viernes, 8 de septiembre de 2017

España : nación o plurinacionalidad

En la desgraciada historia de este país, llevamos varios siglos, yo diría desde que llegaron los Borbones después de la Guerra de sucesión, empeñados en que España sea lo que determinadas élites decidieron que fuera en el siglo XVIII. Esto es, una nación única y uniforme, frente a su evidente plurinacionalidad, que los Austrias, digámolo claro, respetaron  hasta Carlos II en forma de territorios. 

Así las cosas, Aragón, quizá la más perjudicada,  después de la Guerra de sucesión, perdió sus fueros con los Decretos de Nueva Planta y Cataluña igualmente vio suprimidas muchas de sus leyes e instituciones propias. Y en general,  igual sucedió con todos los territorios confederales agrupados en la antigua Corona de Aragón.

El problema se acentuó durante el siglo XIX  ( guerras carlistas, pérdidas de los fueros  y autogobierno vascos) y no digamos ya durante la dictadura de Franco, que sí acabó en cambio reconociendo una más que  amplia autonomía  a Navarra y a la provincia de Álava, por el simple premio de haber luchado a su lado estos territorios en la Guerra Civil. Toda una política de Estado, que llegó a declarar en el BOE al resto de las provincias vascas como traidoras. 

El régimen heredado de aquella dictadura ( la Constitución de 1978) siguió por los mismos pasos, yo diría que aún empeorándolos, al pretender sustituir la pluranacionalidad por el "café para todos", creando  así artificialmente gobiernos autónomos a diestro y siniestro que nadie nunca reivindicó, pero que sí interesaron muy mucho a un ejército de políticos mediocres en busca del enchufe. Las instituciones nacionales ( Parlamento, Senado y Gobierno) no daban para tanto colocado y hubo que diseñar al menos 14 miniestados de opereta, con defensor del pueblo incluido. La verdad es que esta nueva clase política  fue bien recompensada a cambio de tragar con  la Monarquía y el cuerpo estructural de instituciones y funcionarios que se heredaron de la dictadura, brigada político social incluida. 

Pero claro, como dice el principio jurisprudencial " los contratos son lo que son y no lo que las partes dicen que son". España a la llegada de los Borbones era ya  plurinacional, por la simple razón de que siempre lo fue, incluidos los Reyes católicos, que dicho sea paso, nunca negaron ese principio. Fernando e Isabel, fueron reyes de unos territorios ( el concepto de nación, entonces ni se conocía) que agrupaban la Corona de Aragón y Castilla, ambas con todos sus fueros e instituciones propias, más el señorío de Vizcaya. Isabel, fue reina de la Corona de Aragón únicamente en su calidad de consorte ; y lo mismo le sucedió a Fernando con Castilla. De no haber tenido ambos un nieto ( Carlos I, el primer austria, hijo de Juana, ésta sí hija de ambos reyes), hoy la Corona de Aragón y Castilla, probablemente serían estados distintos.

Y esto ( la plurinacionalidad) es lo que desde esa isla artificial, llamada Madrid, llena de burócratas y empresarios que sólo saben vivir del Boletín Oficial del Estado, a golpe de enchufe, cuando no corrupción, no se quiere reconocer. Menos todavía desde algunas regiones, que carecen de un modelo productivo serio ( a imitación del madrileño) y sólo se sostienen gracias a la contribución de otras regiones de España, entre ellas Cataluña.


Si se hubiera tenido la valentía, y también la decencia, de reconocer lo evidente, en lugar del "café para todos", hoy País vasco, junto a Navarra, tendrían el reconocimiento de su nacionalidad, Cataluña también, y probablemente Galicia. En todos estos territorios existe el sentimiento  y vocación de ser nación y cuentan con lengua y cultura diferenciadas del resto de España, lo que no hubiera impedido crear un ente supranacional, que con pocas y tasadas competencias ( Defensa, Política Exterior y poco más), podría seguir  llamándose España con el consenso de todos.

Pero no. La moda es mandar a la Guardia Civil a las imprentas para evitar que se impriman papeletas para votar el uno de octubre, desplegar al mismo cuerpo en Berga y Manresa, poner querellas criminales, amenazar y legalidad, mucha legalidad. De pacto y política, ni están ni se les espera.

La Corona de Aragón, ente confederal con un mismo rey a la cabeza,  se sostuvo siempre mediante el pacto y el reconocimiento y respeto de la diferenciada identidad cultural e institucional de los territorios que la compusieron ( Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca).

La fábrica de independentistas que es el actual gobierno, al final lo conseguirá :  tarde temprano, España desaparecerá.



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