jueves, 17 de mayo de 2018

El chalé

No soy muy amigo de hablar de cotilleos,  y menos del " Sálvame de Luxe" de la política. Sólo diré que con el lujo y la ostentación , las personas se retratan. Igual que en la elección del amor con su pareja. 

Siempre admiré a Pablo Iglesias, el fundador del PSOE. Y lo sigo admirando. Hombre sencillo, austero, humilde y bueno, nació pobre y su infancia transcurrió en condiciones dramáticas ; y así murió, humilde, como fue siempre ; eso sí, bastante más culto y sabio, gracias a su amor por la cultura y el conocimiento, la cual fue adquiriendo con grandes esfuerzos desde su profesión de obrero tipógrafo.

A mi la noticia del chalé, no me ha sorprendido. Hace tiempo que a la gente de Podemos, se le ve muy suelta. Estética de " progre" y convicciones no tan revolucionarias. Sólo hay que examinar sus constantes renuncias : monarquía, constitución, derecho a la autodeterminación de los pueblos, silencios sobre Siria y Venezuela ( decían sobre este país, que nos les gustaban los presos políticos, y España se les está llenando de ellos, pero siguen en silencio), la causa palestina, gusto por el parlamentarismo, las televisiones basura y la OTAN, entre otros asuntos.

Así empezó hace ya muchos años, Miguel Boyer, por ejemplo. Y todos sabemos como acabó antes de fallecer. Lo mismo, todos los chicos de  las chaquetas de pana, que le acompañaban. Y ahí los tienes ahora, una gran parte de ellos sentados en los consejos de administración, y bien colocados en instituciones inservibles, pero muy bien pagados ¿ Se acuerdan de Leire Pajín ?. Estos del PSOE, justo es decirlo, disimularon un buen tiempo, y hasta costó saber y adivinar con quién nos jugamos los cuartos. Pero la vida acaba poniendo a cada uno en su sitio, tarde o temprano.

Me temo que estos chicos de Podemos, van mucho más rápido que los PSOE.

No es cuestión de dinero o no dinero. Es la forma de utilizarlo, tus gustos y tus deseos. Todo ello implica una forma de ver y entender la vida ; y  con ciertos " gustos" tarde o temprano, acabarás entendiendo a los de tu clase, los comprenderás, aceptarás sus maneras y formas, y finalmente, como uno más de ellos, defenderás sus intereses. Tolstoi o el príncipe Koprotkin, fueron ricos de cuna, pero sencillos en sus actos ;  y  llegaron a ensayar reformas sociales profundas en sus propiedades, además de  predicar doctrinas transformadoras y revolucionarias. El gusto por la belleza y lo justo, satisficieron todos sus anhelos. No necesitaron más. El problema reside en el hombre, sus valores y su cosmovisión, y todos no definimos, por encima de lo que decimos,  con lo que hacemos.

Por otra parte, el chalé indica bien a las claras, además, el oportunismo y mediocridad de los líderes que nos ha tocado sufrir en la sociedad occidental en los comienzos del siglo XXI. Dicen del General De Gaulle, que éste decidió alojarse en la más pequeña de las habitaciones del Palacio del Elíseo, cuando tomó posesión de su cargo como presidente de la República francesa. Y que, al advertir la cubertería de plata con la que se le servían las comidas, mandó a su esposa a que comprara una de lo más normal en la tienda de al lado, junto a una sencilla vajilla,  como la que utilizaban el resto de los franceses.  Hay más : su sobrino, tuvo la suerte de que  en el sorteo para prestar el servicio militar, le tocara la región de París : inmediatamente, dio las oportunas órdenes para que fuera trasladado a la Guayana francesa. También murió humilde, y quiso que lo enterraran en su pueblo natal ( al que gustaba de ir muy a menudo), en una caja de pino de lo más austera y elaborada por su mejor amigo de la localidad : el carpintero del pueblo.

¿ Cómo van a tomar conciencia los trabajadores y las clases más humildes de las ideas transformadoras con comportamientos como el del chalé ? ¿ Cómo van a seguir a estos denominados líderes ?

Nos quedan muchos años de travesía por el desierto. Pero llegará un día, en que vendrán hombres y mujeres, que merecerán el respeto de su pueblo.



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