viernes, 17 de noviembre de 2017

Radiografía social de España : desigualdad y el cinturón de hierro que impide el cambio

El estudio que se sigue está tomado del diario ABC, que a su vez reproduce  datos de  la recaudación obtenida del IRPF de diferentes tramos de renta, según la Agencia Tributaria. Los datos son concluyentes y suponen una inestimable radiografía de las clases sociales que existen en nuestro país, definidas por su nivel de renta y cual es la recaudación bruta con la que contribuye cada una de ellas al esfuerzo fiscal general.

Ahí van los datos : Los que ingresan 12.000 euros año o menos, son nada más y nada menos que el 40,25% de la población ; y en el ingreso total por IRPF este tramo contribuye  con apenas el 0,82%.( Primer tramo). Mal puede contribuir con más, cuando apenas tiene para comer. Quienes ingresan entre 12.000 y 21.000 euros año, el 24,07 % de los contribuyentes,  y en recaudación total  suponen el 9,89% del IRPF ( Segundo tramo). Los que ingresan entre 21.000 euros año y 30.000, el 15,78% de la población, contribuyen  con el 9,89% de lo recaudado por este impuesto ( Tercer tramo). Los tramos entre 30.000 y 60.000 euros año, el 16,7% de la población, suponen en el IRPF 36,88 % de lo recaudado por este impuesto ( Cuarto Tramo). Las rentas entre 60.000 y 150.000 euros,  el 3,11% de la población, contribuyen al IRPF con el 20,96% de lo recaudado por este impuesto ( Quinto tramo). Las rentas entre 150.000 y 601.000, el 0,38% de la población, contribuye a la recaudación total de impuesto con el 0,38% ( Sexto tramo). Y por último, los que perciben anualmente más de 601.000 euros año, ingresan el 5,9 %  del total del IRPF ( Séptimo tramo).

LLama la atención, en primer lugar, la desigualdad que existe en España y a la vez quiénes se ven obligados a soportar la mayor carga fiscal. El 64 % de la población, ingresa menos de 21.000 euros año, con la particularidad de que, el 40%, percibe rentas inferiores a 12.000 euros. Si sumamos a estos últimos ( tercer tramo) los perceptores de rentas inferiores a 30.000 euros, que contribuyen con un porcentaje  del 9,89 % al total del IRPF, resulta que estos tres primeros tramos contribuyen al esfuerzo fiscal total con más del 20% del impuesto en contraposición a las rentas que ingresan más de 60.000 euros hasta el límite de 600.000 euros y más al año ( tramos quinto, sexto y séptimo) que lo hacen con el  36% del  mismo impuesto. Los del tramo sexto y séptimo, solo lo hacen con casi el 14%.

En segundo lugar, es significativo que el tramo cuarto ( los perceptores de rentas entre 30.000 y 60.000 euros)  supongan casi el 17% de la población y si les sumamos los del quinto tramo ( rentas de 60.000 a 150.000 euros) casi el 20%.

No es extraño pues, que el tren AVE vaya casi lleno ( vagones reducidos aparte), sea difícil encontrar mesa en los restaurantes más caros de las ciudades con más población, o cualquiera de ellos tenga a sus hijos estudiando en el extranjero y pasen las vacaciones en las Maldivas.

¿ Qué grupos sociales componen estas clases ? En su mayor parte, políticos, asesores de estos, funcionarios  y empleados de las diferentes administraciones públicas de categorías medias y altas, cuadros medio- altos de todas las empresas del IBEX y sus consultoras ( jurídicas y económicas) y los pensionistas de lujo de nuestro sistema de Seguridad Social, que alcanzan casi las 600.000 personas, con la percepción máxima que permite el sistema, fondos de pensiones privados aparte establecidos en sus empresas.

Este grupo social, de alrededor del 20%, supone a la hora de la verdad el verdadero cinturón de hierro que protege a las clases más acomodadas y rentas más altas, de cualquier transformación más justa y equitativa en el reparto de la renta. Ellos y sus familias, que también votan.

Sólo que ocurre que la competitividad y productividad de la economía española, ni puede permitirse estos sueldos, ni tampoco estas jubilaciones. Los sueldos de los cuadros medios y altos del IBEX, salen de situaciones de privilegio, gracias a la situación de oligopolio de sus empresas, a costa de las clases menos favorecidas : precios eléctricos, de los más caros de Europa, gas en idénticas condiciones, comisiones abusivas de los bancos, servicios de telefonía y combustibles, que antes de impuestos, son mucho más caros que en la mayoría de las naciones de nuestro entorno. 

Los sueldos de los funcionarios medio- altos, políticos ( más los gastos generales de muchas instituciones inservibles que administran) y jubilados de lujo, habida cuenta nuestro déficit público , se vienen financiando a través de deuda, que cada vez es más abultada. La deuda pública ya supera el 100% de nuestro PIB, sin contar la de la Seguridad Social.

En síntesis, que estas clase sociales medio-altas son muchos más numerosas de lo que la economía española puede soportar, pues gran parte de ellas viven del erario público, o de situaciones monopolísticas de empresas privilegiadas y muy poco competitivas. El continuo aumento de la deuda, que hasta ahora en forma de bonos ( papelitos) nos compran el BCE, hace que el capítulo de intereses sea cada vez mayor. Es por lo tanto la deuda la que sostiene en gran parte todo el tinglado del quinto tramo. Los intereses de esta deuda, suponen ya 30.000  millones de euros al año, sin que por ello lleguemos amortizar nada de lo adeudado.

Ya veremos lo que sucede en un futuro ( y no falta mucho), ahora que el petróleo está subiendo de precio y el BCE, como ya  ha anunciado, reduzca las compras de bonos a la mitad para 2018.

El tijeretazo se acerca en una economía incapaz de incrementar su su PIB, por el bajo valor añadido de los bienes que  produce, más su falta de eficiencia y productividad, lo que  se traduce en una baja recaudación de impuestos para reducir el déficit y al menos devolver algo de lo mucho que ya debemos. Sin el aumento del PIB, la deuda que sostiene el tinglado, una vez el BCE deje de adquirir tantos bonos como le colocamos, tendrá el problema de que apenas nadie querrá adquirirla y si lo hacen los inversores privados será e intereses exorbitantes. 

Como hemos visto, las clases más bajas ya no pueden ser más exprimidas de lo que ya son en la actualidad, con el fin de sostener al cinturón de hierro y las clases plutocráticas a las que éste protege ( tramos sexto y séptimo). Se impondrán entonces los recortes a estas clases medio- altas ( tramos cuarto y quinto). Las plutocráticas, al igual que ya hacen en la actualidad ya sabrán sortear la tormenta mediante la ingeniería fiscal, los favores del poder ( exenciones a todo trapo), paraísos fiscales y fraudes.

Entonces, a más de uno de los de los tramos cuarto y quinto, incapaz de asimilar su nueva situación de clase ( al lado de los trabajadores y bajas rentas, no  se pondrán jamás, sus prejuicios se lo impiden) los habremos de ver salir a la calle a protestar exigiendo que nos endeudemos todavía mucho más o peor aún, para mantener sus rentas, le echarán la culpa de todo lo que esté sucediendo a los parados o los emigrantes. Genio y figura hasta la sepultura. Lo mío que no me lo toque nadie. Nosotros nos lo merecemos.


  










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