Uno ya ha vivido bastante y me he decidido a escribir este artículo porque las nuevas generaciones- triste es comprobarlo- no saben una palabra de Historia. La humanidades, están siendo relegadas en el bachillerato y sustituidas por la cultura financiera; la de la especulación, vamos. Tampoco se están sustituyendo las humanidades por la macroeconomía, porque para eso habría que saber algo de historia. Todo ahora es microeconomía, es decir la economía de la empresa, que es la mejor forma de estudiar cómo podemos todos endeudarnos un poco más. Qué tiempos aquellos a los que a la economía se la llamaba economía política ( lo que siempre fue). En la carrera de Derecho, la poca economía que llegamos a estudiar en el segundo curso, así se la llamaba.
Pero a lo que iba. Nada de Historia, ni siquiera la más reciente de tu propio país. Esa, sobre todo, al parecer, hay que olvidarla completamente. Y todo este preámbulo viene cuento de que, claro, lo que no se conoce ni se sabe, vuelve a repetirse, sin que cause la más mínima alarma social.
Leo la última declaración de Albert Rivera. Viene a decir algo así, como que por donde va, por encima de trabajadores y empresarios, él sólo ve españoles. Lo mismo que José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange, luego asociada al fascista Ramiro Ledesma Ramos creador de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas ( JONS). De un plumazo, se ha cargado la existencia de la lucha de clases, las diferencias sociales y el motor de la historia. No importan las injusticias, ni el reparto de la riqueza, todos somos españoles y con eso basta. Las cosas ya están bien como están. También, ha suprimido las nacionalidades que conviven en nuestro Estado, aunque venga recogidas en las constitución. Y ya sólo le hace falta decir, para cerrar el circulo, como hiciera José Antonio, que " somos una unidad destino en lo universal". Todo se andará. Unasé a todo esto, el apoyo a la deriva totalitaria en forma de restricción constante de las libertades de expresión, asociación, seguridad jurídica y manifestación- que el nuevo falangito apoya día sí y el otro también- y ya me dirán lo que viene y está asomando la patita.
La falange vuelve, pero esta vuelve, bajo un credo neoliberal. Albert Rivera, y de la JONS
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