Tan dedicados están algunos a la secesión catalana que parece como si nada pasara ya en Venezuela. País este que como todo el mundo sabe es el epicentro de la todas las crisis telúricas que impiden en orden internacional conquistar por fin nuestra ansiada felicidad y prosperidad definitivas. Pues sí pasa, queridos medio neuroras. Hoy se celebran en la República Bolivariana de Venezuela, con toda normalidad, elecciones a gobernadores de todos los estados que la componen. Participa la oposición y por supuesto cuando estas líneas se escriben se ignora el resultado.
No creo que este ejemplo les baste para darse cuenta de la manipulación a lo que los someten nuestros asquerosos medios de comunicación, o que por ejemplo, apenas oigan hablar de la dictadura ( esa sí de verdad) que rige Arabia Saudí, o la República Popular de China con casi mil millones de habitantes. Mutar el ADN del borrego es empresa casi imposible.
Hace unos meses cuando la oposición venezolana decidió por su cuenta y sin garantías realizar un referéndum ilegal y sin garantías, como el catalán en España, para anticipar la convocatoria de elecciones a la presidencia de la República, el susodicho referéndum se pudo celebrar, sin que se ocuparan diarios, imprentas o se detuviera por ello a persona alguna. Menos todavía los numerosos votantes que ejercieron su derecho en ese referéndum simbólico, anticonstitucional y puramente testimonial, fueron apaleados, ni el partido gobernante movilizó a sus masas afectas y la policía al grito de " A por ellos". Se celebró, no tuvo validez y ahí quedó todo.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, no pasa nada. Sigan ustedes berreando eso de la dictadura venezolana y añadan a sus consignas que " somos una gran nación", como suelen decir los que los representan. Francamente, no sé donde la ven sus representantes pues para conseguir una foto y unas breves declaraciones ( menos de un minuto) de un histriónico personaje como Donald Trump, a favor de la unidad de España ante la actual y grave crisis catalana, hubimos de adquirirle un fuerte pedido de armamento ( aviones de combate) casi simultáneamente. Esta es la medida de nuestro soberano prestigio, y con dolor lo digo, pues el que suscribe se siente español. Pero ya se sabe, que a más de uno, a patriota no le gana nadie. Basta con sacar la bandera y pasearla por todas partes, esa bandera que nunca sacaron cuando su gobierno le regaló más de 60.000 millones de euros a la banca, puso en marcha los recortes sociales y anda esquilmando a las clases medias y bajas de este país a golpe de impuestos para poder pagar las pensiones. Unas pensiones de las que ya se ha gastado de su fondo de previsión más de un 80% y se está viendo forzado para pagarlas a recurrir a créditos.
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