domingo, 25 de junio de 2017

La globalización y la tasa de ganancia

¿ Qué es la globalización ? En su forma más técnica o económica, la libertad de circulación de capitales y personas. ¿ Queda bonito, verdad ?


Los capitales circulan en sus carreteras especulativas de un lado a otro, apretando un botón, en operaciones triangulares con parada obligada siempre en un paraíso fiscal. De esta forma, no pagan sus impuestos, o bien los mínimos, en el país de origen ; y ya, puestos en harina, si a algún gobernante democrático- occidental se le ocurriera una fiscalidad más progresiva, se le arruina el territorio : los capitales huyen, y lo dejan arruinado con un palmo de narices. A continuación, su opinión pública se lo reprocha, y entonces, o bien pierde el poder, o de forma genuflexa, rectifica, que es muy democrático. El ahorro para esos capitales será considerable, y con ello se mejorará, evidentemente, su tasa de ganancia.


En cuanto a las personas, cuando son necesarias, se las hace ir de un lugar a otro, siempre en busca de la misma tasa de ganancia de esos mismos capitales. Aquí, se dan varias variantes : ciertas actividades, se deslocalizan, es decir, se llevan a países pobres, donde se explota la mano de obra esclava y luego se vende de forma masiva el producto obtenido en mercados con moneda y solvencia, a precio asequible, es decir, en lo que se ha dado llamar occidente, que también se hace llamar la comunidad internacional. Por supuesto las ganancias se repatrian, con la bendición del país explotado. El negocio es redondo.

La mano de obra más que barata de esos países subdesarrollados se sostiene apoyando al tiranuelo de turno, como ocurre por ejemplo y sin ir mas lejos, con el sátrapa de Marruecos. Por la misma causa, la mano de obra de estos países pobres, que ve la televisión, intenta desplazarse de la miseria en la que vive a Europa, EEUU y Canadá. Y si es así, también se saca provecho. La mano de obra que llega, está dispuesta a trabajar por cualquier salario y eso hace que aumente la demanda de trabajo frente a la oferta, en los sectores todavía no deslocalizados, o fuertemente sindicalizados ; y ya saben lo que pasa cuando esto sucede : el coste salarial desciende y nuevamente aumenta la tasa de ganancia o beneficio.

Pero claro, para conseguir el objetivo ( siempre la tasa de ganancia), no sólo es necesario capital humano e impuestos a precio de saldo, resultan también indispensables la materias primas y el control financiero monetario y de crédito de los países accidentales, que cuentan para ello con los medios de pago ( monedas o divisas fiables) y las instituciones financieras internacionales reconocidas en el mercado internacional. Otra vez más todo se consigue, sobornando y apoyando a los tiranuelos, que oprimen a su pueblo y venden barato sus materias primas, a costa del desarrollo de su propia nación. Obviamente, el precio de los sobornos lo depositará el tiranuelo en bancos occidentales, para negocio completo del sobornador. Y se si diera el caso de que a los tiranuelos les entrara un poco de vergüenza y se arrepintieran ( intentando asociaciones monetarias con otros países en su misma situación que puedan obtener solvencia internacional en los mercados, sustituyendo a las divisas hasta ahora admitidas o subir el precio de sus materias primas), se les invade, somete y asesina, colocando en su lugar a otros nuevos tiranuelos que sepan comprender a la perfección de qué va este negocio. De paso, la migraciones que todo este proceso desencadena, en el caso de las insurrecciones provocadas o guerras contra el rebelde, se aprovechan ( en esta fábrica no se tira nada), para rebajar el precio de la mano de obra de las actividades todavía no deslocalizadas en occidente.

Me he olvidado de un dato más, pues el circuito es perfecto. La guerra también da pingues beneficios. Si se trata de sostener al tiranuelo frente a una hipotética revuelta de sus súbditos, se le venden todo tipo de armas a  precio de oro, siempre a cargo de la nación, nunca de la coima que recibe. Cuando se le derroca, inventado un ejército de falsa bandera o mercenario, la inversión realizada se recupera, lo llaman los economistas vendidos “  los retornos”, a través de los activos que el nuevo tiranuelo agradecido ( petróleo por ejemplo) les concederá mediante un contrato lo más abusivo, no para él, que ya cobrado su coima, sino para sus connacionales.

En resumen : el negocio de la globalización es magnífico para el capital internacional ( las multinacionales), muchísimo menos para los estados y pueblos de occidente. Para los del tercer mundo, será absolutamente ruinoso.










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