No sé si se acuerdan ustedes
que a primeros de marzo nuestras autoridades todavía hablaban de
calma, control y serenidad. Y sobre todo de que no había que crear
alarma. Todo marchaba por su orden, respetando los derechos
individuales, no como los comunistas chinos que habían inmovilizado
ciudades como Wuhan y se disponían en una semana ( alguno hasta se
reía) a levantar dos o más macro hospitales para atender a los
infectados por la pandemia. Esos “ totalitarios” chinos, por otra
parte, habían comenzado a practicar test analíticos para detectar
el virus a muestras mas que significativas de su población. Hay que
ver qué cosas pasaban en China se decían todos nuestros políticos
y la banda de periodistas mercenarios ( todólogos) que aplaudían
todas sus gracias.
Así
pues en la incompetencia y para no alarmar a la población ( no sea
que se acostumbren a conocer de la verdad) llegamos en Madrid- ciudad
capital que un día explicaremos como por muchos motivos es la causa
de la mayor parte de los problemas de este bendito país- al fatídico
día 8 de marzo. Ese día, sin ninguna planificación, medida ni
pensamiento, se autorizaron en la capital importantes y
multitudinarios eventos deportivos, Vox organizó uno de sus macro
mítines y las feministas desfilaron a lo grande. Unos y otros/as se
dispensaron besos y abrazos por doquier, entre los de Madrid, y con
los convocados a la capital del resto de España. Es decir, ya no
pudieron hacerlo mejor para extender la pandemia, que ya entonces
daba cifras preocupantes en esa ciudad. Gracias a todo ello, Madrid,
hoy, es el foco más importante de la epidemia en España y lleva
camino de ser el principal foco de Europa. El idiota de Ortega Smitt
contagió a cientos de personas ( no paraba de besar y abrazar,
viniendo como venía de Italia, el principal foco en Europa) entre
ellos a su propio secretario general, el sr. Abascal, y entre otros a
uno de los concejales de la formación en Huesca, nuestro primer caso
en la provincia. Pero no se quedaron cortas las feministas : Irene
Montero, tampoco paró de abrazar y besar en la manifestación a todo
el que se le puso a tiro, y acabó llevándose el virus hasta el
consejo de ministros, contagiando probablemente a la ministra de
planificación territorial y la esposa de nuestro presidente de
gobierno. El idiota, o sea el sr. Ortega Smitt, para acabarla de
arreglar anda en estos días en los que China, que no no la UE, se
dispone a ayudar a España con todo tipo de material sanitario,
lanzando un video a las redes en el que manifiesta “ luchar con sus
anticuerpos españoles, contra los malvados virus chinos”. Y no me
olvido tampoco, que mientras se mascaba la tragedia, la preocupación
de la manifestación feminista era el discutible grito de “
sola y borracha te quiero en casa” ( un día hablaremos de ello).
En
suma, unos políticos irresponsables y que miraban de perfil ante el
problema que se les venía encima a pesar de lo que los epidemiólogos
ya les estaban advirtiendo Y la irresponsabilidad era total, y no
solo circunscrita al gobierno y a las autoridades de Madrid, no, de
la juerga participaban también casi todos los politicastros de
España. El Alcalde de Sevilla en esas fechas, se pronunciaba por no
suspender ni la Semana Santa, ni la Feria de abril ; y la autoridades
valencianas por su parte, luchaban por defender Las Fallas. Juerga y
mas juerga hasta el final y que no falte.
En
estas estaban nuestros políticos, como siempre pensando primero en
su puesto ( nunca primero en los demás) cuando la tragedia
exponencial de contagios les saltó a la cara y ya no se pudo evitar
el contarle a la gente la verdad. Ahora sí que había que alarmarla
( una semana antes ni hablar) y se dispusieron a tomar medidas, pero
claro, cada uno es de su condición y lo han hecho, o estando
haciendo mal e insuficiente. Si hemos quedado que estos caballeros
son jetas políticos, además hay que añadirle que son cobardes e
incompetentes.
En
primer lugar, el decreto de situación de alarma, que requiere
inmediatez absoluta, lo hicieron en diferido. Es decir, lo
anunciaron, lo debatieron con toda parsimonia y no antes de tres días
estuvo en el BOE. La inquietud y alarma, no obstante, ya estaba en la
calle, y siendo Madrid el principal foco, vimos todos los españoles
( esta vez sí con alarma) como los madrileños se desparramaban por
todo el país expandiendo el contagio : por el Pirineo aragonés, por
la región de Murcia como denunció su presidente y por Andalucia,
llegando los vecinos de Tarifa a cortar con neumáticos incendiados
algunas carreteras para evitar la llegada de madrileños. Uno de los
desparramados, viajando a Marbella, fue el “patriota” señor
Aznar y esposa. Menudo ejemplo el de este sujeto.
Madrid,
en este momento sigue sin cerrarse, como la Generalitat hizo con
Igualada ( 70.000 habitantes) en cuanto se la detectó como foco.
Faltan mascarillas y respiradores ; no veo que se hayan tomado
medidas de precaución sanitaria con la pobres cajeras de nuestros
supermercados o en empresas con muchos operarios,, ni tampoco se han
intervenido industrias para fabricar todo lo necesario, y siguen sin
cerrarse puertos y aeropuertos. Leo, hoy mismo, una tímida
intervención de los recursos de la sanidad privada.
El
Decreto declarando la situación de alarma es insuficiente. Tiene en
la inmovilización más agujeros y excepciones que un queso de
gruyere. Por otro lado los transportes resultan insuficientes y los
pasajeros no pueden guardar las debidas distancias entre ellos ; y
finalmente, Madrid sigue abierto y el País Vasco ( otro foco)
también.
Pero
ante esta catástrofe, donde veo también veo la inacción de
nuestras autoridades, es en las medidas paliativas para muchos
grupos de nuestra población. Nada dice el decreto de la
posibilidad de aplazar alquiles o amortizaciones hipotecarias, ni
siquiera la cuota de autónomos.
Es
imprescindible en estos momentos, como los chinos y coreanos
hicieron, practicar la mayor parte de test posibles a la población y
aislar en cuarentena a todos los infectados ; cerrar puertos y
aeropuertos, y sobre todo Madrid ; y dotar a nuestra sanidad de todo
tipo de medios para luchar contra la pandemia. Los datos no engañan
: los chinos han conseguido detener y reducir la pandemia, que
por aquí anda disparada y creciendo.
Mientras
tanto, un abrazo muy fuerte a todos nuestros sanitarios, trabajadores
de empresas que no cuentan todavía, desgraciadamente con medidas
preventivas, cuerpos de seguridad y a la Unidad Militar de
Emergencia. Nuestras primeras líneas en la batalla que nos espera.
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