viernes, 8 de junio de 2018

Contra los intoxicadores, mercenarios de la pluma y " mierdecillas" : y en defensa de Pedro Baños




Reproduzco hoy el video que Iker Gimenez ha subido a la red en defensa del coronel de estado mayor Pedro Baños. Lo suscribo al 100%. Somos una país lleno de miserables y "mierdecillas". Y así nos va. Ha comenzado la campaña de desprestigio contra este militar, a partir del momento en que se ha barajado la posibilidad de que  pase a formar parte como asesor del gabinete de presidencia del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, o se le encargue la responsabilidad de Director General de Seguridad Nacional.

La campaña está yendo a cargo de cuatro plumillas, fabricantes de dossieres contra el enemigo, ignorantes, zafios, cobardes, incultos y amigos del sobre a fin de mes. Mercenarios de la pluma, algo tal pestilente que hace que ya de asco vivir en España.

No es  de extrañar. Nuestra Historia está llena de hombres honestos, y valientes que debieron de sufrir mucho. Me vienen a la memoria Goya, Machado, Ramón y Cajal o el Empecinado. A este último, héroe de la guerra de la independencia, le costó la vida la coherencia de sus convicciones, cuando podría haber sido una rata más viviendo cómodamente al lado del poder, que entonces desempeñaba el borbón canalla Fernando VII. Murió Juan Martín ( El empecinado) en la horca, escupido y maltratado por su propio pueblo.

Ahora utilizan contra Pedro Baños, sus intervenciones en algunos casos en el programa Cuarto Milenio para hundirle, como sino fuera racional y científico hacerse preguntas sobre lo que todavía desconocemos. Estos inquisidores de pacotilla, no se dan cuenta que hablar en la Edad de Media de una corriente de electrones, llamada electricidad, se hubiera calificado de herejía y brujería. Fue Descartes, quien nos enseño el método racional de análisis, y Sócrates  quien,  mediante las preguntas,  nos encaminó  a averiguar la verdad, que ignorábamos.

Recuerdo una intervención de Pedro Baños en un programa religioso de la cadena de TV 13. Versaba el mismo sobre el espíritu misionero, y las desgracias que aquejaban al pueblo sirio. Todo eran mensajes pastorales, melinfluos y caritativos, sobre la tragedia en que vivía dicho pueblo. No había ni buenos, ni malos, y la desgracia, al parecer, había llovido del cielo. Fue en ese instante cuando Baños, denunció a los cómplices del horror en forma de OTAN, y monarquías del Golfo pérsico, como los inductores y financiadores de tanta desestabilización contra siria en forma de Estado islámico, una herramienta de EEUU, Inglaterra y Francia. Los cristianos que le escuchaban ponían cara de asombro y no sabía que decirle, sobre todo cuando les apuntó que unas de las principales víctimas de tanto horror era los propios cristianos sirios, una comunidad que bajo el régimen de Bashar el Assad siempre había contado con plena libertad religiosa, llegando a tener hasta ministros en su gobierno.

 ¡ Qué incómoda fue escuchar la verdad ¡,  sobre todo para ellos, que eran tan piadosos y amantes de la misa a las doce del mediodía los domingos.

Vivimos en una sociedad donde la tontería y la ignorancia, se ha elevado al rango de prestigio, y donde la verdad, se ha sustituido por la mentira y la falsedad. A eso se le llama ahora posverdad, como si todo fuera relativo y evanescente.

Pedro Baños ( les recomiendo su libro " Así se domina el mundo") es uno de nuestros mejores analistas en la geopolitica internacional, un experto en inteligencia, un erudito que, como Cervantes,  de las armas, el estudio y la pluma, ha sabido hacer todo un edificio de  honestidad, contado la verdad, como hombre libre e independiente que es.

LLeva ya tres días, o cuatro, nuestro nuevo presidente de gobierno, pénsandose el nombrarlo como asesor, pendiente de las encuestas y de  esa basura dirigida que llaman la opinión pública. Sólo piensa si añadir una nueva estrella a sus recientes nombramientos- más cosmésticos que otra cosa- le puede dar un buen caché político, o si por el contrario, un hombre honesto, veraz, culto y valiente, le puede reportar algún problema. Todo dependerá de la conveniencia.

No sé lo que puede llegar a  ocurrir. Pero mucho me temo que si lo nombra, sus verdades no gusten, y pronto deba dejar el puesto. Y sino lo hace, habrá dado su verdadera dimensión de estadista.

Aparte de ladrones, burócratas y tontos, vivimos en la mediocridad más absoluta.




No hay comentarios:

Publicar un comentario