lunes, 15 de octubre de 2018

Un soplo de aire fresco



Les dejo esta entrevista de lo más original e interesante realizada en el programa Preguntas Frequents de  la Televisión de Catalunya. El entrevistado es Pedro Ignacio Altamirano. En las televisiones nacionales del oligopolio televisivo no suelen verse estas cosas.

Pedro Ignacio es el portavoz  de Andalucía en Marcha, una opción política sinceramente republicana y luchador como el primero contra el régimen de 1.978, el centralismo y el régimen autonómico. Su movimiento se predica independentista andaluz, define a su tierra como una nación y pretende construir un estado soberano. 

Entiende que a su nación la han convertido  en uno de los territorios más desiguales e injustos de España a pesar de su riqueza en recursos,  y así mismo en un conjunto de tópicos y folklore que se ha exportado al resto del Estado, mientras se le ha hecho olvidar su rico pasado histórico, tolerante, culto y abierto. Él y los suyos se se reivindican herederos de Séneca, Averrores, Góngora, Maimónides o Blas Infante y me imagino de otros andaluces ilustres como García Lorca o Machado.

Pedro y su alianza, que piensan presentarse a las elecciones ( primero a las autonómicas, después a las nacionales), entiende que para acabar con el actual régimen deben ser los pueblos, desde abajo, desde la nacionalidad de cada uno de ellos y con espíritu republicano, los llamados a acabar con la monarquía y el poder central corrupto y atrasado que se ubica en Madrid. Según él, cualquier reforma constitucional que se pretenda hacer desde las estructuras centralistas y caducas del régimen de 1978, está llamada a fracasar y a alejarse de  soluciones democráticas.

Su opción política, desde su independentismo, no obstante aboga sinceramente por  una España confederal, en la que los diferentes pueblos que la componen, cada uno desde su soberanía y en un gran pacto entre todos ellos, deberán ceder las competencias que estimen oportunas a un ente supranacional que nos represente verdaderamente a todos en forma de república.

Al contrario que a  los políticos profesionales, Pedro habla claro y se le entiende perfectamente. Veo en él un hombre sincero. Un soplo de aire fresco en una estructura corrupta que se hunde por momentos.

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