Los supongo enterados de los que está sucediendo en Binéfar. Ha
saltado a la opinión pública el número de infectados por Covid en
personal relacionado con los dos macromataderos de la ciudad.
Hasta
ahora la prensa viene edulcorando la noticia, el ayuntamiento se
ofrece a colaborar con la situación, las autoridades sanitarias de
la DGA anuncian que no procede por ahora adoptar medidas
extraordinarias y algún que otro en redes sociales se lamenta del
problema económico que se le viene encima a la ciudad y su zona de
influencia.
Todos
se esfuerzan en transmitir lo que denominan serenidad y
tranquilidad. Repiten que nada de alarma y todo lo fían a las buenas
palabras y maneras, concepto este que en una sociedad medio muerta y
narcotizada como la nuestra, por lo visto debe primar siempre, suceda
lo que suceda. Aquí lo que procede es seguir informando del próximo
festival de bolillos e hilanderas, o del crespillo, o algo que
también se lleva mucho, el reportaje alabanza al político mediocre
del lugar.
Pero
claro en el asunto que nos ocupa, los datos son más que
preocupantes. La DGA al parecer ha realizado test de Covid a las
plantilla o personal relacionado de ambos macromataderos, es decir
estamos hablando de más de 1.600 personas; y de una muestra de 124
test realizados por ahora ( no sé a qué se espera para analizar al resto
de las plantillas), 54 han dado positivo, lo que significa el 43% de
las pruebas. Con esta muestra, no es descabellado pensar, sin
perjuicio de comprobaciones posteriores en ampliación de los tets,
que casi el 50% de las plantillas estén contagiadas. Y todo esto en
una ciudad como Binéfar que cuenta con 8.000 habitantes
aproximadamente. Si esto no es un foco infeccioso de envergadura, una
bomba infecciosa de primer orden, ya no sé cómo debe calificarse. No
es momento de cataplasmas, serenidades y buenas palabras, sino al
contrario de medidas enérgicas y contundentes en el orden sanitario,
y por encima de los intereses económicos si fuere preciso.
Si
hasta aquí lo descrito es más que alarmante, lo que sigue a
continuación es ya indignante. Circula por las redes una fotografía
de un comedor de uno de los mataderos, con más que numerosos
trabajadores tomando su almuerzo. No la reproduzco porque de alguno de los
retratados, la mayoría personal extranjero, facialmente podrían ser
reconocidos. Pero a lo que iba : si se examina el local comedor de
amplias proporciones, las mesas y los comensales- más que numerosos
estos- se comprueba como están sentados sin apenas espacio entre
ellos, como sardinas en lata, en largas bancadas sin respaldo y largas mesas rectangulares.
Por
lo tanto, nada de extrañar lo que está sucediendo. Se desconocen
otras medidas de seguridad adoptadas. Pero con la que comentamos, y
la omisión de cualquier cautela sanitaria al respecto en el comedor,
cabe hacerse una pregunta : ¿ Dónde ha estado durante todo este
tiempo la inspección de trabajo ? ¿ Y las autoridades sanitarias ?
Porque suponemos que no habrán visitado las instalaciones en
tiempos de Covid pues si lo hubieran hecho, serían todavía más
preocupante. Pero, si omitieron visita en tan importantes instalaciones
industriales ¿ qué ocurre, que es mejor no salir de los despachos
en Huesca para no ser contagiados ?. Son sólo preguntas.
Lo
comentado hasta ahora tiene relación con el segundo enunciado del
articulo : el área del Hospital de Barbastro, pues lo que está
sucediendo le va a afectar.
En
lo que nos atañe a la comparativa entre el hospital de San Jorge
en Huesca y el de Barbastro, ambos con la misma población
asistencial a su cargo, es escandalosa. Si el primero cuenta con
202 médicos, el segundo tiene 133. Lo mismo sucede con los/as
enfermeros/as, 279 por 194. Por especialidades médicas, se puede
decir que el hospital de Huesca casi dobla plantilla al de
Barbastro : cardiología 4 por 7 ; oftalmología 6 por 11,
traumatología y cirugía ortopédica 9 por 16, radiodiagnóstico 6
y 12 respectivamente. Son sólo ejemplos, pero les aseguro que en
resto de las especialidades la diferencias siguen la misma pauta.
Si
las cifras lo dicen todo, aún cabe añadir en la interpretación de
las mismas, que el Hospital de San Jorge, adscrito a la red pública
del Salud, de hecho viene siendo muy descargado en su zona
asistencial, habida cuenta la naturaleza del empleo, en la mayor
parte de la zona occidental de la provincia corresponde a la función
pública y sus trabajadores suelen gozar en la asistencia sanitaria
de mutuas privadas, que disponen de hospitales en la capital. No así
sucede en nuestra zona oriental, pues la mayoría de la población se
desempeña en lo laboral en el sector privado.
Todo
lo descrito hasta ahora corresponde a las competencias de nuestra
comunidad autónoma ( Inspección de trabajo y sanitaria y Hospital
comarcal de Barbastro). Haría bien el cachirulero y martillo de
herejes catalanes ( toda una obsesión del sujeto), me refiero al
presidente de nuestra comunidad autónoma, en preocuparse de todos
nosotros, adoptando medidas drásticas y urgentes en Binefar antes de
que el foco explote y se haga incontrolable, y así mismo dotando a nuestro hospital de los
profesionales necesarios. Hasta ahora hemos venido soportando largas
listas de espera quirúrgicas por encima de otros territorios de
nuestra comunidad, pero con la crisis sanitaria que se nos viene
encima cualquier cosa puede suceder, desde luego a peor.
Ya
sé que nuestros diputados y senadores nacionales, más los
provinciales y algún que otro munícipe, o cargo comarcal andan
agazapados y callados, con los asuntos hasta hora comentados en este
artículo. Es la técnica de siempre : no correr riesgos y pasar
desapercibidos, no sea que les remuevan el sillón. Y el sueldo,
naturalmente. La confección de listas electorales en la sede
partidaria del poder político, en lo provincial se llama Huesca
ciudad y en lo regional Zaragoza.
Y
luego dicen que les representan.
Por
eso, en lugar de tanto Resistiré y aplausos en los balcones no les
iría mal a estos sujetos alguna que otra cacerolada. Los mismos
sanitarios, a menudo sin medios y maltratados, seguro que
agradecerían la protesta.
Verdaderamente vergonzoso. Acavaremos muy May y si no ya veris
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