sábado, 10 de julio de 2021

Se cumplen 100 años de la creación del Partido Comunista Chino : el Socialismo no ha fracasado

 



Este mes de julio se cumple el centenario de la fundación del Partido Comunista de China ( PCCH). Como siempre ocurriera en la historia con los grandes partidos, el PCCH fue fundado por una pequeña minoría de audaces, apenas 12 delegados.

China durante el siglo XIX y parte del XX había  caído en una profunda decadencia y los países europeos occidentales y EEUU, como buitres carroñeros,  se habían lanzado sobre el país, ocupando su costa con diversas concesiones para introducir sus mercancías e Inglaterra en especial para inundar de opio a toda China. En realidad las concesiones no eran otra cosa más que enclaves coloniales, donde en algunos de los barrios y parques de las mismas,  los funcionarios occidentales llegaron a colocar  carteles que rezaban la siguiente leyenda :   " prohibida  la entrada de perros y chinos "

En uno de esos enclaves, la ciudad de Schanghái, ocupada por el imperialismo francés, fue fundado el Partido Comunista Chino.

Aliado en un principio del partido nacionalista chino,  es decir, el Koumitang de  Chiang Kai Shek, pronto rompió con él y comenzó  el PCCH a ser perseguido y hostigado. Había comenzado la guerra civil china y  dentro de ella episodios legendarios como fue la " Larga Marcha", donde los comunistas chinos al mando ya de Mao Tse Tung, con el fin de  evitar ser destruidos y cercados hubieron de recorrer mas de 12.000 kílómetros desde el sur el país hasta el norte montañoso.

Este episodio ha pasado a la historia como un gran movimiento estratégico  donde se produjeron diversas batallas en las que los comunistas chinos pudieron evitar su aniquilamiento, a la par que aprovecharon el recorrido por todo tipo de accidentes geográficos, muchos de ellos difíciles de superar, para expandir y difundir su credo revolucionarios entre el campesinado de gran parte de país.

Cuando la Larga marcha hubo de finalizar el partido  ya estaba mucho más fortalecido en sus ideas, en su doctrina y en  su estrategia revolucionaria, lo que les permitió  seguidamente enfrentarse a la invasión japonesa de China en una alianza provisional con sus perseguidores, los nacionalistas de Shan Kai Schek.

Vencidos los japoneses en el año 1945, se reanudó la guerra civil en la que el PCCH resultó vencedor, a pesar de que los nacionalistas de Schan Kai Schek recibieron el apoyo de los Estados Unidos de América. Hoy estos nacionalistas se encuentran todavía refugiados en la isla de Formosa, conocida como Taiwan, bajo el amparo  y protección de los Estados Unidos.

A partir de entonces, partiendo de un país totalmente pobre y humillado, varios episodios, como en en cualquier proceso revolucionario, se  fueron sucediendo  hasta mediados de los años setenta del pasado siglo :  la modernización del país y un amplio plan de infraestructuras, la reforma agraria, el comienzo de su industrialización con un primer plan, el segundo de estos planes conocido como el Gran Salto Hacia Adelante, la intervención en la guerra de Corea donde el ejército chino obligó a retroceder a las tropas yanquis hasta el paralelo 38 de aquella península  y la obtención del arma nuclear atómica, inclusos de las bombas de hidrógeno.

Al final de estos acontecimientos vividos, incluso el conocido como la Revolución Cultural en lucha dentro del propio partido contra las tendencias burocráticas de ciertos cuadros y aquéllas que negaban la lucha de clases, sin dejar de mencionar un cierto saldo de fracaso en el segundo plan quinquenal aplicado, al que nos hemos referido ( el Gran Salto Hacia Adelante), el balance fue enormemente positivo:  China había erradicado la pobreza extrema, recuperado la dignidad nacional y creado las condiciones para desarrollarse.

No fue un camino fácil y no exento en algunos casos de fracaso. Por esa razón Mao, al contrario que la estancada nomenclatura soviética que ocupó el poder después de muerto Stalín, siempre sostuvo que la dialéctica marxista no finalizaba  nunca después de conquistado el poder y en este sentido la lucha de clases con sus altibajos continuaba en el periodo de dictadura del proletario. Mao llegó a decir que la misma lucha de clases consistía en fracasar, volver a intentarlo de nuevo, fracasar de nuevo y continuar siempre en la lucha hasta superar todas las dificultades. 

A la muerte de Mao y ya de la mano primero de Zhou Enlai y después de Den Xiao Ping, con ciertas cesiones al mercado, China  ha emprendido desde finales de los setenta del pasado siglo un brillante camino de crecimiento que la han colocado hoy en día en la cercana situación de superar económicamente a los Estados Unidos, sino lo ha hecho ya.

Los fundamentalistas del mercado atribuyen este éxito a la adopción  de políticas neoliberales.  Nada más incierto. Hoy en día la economía china es una economía que descansa  más que en el mercado en  la planificación. Cuando hay mercado éste queda perfectamente regulado  y solo resulta autorizado para ciertas y determinadas actividades, pues los sectores estratégicos  de la economía son controlados por las empresas públicas dependientes del estado, en especial  el sector financiero. Incluso las autorizaciones de inversión al capital extranjero  sólo pueden realizarse  a través  de pactos de sociedad o asociación en igualdad de condiciones con  agentes chinos.

El partido cumple 100 años y con ello demuestra, al contrario que los falaces medios de comunicación de occidente difunden día sí y  el otro también que el socialismo no está muerto, sino que pervive y lleva camino de consolidar  un papel hegemónico en el mundo a través de la República Popular China y la resistencia de otros pueblos frente a al imperialismo yanqui como ocurre con Corea del Norte y Cuba entre otros.

China ha demostrado hasta ahora la debida flexibilidad, como el junco  doblándose frente a los huracanes, para conservar su proyecto socialista y reforzarlo. En definitiva, la lucha de clases  constante que Mao siempre predicó en busca del ideal : fracaso, nuevo intento, nuevo fracaso y aprendizaje revolucionario, todo lo contrario de la burocracia, el estancamiento y el oportunismo de las élites de la URRS que tomaron las riendas del partido a la muerte de Stalin.

Un día comentaremos las causas del fracaso de la experiencia soviética. No es el caso de este artículo.

En estos momentos los ideales comunistas están presentes en la sociedad china y no es nada fácil ingresar en el partido, que cierra sus puertas a los oportunistas. La meritocracia es la regla de oro en el ascenso de los cargos políticos y públicos, así como el esfuerzo exigido a los estudiantes de enseñanza media y universitaria. Confucio sigue presente en China en la inspiración de los valores sociales, como el respeto a los mayores y la familia. Lo colectivo en la actual China siempre prima por encima de lo individual y el lema del partido como  de las autoridades, a las que se les exigen en ocasiones trabajos personales en zonas deprimidas, no es otro que el que siempre fue:  SERVIR AL PUEBLO.

Esta es la diferencia entre China y occidente, y ello explica muchas cosas.

Les dejo en video el canto de la Internacional en diversas idiomas entre ellas el castellano, por parte de los estudiantes de lenguas de una de las universidades de Pekín.

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