Ayer se libró una importante batalla. El pueblo de Venezuela votó a sus candidatos para la Asamblea Nacional Constituyente, que tiene como misión elaborar una nueva constitución y legislar transitoriamente sobre aspectos muy concretos, antes de que la nueva constitución sea sometida a referéndum de todo el pueblo venezolano.
La oposición trató de impedirlo : bombas en las ciudades, asesinato de candidatos, grupos de encapuchados armados en diferentes barrios que impedían salir de sus casas a los electores ( les disparaban), vías trancadas, quema de urnas, etc. Aún con todo más del 41,50% acudió de forma heroica a votar. Criticaba la repugnante televisión española, que los medios audiovisuales no tuvieran acceso ( los periodistas sí, las cámaras no) a los colegios electorales. La razón era clara, la imagen de un venezolano votando, identificado, le podía suponer el ser asesinado, quemado o violentado en su persona o sus bienes. Es hasta ahora el caso de muchos chavistas ( o confundidos con ellos) quemados vivos, apaleados, heridos o asesinados por la presentada en España como " pacifica y reprimida oposición". De las constantes muertes ( incluidos candidatos a la asamblea constituyente) nada sabe el pueblo español, que como en tiempos de Franco, ya debe informarse, como un servidor, a través de emisoras extranjeras.
Aún es más clara la victoria electoral en este sentido, si a ello unimos la guerra económica desatada contra Venezuela por EEUU y todos sus satélites ( España es uno de sus principales palanganeros): tipos de cambio artificial del dólar, contrabando desde Colombia, injustificada calificación de las agencias internacionales sobre la solvencia del país, lo que encarece su crédito externo, negativa de muchos estados a venderle productos, que deben ser adquiridos a través de terceros con el encarecimiento consiguiente, baja del precio del petróleo en el mercado mundial, etc.
Los que salieron a votar fueron las capas más humildes de la sociedad, y la parte más baja de la clase media. En el anterior régimen, antes del chavismo, estos colectivos ni sabían lo que era la sanidad pública, ni la educación o el derecho de acceso a la vivienda. Además de un analfabetismo escandaloso, se llegó al extremo de que una gran parte de las capas más pobres ( cientos de miles) estaban invisibilizadas, es decir, que no constaban en registros o padrones de ningún género. Ni se les tenía por venezolanos.
Los venezolanos demostraron con las votaciones que no van a permitir revertir sus conquistas sociales, por mucha guerra que se organice contra su país, ni quieren volver a ser la sucursal de USA. Eso se llama patriotismo.
El imperio, ni sus colonias aliadas, pueden tolerar un ejemplo como el venezolano. Al cubano, ya lo tienen aislado ( como los leucocitos envuelven a la cédula enferma), y todavía resiste. No pueden permitirse que la Latinoamérica social e independiente de verdad, adquiera fuerza. Y menos en un país que tiene las reservas petroleras más grandes del planeta.
En un próximo artículo comentaremos el sistema de representación que se inaugura con la Asamblea Nacional Constituyente. Un procedimiento electoral, bastante más democrático que el que rige en nuestras llamadas democracias europeas.
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