sábado, 23 de diciembre de 2017

El resultado de las elecciones catalanas : ¿ Cómo ha podido suceder esto? se dicen muchas personas de buena fe



El titular del artículo responde a la pregunta que más a menudo se me viene haciendo desde el día 21 de diciembre, una vez conocidos los resultados de las elecciones catalanas. No sé que contestarles. Cómo puedo yo en un minuto, incluso una hora ( si me escuchan), explicarles un asunto complejo. Años y años de prejuicios fomentados, desconocimiento, información dirigida  por todos los medios, han construido personalidades unidireccionales  incapaces del más mínimo análisis objetivo e imparcial. No dudo de la buena fe de mis interlocutores y reconozco que zafarse de las ideas preconcebidas resulta harto difícil.  Mi difunto padre, médico de profesión, siempre me dijo  que una vez constituida la estructura de la personalidad, resultaba casi imposible modificarla, aún empleando la mejor de la terapias y tratamientos.

Nuestros abuelos viviendo como vivían en una sociedad,  con mucho menos de la mitad de la información ( por llamarle de alguna forma) que ahora recibimos, tenían mucho más capacidad crítica y libertad de criterio para analizar la realidad que nos rodeaba.

Por consiguiente,  el hombre actual cuando choca con la  tozuda realidad, y ésta le disgusta, recurre a explicaciones simplistas para reafirmar sus ideas.

Dos ideas fuerza en el resto de España, son las más comunes sobre Cataluña para  intentar explicar los resultados electorales. Examinemoslas.

La primera:   "la independencia sostenida por una gran parte de la sociedad catalana, no les conviene y es además es  inviable". "  ¿ Cómo entonces la pueden desear ?"

Olvidan quienes esto sostienen que la patria es un sentimiento, no una ecuación matemática fríamente calculada. Las personas adoptamos frecuentemente en nuestra realidad cotidiana decisiones que no están presididas por el racionalismo, sino por los sentimientos o afinidades. La elección de amigos o de nuestra pareja, nada tiene que ver con la  matemática,  la conveniencia o racionalidad. Y lo mismo sucede con los pueblos.

Un pueblo, comunidad o nación que se reconoce así misma como tal, es el resultado  de  una determinada evolución histórica, a la que ha llegado por cuatro caminos.  El primero su vivencia milenaria en un determinado territorio; el segundo, unas relaciones de producción diferenciadas y específicas  más o menos distintas a las de los otros pueblos, lo que  ha acabado conformando una psicología social o forma de entender la vida, con unos concretos valores ; el tercero, la construcción de un idioma propio, que como los lingüistas reconocen  es la expresión del alma de cada pueblo ; y el cuarto, y producto de todo lo anterior, el sentimiento, necesidad  o aspiración a  desear autogobernarse por si misma.

Cataluña reúne los requisitos enunciados. Y en cuanto a su viabilidad económica, dentro o fuera de la UE, con menor o mayor grado de riqueza, podría llegar a existir como Estado. Como  por ejemplo mi pueblo, que es Monzón, también lo sería. Estoy seguro que con nuestra estructura industrial, nuestra balanza comercial nos resultaría favorable. A buen seguro que en productos y servicios, exportamos o vendemos al exterior, mucho más de lo que debemos importar. Lo mismo le sucede a Andorra, San Marino, Mócano, Leinchestein o Portugal. Pero claro, Monzón carece de aquellas señas identitarias ya comentadas, las cuales harían que nosotros mismos nos reconoceríamos como nación. 

Los estados ( creaciones relativamente modernas producto de uniones matrimoniales dinásticas entre casas reales o diseñados por conveniencias internacionales de potencias hegemónicas) a veces contienen en un determinado territorio una sola nacionalidad, y otras veces agrupan o encajan en su territorio, varias de éstas. Es lo que le ocurre a España, que es y siempre fue plurinacional.

2.-  La segunda :  " los catalanes están confundidos y han sido manipulados a través de la enseñanza y TVE 3".

El razonamiento es simple y no se sostiene. Cataluña hasta los años 1980, fue adoctrinada ( eso sí que fue adoctrinamiento) en sus escuelas en todo lo contrario de lo que ahora quiere ser. Lo fue a partir de los Borbones ( siglo XVIII),  durante el siglo XIX, y no digamos ya con la dictadura del General Franco  durante más de 40 años el siglo XX. El estatuto del que disfrutó durante II Republica, apenas llegó a ser un pequeño paréntesis en esta corriente general.

Desde Felipe V- con más o menos intensidad- el estado centralizador siempre pretendió rebajar o difuminar el hecho diferencial catalán y el de  los otros pueblos de España.  Pero antes de los Borbones, había sucedido todo lo contrario. Con los Reyes católicos y después con los austrias, Cataluña y otras nacionalidades de España siempre fueron respetadas en su hechos diferenciales culturales, políticos-institucionales y económicos. Estamos hablando de más de 300 años en que su autogobierno fue casi total.

El espíritu de un pueblo ( el Volksgeits, como dicen los alemanes) no se fabrica en 40 años, ni en 100, ni en 200. No pretendo en este pequeño artículo, remontarme a la Marca hispánica, ni a lo que fue la Corona de Aragón de la que participaba en forma de territorio confederado Cataluña con instituciones y libertades propias, y hasta moneda que conservó hasta el siglo XVIII, pero los hechos son tozudos. Cada vez  que el poder central, en su afán centralizador, ha intentado uniformizar a Cataluña como una región más del Estado español, tarde o temprano ha surgido el conflicto.

Al fin y al cabo TVE 3 es una televisión más. Todas las televisiones españolas se ven en Cataluña. Y lo mismo ocurre con las radios, hasta el punto de que las nacionales ( Radio nacional y otras) emiten en aquel territorio gran parte de su programación en catalán.

Los periódicos de mayor tirada, hasta hace bien poco, se editaban exclusivamente en castellano y aun ahora, cuentan con ediciones bilingües. Y la escuela, la de  la inmersión lingüística, permite que al final de su ciclo básico, sus alumnos, tengan un perfecto conocimiento de la lengua castellana. 

Sólo partiendo de la realidad, de nuestra propia realidad plurinacional, podrá solucionarse el conflicto. Sólo que ahora ya es mucho más difícil, después de lo sucedido el uno de octubre, políticos en el exilio y otros encarcelados, y la República reivindicada por la mayoría de los partidos políticos catalanes.













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