miércoles, 1 de abril de 2020

Carta a un autónomo : corona virus y el comunismo que te lo iba a quitar todo

Te dijeron  que fueras emprendedor o autónomo. Por fin ya no serías un obrero ( perdón, ahora dicen un trabajador). Ibas a ser nada más y nada menos que  un empresario.  Ya te encontrabas  un poco frustrado al poco  tiempo de comenzar con la actividad , un tanto engañado digamos, cuando antes del corona virus,  pronto te diste cuenta que eras el objeto más preciado de los servicios de inspección de Hacienda y de la Tesorería territorial de la Seguridad Social.  No te perdonaban ni una y pagabas a tipos fiscales  bastante altos, no como los grandes capitales con sus Sicavs o las grandes compañías a las que por ordenes ministeriales siempre se las exonera con todo tipo de importantes rebajas. Y no te digo nada de las comisiones y demás golferías   que te venía aplicando el banco con el trabajas habitualmente. También te extrañó contemplar  la cantidad de normas y medidas de seguridad, calidad  e higiene  que la administración te venía exigiendo. Eran   los mismos controles te dijiste, sino más severos, que los que se vienen aplicando a  una empresa automovilística o a un gran matadero industrial de más de 500 trabajadores. 

Y no acabó la cosa ahí, porque ya sabía que me dejaba algo. 

Qué me dices de que en  cada trimestre hayas debido anticipar el IVA a Hacienda  ( lo hubieras cobrado o no del cliente) y así mismo, hacer el pago a cuenta del IRPF.  Como igualmente has debido rellenar otras declaraciones complementarias ( impreso 347) y llevar una exquisita contabilidad.  En resumen, que apenas has tenido tiempo para todos estos trámites y requisitos y tuviste que buscarte un gestor que, como es lógico, te viene cobrando una cantidad al mes.

Pero lo peor estaba por llegar. Y en estas, cuando  aún seguías viéndote como clase media, en lugar de obrero, llegó el corona virus para hacerte aterrizar en la realidad y demostrarte la mentira en que has vivido, quiero decir,  en la  que te han hecho vivir.

En estos momentos en que has cerrado la persiana y sino lo has hecho tu facturación ha bajado a más de la mitad como mínimo, el estado no te ha perdonado ni siquiera la cuota mensual de autónomos de este mes, ellos que fueron  tan generosos en su día al regalar más de sesenta mil millones de euros a la banca en la reciente crisis económicas, que todavía no se había ido. 

No, efectivamente, no te han condonado la cuota de este mes y dicen, hoy mismo, que podrás aplazar las de los seis meses siguientes,  pero para pagarlas al final del periodo, si es que todavía sobrevives o existes.  Por supuesto que los impuestos a cuenta del IRPF e IVA que cumplen a finales de abril de este año, tendrás que pagarlos y así sucesivamente. Hasta ahí podíamos llegar.

Eso sí, dicen, que te  han arbitrado un sistema de créditos a autónomos y Pymes por varios miles de millones.  Pero ojo,  querido emprendedor, son créditos gestionados por la banca, que cuentan con el  aval del estado.  Es un negocio redondo para la banca ( sin riesgo alguno), no tanto para ti pues sino pagas y devuelves  los créditos ya  te los exigirán.  El banco no corre con el aval ningún riesgo y recibiendo el dinero del BCE al 0% te lo prestará a un interés muy superior y de paso tu querido director de sucursal se inventará una o dos comisiones imaginativas para mejor sangrarte, amén de un seguro que no necesitas.

Has creído en el sistema, que tanto te bombardea desde las televisiones. Y debes llevar en la cabeza, que mejor esto pues el comunismo  te lo quitaba todo.   Te contaron muchas mentiras, ya te lo he dicho y me temo que  hasta te las creíste casi todas. Quiero que sepas que no es verdad- a ti que nunca tuviste mucho- que esa maldita doctrina iba a quitarte lo poco que tenias,  pues la propiedad individual ( tu piso, tu coche, etc) siempre estuvo admitida y reconocida en el socialismo, no así la de los medios de producción. Pero aún ésta,  en pequeño tamaño está admitida hoy en día en Cuba y China, por ejemplo. Y hasta en Corea del Norte, las cooperativas son propiedad de sus trabajadores.

Te ha contado muchas mentiras y hoy me consta, vives con angustia, nervioso y con incertidumbre. En estos momentos ya lo has visto. Mientras a los de siempre no les falta clínica privada,  tú o tu padre, como cuaquiera de nosotros, a lo mejor fallecéis en la sala de espera de una UCI de cualquier hospital por falta de un respirador. Y aún antes del corona virus corrías un gran riesgo sanitario por las largas listas quirúrgicas de espera. Los recortes en el sistema sanitario  de todos estos años nos han llevado a esto.

Con la vivienda pasa lo mismo. Convertida en un bien especulativo, actualmente  el alquiler de un piso, supone, sobre todo para la gente joven al menos el  60% de su sueldo mensual. Y si a ti no te sucede esto por haber heredado el piso donde habitas, a tu hijo ya le está pasando  o está a punto de pasarle.  No es de extrañar, cuando tu comunidad autónoma, diputación o ayuntamiento lleva más de 30 años sin construir viviendas sociales, en propiedad o alquiler.


En la URRS, te cuenten lo que cuenten, o  te hayan contado, y hasta que la destrozaron desde fuera y  sobre todo desde dentro determinadas fuerzas ( un día escribiré al respecto) nunca faltó, como en ningún país socialista educación, cultura y sanidad de calidad gratuitas, así como empleo, vacaciones, vivienda y sobre todo paz  y sosiego  espiritual que un sistema como en  que el vivimos no te da ( ni a ti ni a familia), ni te podrán dar nunca, porque está pensado para que tu seas un esclavo y vivas acosado en beneficio de unos pocos, la mayor parte de ellos colocados o con muy buenas relaciones en un estado que les protege y es la herramienta perfecta para chuparte a ti y a otras capas sociales toda  la sangre.

Y ahora me cuentas que vives en un país donde existe la libertad de expresión, cuando  más del 90% de los medios de comunicación son propiedad de tres o cuatro grupos empresariales. A propósito,  en pleno corana virus,  ya les han concedido a los medios de comunicación unos ERTES, que acabaremos pagando todos, más varias ventajas fiscales y unas copiosas indemnizaciones o subvenciones.

Espero que después de estos trágicos momentos, recapacites un poco y comiences a ver las cosas de otra manera.  Y te lo digo porque cuando salgamos de esta, dentro  de más tiempo del que te dicen, la factura, el déficit y el endeudamiento querrán que lo pagues, como siempre, tú y los obreros. Como ya sucedió en la última crisis.

No dejes que sea así. Después del corona virus el mundo ya no va a ser igual.




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