausente de la mayor parte de la población, contando como cuentan con más de 40.000.000 de pobres. Aquí si que veremos, quizá, a la mano invisible de Adamn Smitt : le llamaremos la selección de las especies de Darwin. Tendrá posibilidades de sobrevivir aquel que cuente con una mejor constitución física o el dinero suficiente para pagarse un buen tratamiento. Igual sucederá en muchos países del tercer mundo.
Y mientras tanto ¿ qué pasa por aquí, donde ya no cabe un tonto más, contando, como contamos, por otra parte, con una numerosa- y creciendo- clase política cada día más desvergonzada e inmoral, especialista en mirar hacia otro lado cuando en el horizonte aparece un problema ?.
Cuando estas líneas escribo ya es más que evidente que, debido a que no se tomaron en su día las medidas enérgicas que los chinos sí aplicaron sin titubear ( pensando en sus ciudadanos), en la actualidad la pandemia está descontrolada y sólo hace que aumentar en porcentajes diarios entre un 10% y un 20%. Madrid, la Rioja y Vitoria, en estos momentos son zonas de riesgo extremo y aumentando.
Nuestros politicuchos, en un país con un más que débil modelo productivo de bajo valor añadido, basado en el turismo, el pelotazo urbanístico, la corrupción y la juerga por todas partes y que no falte, no se atrevieron a tomar esas medidas profilácticas que la ciencia y la decencia exigían. Aún siguen diciendo en estos momentos a medida que avanza al galope la epidemia, que hay que consensuar con los agentes sociales más medidas para frenarlas. Y las Fallas, sin desconvocarse.
Hablemos claro : aquí no hay que consensuar nada. Lo que hay que hacer es tomar las medidas que la salud de las personas exigen, y sino que esta gentuza se vaya a casa.
Por cierto, el primero que tendría que irse, sería el alcalde de Sevilla. Acaba de decir este señor que la Semana Santa no corre peligro y menos la feria de abril. Y olé, viva la juerga, el pan y circo y la inmoralidad por programa. Señores de Sevilla, el principal peligro de sus ciudad es el propio alcalde.
Cuanto más tarde se actué, peores serán las consecuencias.
PD.- Unas horas después de escrito este artículo, menos mal que aún queda alguien con conocimiento : las Fallas se han suspendido. Del de Sevilla todavía no sabemos nada.
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