Nos llegan informaciones de Venezuela preocupantes. Nada sabrán de lo que sucede realmente en la podrida prensa y televisiones nacionales, salvo para insistir en los " pacíficos manifestantes" reprimidos por la " dictadura del país caribeño". Pero la realidad es muy otra. No hay pacíficos manifestantes, hay comandos organizados con el mejor material que asaltan e incendian hospitales de neonatos, sedes de partidos políticos, tribunales, ministerios, oficinas de protección civil, comercios, etc. Hasta se han atrevido a atacar una base aéra militar, la Carlota, destrozando su valla perimetral y lanzando explosivos al interior de la misma. Imagínense un ataque de estas características contra una base de la OTAN en suelo español. La mayor parte de los muertos que estas actuaciones vienen generando desde hace meses, se contabilizan entre las fuerzas de seguridad y militantes chavistas, varios apuñalados, y algún que otro quemado vivo. Nada se les informará al respecto en la prensa occidental.
Los citados comandados, pagados y reclutados en las filas de delincuencia por dinero del exterior ( ya se figuraran por quién) y de la oligarquía venezolana, no van a cesar y se han propuesto evitar las elecciones a una nueva asamblea constituyente convocada por la presidencia de gobierno, para redactar una nueva constitución, que finalmente deberá ser aprobada, o no, por todo el pueblo venezolano en referéndum.
La operación de guerra híbrida diseñada contra Venezuela, se apoya en cuatro patas : la desinformación e intoxicación de toda la prensa internacional ; la actuación desestablizadora de los citados comandados presentados como un pueblo reprimido en demanda de sus libertades ; el boicot generalizado de EEUU y otros países a la economía venezolana ; y finalmente, y eventualmente, la infiltración en el país de grupos de paramilitares colombianos con fines terroristas, que contarían con apoyo y material de fuerzas de los Estados Unidos.
En cualquier otro país democrático, y Venezuela lo es, las autoridades habrían ya decretado un estado de excepción o alarma. Por el momento, dada la desproporción de las fuerzas en juego, resulta imposible o muy arriesgada esta medida por parte de gobierno venezolano. Tal proceder conduciría al boicot internacional de la ya maltrecha economía venezolana y a un escenario de guerra civil que promovería la oposición, incrementando aún más su violencia. Esta situación, a continuación, "legitimaría", con apoyo mediático internacional, la intervención de los EEUU en colaboración con sus naciones marionetas en el área.
Sólo cabe resistir y esperar a que el pueblo venezolano fortalezca su conciencia nacional contra la agresión y sepa responder en las próximas elecciones a la asamblea constituyente. Resulta también necesaria la divulgación de la verdad para informar a la opinión pública y conseguir su solidaridad. Pero tampoco resultaría inadecuado, prepararse para lo peor. Cuenta el gobierno con la lealtad de sus fuerzas armadas y de la milicia nacional. La posible victoria del chavismo en las elecciones constituyentes, no va a parar la ofensiva. El petróleo de Venezuela es demasiado necesario y estratégico para Estados Unidos.
PD.- Horas después de haber escrito estas líneas, la prensa venezolana y parte de la española publica que uno de estos comandos, ha robado un helicóptero y desde él ha ametrallado el Tribunal Supremo y uno de los ministerios del gobierno venezolano. También ha lanzado granadas. El comando se ha presentado armado en you tube y ha emitido un comunicado. Estoy deseoso por saber, ante tan evidente actuación, como nuestra podrida prensa y televisión va a tratar la noticia, porque seguir con el paraguas de los " pacíficos manifestantes reprimidos" va a ser difícil. Algo se les ocurrirá para seguir mintiendo.
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